“Política, cultura y clase durante la revolución francesa” (Córdoba: Univ. Nacional de Córdoba, 2008)

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Facultad de humanidades

Departamento de Historia

Pedagogía en Historia y Ciencias sociales

Fichas de lectura.

Nombre: Esteban Vicencio.

Fecha: 10/07/2017

Cátedra: Modernidad siglo XVIII y XIX

Profesor: Claudio Pérez

Texto: “Política, cultura y clase durante la revolución francesa” (Córdoba: Univ. Nacional de Córdoba, 2008)

Autora:  Lynn Hunt.

Reseña del autor:

Lynn Hunt es una historiadora que actualmente trabaja en la universidad de California, esta destacada autora es especialista en historia moderna, destacándose principalmente en el tema de la revolución francesa y la historia cultural de Europa, actualmente la historiadora tiene bajo su responsabilidad la catedra de historia de Europa e historia de la revolución francesa, aunque también hay que mencionar que se destaca en el área de la historia de la historia, teniendo tras ella un gran número de publicaciones relacionadas con la epistemología de la Historia, siendo estas publicaciones sobre la historia cultural y la nueva historia cultural. Y por último es importante destacar que esta académica actualmente ha incursionado en el área del feminismo, contando ya con publicaciones sobre el tema.

Tesis central:

la autora argumenta que la revolución francesa fue uno de los procesos de cambio más importantes, pues fue este proceso revolucionario el que cimentó las bases de la actual cultura política, pero para investigar esto el necesario que se estudie directamente el proceso de la revolución, dejando de lado la vieja idea de causa y consecuencia y enfatizando en la cultura política de la época.

Ideas principales:

La autora teniendo claridad de la indudable relevancia que tiene la revolución francesa para el ámbito académico, en el presente libro plantea una idea que trata de renovar lo que habitualmente es observado de la revolución francesa, en este sentido, lo que la autora plantea es que la mirada del investigador debe ser fijada en el “comportamiento político de la época”, es decir, “la cultura política” que era representada tanto en el lenguaje,  las gestualidades y las costumbres de la época, pues según ella esto sería lo que entregaba la unidad y coherencia al movimiento revolucionario de la época.

Lo anterior es dicho en base a que la revolución francesa ha sido parte de un sustancial debate entre los profesantes de las diferentes vertientes de la Historia, en este sentido la autora hace mención de tres grandes corrientes de estudio en esta temática, tal es el caso de los historiadores de corrientes Marxistas, Revisionistas y tocquevilliana, no obstante, Hunt considera que estas corrientes se encuentran ensimismadas en una idea que ha desplazado la importancia de la revolución, pues para ella “el acento en los orígenes y los resultados ha hecho que la experiencia revolucionaria en si misma parezca irrelevante”^[1], es decir, la autora plantea la idea de que es preciso ver la revolución como tal y no solo estudiar sus orígenes y sus consecuencias, pues el acento de las corrientes criticadas estaba en las causas y consecuencias del proceso, y para nombrar un ejemplo, los estudios marxistas ponen más énfasis en la idea del triunfo del capitalismo por sobre el feudalismo, dejando de lado las prácticas políticas del proceso, siendo que estas prácticas son las que han permanecido en el tiempo.

Otra idea entregada por la autora es la que apela a no superar pueblo de la política, esta idea sigue con la lógica de mirar aspectos más culturales de la revolución, pues ella entiende que la política es practicada en todos los ámbitos, y en este sentido es preciso que el pueblo y la política vayan de la mano y se ponga énfasis en las expresiones del mismo para entender la política de la época.

Otra importante idea entregada por la autora es la de considerar la revolución francesa como un proceso de renovación, pues si bien critica algunas publicaciones anteriores, no niega que fue un proceso que marca un cambio sustancial en la sociedad, un cambio que tenía a los sujetos que formaron parte del proceso debatiendo y formando parte de una nueva cultura política en construcción, dando inicio al debate ideológico y a las prácticas de disputa del poder que eran totalmente nuevas.

Por otro lado, la autora entrega la idea de que la revolución francesa es tan importante al ser el acontecimiento que marca el inicio de una nueva cultura política, es decir, la autora apela a que es en este momento cuando se comienzan a ver los primeros atisbos de las ideologías, y se comienza a practicar la política tal como la podemos observar ahora, y sobre este aspecto Hunt menciona que “los franceses refundaron las categorías del pensamiento social y acción política”^[2], en este sentido la autora apela a la característica inmensamente revolucionaria de este periodo, que destruye lo viejo y construye una nueva cultura.         

Conclusión del artículo: 

La autora concluye su introducción dando nuevamente una vuelta a la idea de que a lo largo de la historia se ha separado el análisis del pueblo y de la política en la revolución francesa, y es en este sentido que ella apela a entender pueblo y política de la mano, enfatizando que la política es representada y significada por el pueblo de diferentes formas, ya que es este el que presencia el acontecer de la revolución.

Pero, por otro lado, también concluye con la idea de que la revolución francesa fue un proceso de cambio muy radical, entendiendo que cambia la lógica de la cultura política y cimienta las bases de la política que actualmente es posible apreciar, argumentando que es en este momento de la historia cuando se da inicio a nuevas categorías que tienen relevancia incluso hasta la actualidad.

Identificación del posicionamiento teórico del autor en dicha lectura: 

Posicionar el libro “Política, cultura y clase durante la revolución francesa” de Lynn Hunt presenta una gran dificultad, pues esta autora se encuentra escribiendo desde la vertiente de la Historia cultural, en este sentido hace fuertes críticas a la historia marxista y revisionista que han replicado constantemente los mismos análisis del proceso, pero hay que destacar que la autora también hace un importante análisis político, por lo cual es fácil pensar que la historiadora se acerca la vertiente de la nueva historia política, entendiendo que estudia las costumbres y símbolos de la sociedad de entonces y como estos practicaba y significaban la política.

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