Primera evaluación parcial, “Gobierno, Políticas y Desarrollo”
Enviado por victormvp • 11 de Diciembre de 2017 • Examen • 4.261 Palabras (18 Páginas) • 252 Visitas
Primera evaluación parcial, “Gobierno, Políticas y Desarrollo”
Revisor: Dr. Mauricio Gutiérrez Cortés
1.- Desarrolle analíticamente un argumento que permita entender el concepto de “Progreso” a la luz del desarrollo del “Estado” y sus transformaciones. Distinga los conceptos clave que considere pertinentes, recuperándolos de sus lecturas.
R= Entender el desarrollo puede ser un proceso sin dificultades para la mayoría de las personas que utilizan este concepto dentro del discurso cotidiano o político. Diariamente escuchamos que la sociedad mexicana debe de estar permeada de progreso en todo momento, para que de esta manera seamos una nación potencia y que marque la pauta en el esquema mundial; Sin embargo, ¿En realidad se está entendiendo lo que conlleva un proceso de progreso y sus bases conceptuales?
Difícilmente esta situación se llega a cuestionar dado que gran variedad de individuos pueden catalogarlo como un simple proceso de cambio o transformación. En este sentido, una vez que se ha profundizado en la concepción a lo largo del curso de Gobierno, Políticas y Desarrollo, es conveniente y necesario que a estas alturas se tenga la habilidad de análisis, identificación y crítica cuando se habla de progreso en el discurso gubernamental.
¿Cuándo se comienza a hablar de progreso? Este cuestionamiento nos ayuda a sentar las bases de que este concepto es una total “inspiración social” de antes del siglo XVII y que está anclado al principio de la modernidad, por lo tanto, es una idea de proyección hacia el futuro que busca ser concretado, es mucho más abstracto, engloba la socialización y sus orígenes radican en fundamentos judío-cristianos con una singular secularización con la ilustración.
Resulta un poco complejo hacer un adecuado entendimiento de la premisa del párrafo anterior, el argumento aquí radica en que el progreso ha estado presente a través de los siglos bajo elementos que se centran en aspectos religiosos y que se vinculan directamente con la fe. En este sentido, cuando se habla de “progresar” lógicamente nos remitimos a trascender en el tiempo en un sentido positivo, es decir, estar en mejores condiciones de las que se tenían anteriormente, sin especificar los medios, procesos desarrollistas o fuentes de cambio que deben de ejecutarse para la consecución del progreso.
Así como también, no se debe de pasar por alto la vinculación que existe entre progreso y la modernidad, dado que uno de los principales fundamentos de los cuales se constituía este proceso histórico en cuanto a ideología, era tratar de solventar la crisis por medio de la racionalidad; Sin embargo, aunque en teoría el ser humano es racional, no exenta de que se puedan atravesar lapsos de irracionalidad que pueden consolidarse y que puede traer como consecuencia una crisis, por lo que, se puede detonar una especie de cadena causal en donde un suceso desemboca en otro, por lo tanto, se puede comenzar a hablar de una deslegitimación de la modernidad si se procede a lo anteriormente mencionado.
¿Cómo se concibe una crisis de la modernidad? La respuesta puede ser bastante sencilla al momento de leerla, pero analizarla, descifrarla y revertirla es todo lo contrario. Significa entrar en un estado crónico de las cosas en donde la crisis se ha normalizado y ya no es de interés desarrollar las potencialidades de una sociedad.
En alusión a lo anterior, ahora se procederá a la segunda parte del argumento, la vinculación de la idea del progreso a la luz del desarrollo del Estado. En este sentido, ya se tiene una ligera percepción de las bases conceptuales del progreso, ahora se hablará del desarrollo y conexión. Ambos conceptos pueden ser utilizados como sinónimos en la cotidianeidad, la percepción que genera es muy similar para aquellos que aún no han desarrollado la habilidad de análisis teórica, conceptual e histórica, no obstante, el desarrollo parte de una idea del progreso, es decir, si queremos trascender a ser una sociedad mejor, consecuentemente necesitamos atravesar un proceso de desarrollo, pero, ¿Cómo?, ¿A través de qué directrices y planteamientos se logrará ser una sociedad desarrollada?
El desarrollo y el progreso no son automáticos, es decir, el desarrollo no está dirigido a todos, lo que nos habla de una fragmentación de sectores en la sociedad que se vincula nuevamente con la normalización del estado crónico de las cosas y con una total ausencia de soluciones claras. (Holton, 1990) Existen diversas maneras de tratar de solventar esta problemática a través del individualismo, la tecnocracia, pero no se tiene un adecuado conocimiento de las condiciones de una determinada sociedad que puede potenciar el desarrollo.
Con base en los argumentos anteriores, el Estado ha atravesado diversos procesos de transformación que siempre han estado anclados a la idea de la consecución del progreso. Para una mejor comprensión de esta premisa nos podemos contextualizar en el Estado mexicano en el siglo XX, donde se adoptó un modelo de proteccionismo económico que se fundamentaba en ser conservador en lo económico y liberal en lo político para posteriormente invertir los polos y que de esta manera se diera esa transición de interventor a regulador, situación que arrojó a que la ideología se centrara en el mercado abierto, es decir, una economía liberal que se ha fundamentado en supuestos teóricos que más adelante se mencionarán. Por lo tanto, toda transformación se da a través de procesos de desarrollo que conlleva consigo la consecución del progreso a través de la racionalidad para solventar las crisis. No quisiera profundizar aún en las características de estos procesos de transformación y todo lo que le es inherente aún, no obstante, en los apartados siguientes se abordarán.
2.- De acuerdo con las lecturas del curso, desarrolle analíticamente la relación entre los conceptos de “Progreso y Desarrollo”, partiendo de la discusión que plantea Guy Peters en relación al rol de la administración pública contemporánea
R= Con base en los argumentos que ya se expusieron en el apartado anterior sobre las bases conceptuales del progreso, se busca desarrollar de manera analítica cual es la conexión que tienen con el desarrollo y en explicar de manera consecuente, el vínculo e incidencia que poseen sobre la administración pública en consonancia con su rol. No obstante, primero es necesario contextualizar al desarrollo como tal.
Desarrollo es una categoría no tan vieja, más vinculada con el Estado-Nación, se plantea en la consideración teórica para generar mecanismos de control estatal. En este sentido, se podría decir que todas las políticas emitidas por el gobierno federal, en el caso mexicano, están orientadas a generar desarrollo para maximizar los índices de bienestar social, sin embargo, al momento de observar la realidad nos podemos percatar que el argumento que se ha venido mencionando sobre la crisis de la modernidad que nos ha obligado a repensar el progreso y el desarrollo es totalmente verídico, dado que no solo las estadísticas reflejan estancamiento social y un estado crónico de las cosas, sino que no existe un interés por potencializar a la sociedad; Sin embargo, eso no quiere decir que hemos dejado de tener capacidades de conducir algunas acciones de desarrollo de políticas, pero, ¿Cuáles son las razones que ameritan que esté sucediendo esto? La respuesta es simple, dado que estamos en una época de crisis en las instituciones con ausencia de credibilidad y niveles de confianza en decadencia, así como también, otro elemento fundamental que ha propiciado a que exista un rezago en las políticas de desarrollo gubernamentales, es que toda acción parte de un enfoque plenamente economicista y racional con indicadores superficiales que no profundizan en la exploración de las cualidades desarrollistas de una sociedad.
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