Problemas De Vivienda

Todos soñamos con contar algún día con una vivienda propia. Mientras esperamos ese día, vivimos en casa de nuestros familiares o alquilamos un lugar, con todas las dificultades que ello conlleva.

Junto al costo del alquiler o el valor de las casas, también se observan problemas como las ocupaciones ilegales, el hacinamiento o simplemente la imposibilidad de poder adquirir un lugar donde vivir.

Ya no es una costumbre exclusiva de estudiantes. Pagar un alquiler en solitario se ha convertido en un lujo imposible para muchos españoles que están en la cuarentena. Se ven obligados a compartir los gastos entre dos o tres inquilinos, aunque hay casos como el de José Antonio, que convive, junto a su hijo, con cuatro inmigrantes. "Es vergonzante. Tienes la impresión de que no estás al nivel que la sociedad espera de ti", denuncia un afectado.

¿MISIÓN IMPOSIBLE ALQUILAR UN PISO?

Escrito por Dani

Acabé. Ya soy Licenciado. Matrícula de Honor en el Proyecto Final de Carrera y felicitaciones variadas y variopintas. Alegría y descanso (bueno, descanso no mucho, pero sí alegría). Sin embargo, pronto empezamos con los problemas…

Hoy el post no va sobre tecnología, ni voy a recomendar ningún software. Tampoco diré nada sobre cómo optimizar la utilización del ordenador o sobre cómo utilizar algún recurso del mismo. No. Hoy, esta noche, va de “asuntos propios” (nombre, por cierto, de un programa de radio de RNE que os invito a escuchar).

Es tarde, bastante tarde, pero no puedo dormir. En parte, porque tengo la espalda agarrotada, rígida y contracturada desde el sábado y no puedo moverme apenas; en parte, porque la cabeza no deja de darme vueltas y no paro de pensar.

Para lo primero, ya me estoy hinchando estos días a analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares para aliviar el dolor un poco. De todas formas, me parece que mi cuerpo ya se ha habituado a los medicamentos, porque no parecen surgir efecto alguno ya. Así que sigo recto como un palo y con la espalda que parece una piedra (la tensión acumulada del Proyecto, que tenía que salir por algún lado, dicen algunos).

Para lo segundo, no he encontrado solución. Os cuento el porqué: como recién licenciado y según proyectos varios que me han ido surgiendo, mi próximo destino es Valencia. Ciudad en la que, cuanto antes, debería encontrar algún sitio donde vivir. Pero parece misión imposible. Llevo semanas buscando una habitación, sin resultado alguno.

Admito que fui muy pretencioso al principio: quería vivir solo para poder iniciar mi vida “adulta” y laboral en un ambiente diferente al de la época universitaria. Con menos fiestas y más calma, algo más “serio”. Quería, simplemente, algo pequeño y económico donde poder descansar e invitar a los amigos con tranquilidad. Un pisito de los famosos 30 metros cuadrados. Estaba dispuesto, incluso, a pagar un poco más de lo que tenía en mente a cambio de esa independencia.

¡Qué iluso!

Los pisos en Valencia baratos, simplemente, no existen. No hay cuchitriles a 300 €. Por no haberlos, no hay ni a 400 ni, casi, casi, a 500 (y ojalá alguien me demuestre lo contrario). Lo mínimo en la ciudad son 600 €. Sea lo que sea, desde una habitación con baño hasta algo más grande en algún barrio más popular.

Así que la opción de vivir solo, quedó totalmente descartada. Mi gozo en un pozo y cambio de táctica. Los pisos de estudiantes quedaban, todavía, descartados. No me apetece nada estar en una casa con otros tres tipos con ganas de fiesta y sin problemas de curro, de futuro. Quiero estar con personas que estén pensando en otras cosas (y con eso no digo que no añore la vida universitaria ni que no haya sido una etapa genial en mi vida -la mejor, sin duda-, sólo que ahora mi cuerpo pide otra cosa).

La búsqueda, por lo tanto, se centró en pisos pequeños con dos habitaciones, en los que compartir vivienda con un sólo inquilino o inquilina. Empezamos a surfear por internet y… ¡mierda! ¡¡¡¡sigue siendo carísimo!!!! Convivir con otra persona no baja de los 250 € y llega hasta los 400, que era lo que tenía en mente en principio para mi “estudito”.

Joder, ¿pero qué se cree Valencia? Tiene ya los precios de Madrid y Barna, y han subido hasta esos extremos en apenas unos años. Mucha Copa América, mucha Fórmula 1 y sólo sirven para que

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