“Principios de la administración científica” Frederick W. Taylor

Protocolo de lectura.                            

                                       “Principios de la administración científica” Frederick W. Taylor.           

IDENTIFICACION DE PROBLEMA DEL AUTOR:

Taylor comienza a laborar en un pequeño taller de metalmecánica a los 19 años después que tuvo que cancelar sus estudios por problemas en su visión; Durante los 4 años que estuvo en este pequeño taller; aprendió el oficio de mecánico y también aprendió hacer modelos; con 22 años ingresa a los talleres Midvale Steel Works, donde empieza a desarrollar su obra de Administración Científica basada en los procedimientos científicos a la fabricación; Su primer cargo en la compañía fue como operario y en 6 años pudo ascender al puesto de ingeniero jefe.

Desde su comienzo laboral y con la debida experiencia como operario destacado, ascendiendo hasta llegar a ser jefe de taller. Su paso por las distintas líneas de producción le permitió no solo conocer el funcionamiento de la compañía sino vivir las etapas desde ser un obrero raso a un directivo, en el cual pudo identificar la base de los problemas a solucionar en la compañía los cuales son:  

1. los grandes desperdicios del esfuerzo humano que se repiten diariamente a través de errores, mala dirección e ineficiencia. (Taylor, 1911: 10).
2. La miserable vida y del injusto trato social que recibían los obreros por parte de los dirigentes de la compañía “disminuir la pobreza”. (Taylor, 2011: 07).
3. Métodos de administración donde la actitud del empresario es procurar la mayor cantidad de trabajo por los salarios más reducidos posibles. (Taylor, 2011: 19).
4. Como mejorar los métodos de trabajo que se tenían actualmente basados en la administración de pago a destajo o remuneración por jornada los cuales eran un engaño al empresario. (Taylor, 2011: 26).
5. Cambio de mentalidad tanto para el empresario como los empleados a una administración nueva basada en datos y practicas operativas que generan mayor eficiencia productiva, donde el resultado es generar mayores ingresos económicos para los dos.

Estos problemas van de la mano y solo pueden ser resueltos si tanto el empresario como el empleado podían gozar de el “MAXIMO DE PROSPERIDAD”.

Recorrido laboral de Taylor:

1. Aprendiz en Enterprise Hydraulic Works en Filadelfia (1874-1878).
2. Empleado en Midvale Steel Company (1878-1890).
3. Director General de Manufacturing Investment Company (1890-1893).
4. Los restantes años de su vida ejerce su profesión como ingeniero y consultor, con una dedicación especial en Bethlehem Steel Company (1898-1901) y continúa con su labor de asesoramiento y conferenciante (1901-1915).

TESIS DEL AUTOR:

Antes de que publicara “principios de la administración científica” en 1911, en el año 1903; Taylor presentó a la Sociedad Americana de Ingenieros (ASME) un trabajo titulado Shop Management. Donde da su propia definición de lo que debe ser una buena dirección: El arte de la dirección consiste en saber exactamente que se quiere que hagan los empleados y entonces que lo hagan de la mejor manera posible y del modo más económico (Shop Management, 1911, pag.21). este libro viene marcado con muchos detalles sobre los experimentos de Taylor en el taller y su narración es de suma importancia para los especialistas en tiempos y movimientos.

Los grandes estudiosos de la obra de Taylor coinciden en afirmar que el pensamiento de Taylor está contenido básicamente en sus dos primeras obras, El arte de cortar metales y Gestión de talleres, pero, dado que su lenguaje no estaba muy pulido, sus compañeros le aconsejaron que mejorara el texto, algo a lo que se avino y quedó plasmado en su obra más conocida Los Principios de la Dirección Científica. Esta obra principal de Taylor consta de dos partes: los fundamentos del management científico y los principios del management científico. (El origen y significado de los principios de la dirección científica de Frederick w. Taylor y su adopción en Europa en el primer tercio del siglo XX. Pág. 64).

Taylor constata, sin embargo, que en la vida de la empresa no se alcanza el objetivo de sucesivas mejoras en la productividad por las siguientes causas:

1. El prejuicio generalizado entre los trabajadores de que un incremento en la producción de cada hombre o cada máquina traería como consecuencia final el despido de un gran número de obreros. De ahí que, consciente o inconscientemente, practiquen lo que Taylor llamaba el holgazaneo – soldiering-.
2. La ignorancia de los empresarios respecto al tiempo necesario para realizar los diferentes tipos de trabajo es aprovechada por el trabajador para rebajar su rendimiento.
3. Los métodos de trabajo empíricos e ineficaces, basados en recetas –rules of thumb - y que siempre se hizo así, que son aún de uso general en todas las industrias, y con los que nuestros trabajadores desperdician gran parte de su esfuerzo.

El objetivo principal de la dirección debe ser conseguir la máxima prosperidad para el empresario y para cada uno de sus empleados. Este objetivo sólo se puede conseguir obteniendo la más alta productividad posible.

La administración científica se fundamenta en la firme convicción de que los verdaderos intereses de ambos son idénticos, que la prosperidad del empresario no puede existir durante un largo periodo de años a menos que vaya acompañada de la prosperidad del empleado y viceversa; y que es posible dar al obrero lo que más desea – altos salarios – y el empresario lo que más busca: mano de obra barata. (Principios de la administración científica. pág. 19).

En una palabra, la prosperidad máxima puede existir solamente como resultado del máximo de productibilidad. (Principios de la administración científica. pág. 20).

METODOLOGIA DEL AUTOR:

Taylor se centró en desarrollar por medio de experimentos, y su puesta en práctica, un método para dirigir los esfuerzos de los responsables de establecer las condiciones de trabajo estándar. Elaboró técnicas que se plasmaron en manuales de instrucción, especificación de materiales y manejo de los mismos y sistemas de control. El hombre seguiría siendo el centro del sistema y, por tanto, hizo hincapié en que debería buscarse el hombre ideal para un trabajo determinado, considerando siempre las cualidades que poseía en la actualidad y su potencial de aprendizaje. Era necesario, para buscar este hombre y asegurarse de su rendimiento óptimo, una buena supervisión o control; control en el sentido amplio de la palabra, control de la tarea y no de vigilancia sobre la persona. Para ello había que procurar que los supervisores abandonasen su imagen de hombre látigo y ofrecer a los trabajadores un salario más elevado, que sería el resultado de su aumento de productividad.

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