¿Por qué fracasan los países? Reflexiones sobre el caso colombiano
Enviado por Laura Arbelaez • 3 de Mayo de 2020 • Síntesis • 1.050 Palabras (5 Páginas) • 139 Visitas
¿Por qué fracasan los países? Reflexiones sobre el caso colombiano.
Las preguntas fundamentales de nuestra sociedad actual se refieren al origen y causas de la desigualdad económica mundial, es decir las disparidades en el nivel de renta entre los distintos países y regiones del mundo. Esto es así debido a que, cualesquiera que sean dichas causas, sus implicaciones sobre la vida de millones de personas en el mundo son enormes. La importancia de estas preguntas para las ciencias económicas se hace evidente en el hecho de que la economía (o más bien la economía política, como se llamaba en sus primeros días) nace, como ciencia, a partir del libro del escocés Adam Smith titulado Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones. Hoy, más de dos siglos después, aún seguimos buscando la respuesta a estas cuestiones, lo que demuestra la dificultad subyacente en esta cuestión.
Pese a esto, vale decir que nuestras intuiciones respecto al tema no son muy erradas: cuántas veces hemos pensado “¡Con razón el país está como está!” cuando se destapa algún caso de corrupción, o cuando vemos que se legisla para favorecer los intereses de unos pocos. Sabemos que hay algo mal en las instituciones políticas del país, sabemos que la acción del Estado es vital para sembrar las semillas del desarrollo económico y que la corrupción solo logra menguar el poder transformador de este. Sin embargo, esta intuición es el punto de partida, y necesitamos una teoría que racionalice lo que todos de alguna forma ya sabemos. Para esto, hablaremos de la teoría de Acemoglu y Robinson sobre instituciones extractivas y veremos que la corrupción es solo una de las formas que adoptan esas instituciones que imperan en la sociedad colombiana.
Por instituciones políticas nos referimos, al conjunto de reglas que determinan la distribución efectiva del poder de la sociedad, es decir, determinan quienes pueden imponer su voluntad en la toma de decisiones políticas. En una democracia ideal serían las coaliciones mayoritarias y aquellos representen sus intereses quienes deberían ostentar mayor poder, pero es evidente que en la mayoría de los casos la realidad se aleja mucho del objetivo ideal. Por ejemplo, en el régimen de Corea del Norte, las instituciones políticas permiten que el emperador tenga un poder virtualmente ilimitado, por esto no es de extrañar que pueda obligar a la población a trabajar sin recibir salario, es decir, que puede extraer casi todo el producto del trabajo de casi cualquier norcoreano (https://www.youtube.com/watch?v=IX8rEWetVxk). Algo irónico si tiene en cuenta que, en teoría, el comunismo supone la eliminación de la explotación del hombre por el hombre.
La existencia de instituciones políticas que supongan una distribución limitada del poder se denomina en la teoría de Acemoglu y Robinson Instituciones Extractivas y permiten el surgimiento y mantenimiento de Instituciones Económicas Extractivas. Si todos los norcoreanos tuviesen poder político de facto, exigirían un cambio en las instituciones económicas, se aboliría la explotación a la que son sometidos por parte del dictador y empezarían a exigir bienes públicos que garanticen la igualdad de oportunidades y el crecimiento. Este ejemplo ilustra la lógica detrás de las instituciones políticas que determinan una distribución del sesgada del poder con el fin de que quienes lo ostentan, como King Jong Un, se apropien de la poca riqueza que produce el país; este proceso de apropiación destruye los incentivos de los ciudadanos para ahorrar e invertir, y la posibilidad de que el Estado pueda ofrecer servicios públicos vitales (como la educación) a la mayoría de la población.
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