Problematicas Socioculturales

CULTURA DE MASAS Y POSMODERNIDAD

El Autor expresa un no rotundo a la posmodernidad consumista justificándolo diciendo que esta avanza con modelos inhumanos , perdida de sentidos, sujetos históricos e identidades territoriales, y destruyendo la dimensión de futuro que es fundamental para cualquier proyecto y para la vida espiritual.

Nos plantea que lo importante es repensar el proyecto de modernidad, reorganizándolo de acuerdo a las necesidades y a nuestro proyecto histórico, ya que con el proceso de la globalización se alimenta un pensamiento único sin pensar en el otro, creando una personalidad de individualismo.

Vivimos en una cultura de masas, en una sociedad posmoderna donde se pierde la identidad ya que el hombre esta más rodeados de objetos que de personas para crear en base al consumo un status social. El autor plantea que ante esto el hombre se entrega a fetiches tecnológicos carentes de sentido y a objetos que no tienen carga cultural, así el consumo avanza sobre la cultura, se introduce en ella y la corrompe sometiéndola a la ley de mercancía; en donde el consumo reemplaza a la moral, lo que genera desigualdad y cada vez mas clases sociales marcadas: los pobres, excluidos del consumo y por otro lado, los que buscan su status social cargando su vida con tarjetas de crédito, policías privados y sistemas de alarmas . Los avances de la tecnología dejan atrás el dialogo y la palabra, la circulación en el ámbito urbano es acelerada y el que obstruye el paso molesta.

A medida que la productividad y la rentabilidad de las corporaciones crecen aumenta la desocupación y el progreso se aleja del hombre, que tiene sueño de abundancia y consume en base a sus futuras ganancias hasta llegar al endeudamiento.

Con esta “neo realidad” así la llama el autor lo único maravilloso es consumir mucho y conseguir de los objetos fuerza,belleza,seducción,estilo y personalidad ya que no son las necesidades y los gustos personales lo que determinan el consumo. El no ajustarse a los modelos de femeneidad, masculinidad y elegancia traen discriminación y fracaso, la belleza física termina desplazando a la belleza moral.

Los medios de comunicación social por medio de la publicidad incentivan el consumismo imponiendo la cultura de masas y haciendo creer que esos valores son universales cuando no responden a ninguna tradición, la información viene preparada y organizada desde las corporaciones multinacionales que son las encargadas de crear las “necesidades” y los “gustos”.

Así nos encontramos que estamos ante una sociedad individualista, sin verdaderos individuos, seres sin personalidad, que desconocen el deseo y las pasiones, buscando en el consumo su estilo personal.

Con esta sociedad consumista se deja atrás la naturaleza y los espacios verdes para dar lugar a los shopping, aeropuertos, supermercados, que no son un espacio público, sino que son abierto al público, que carecen de identidad pero no de dueños ya que son de propiedad privada.

En las últimas décadas muchas cosas se han transformado en la experiencia de los niños, en nuestros modos de representarlos, en los discursos que los tienen por objeto y en las instituciones por las que circulan. En una sociedad en la que la vieja idea de lo nuevo tiende a ser reemplazada por la nueva idea de tener lo último que salió en el mercado, los adultos apenas conseguimos recibir e integrar a los que llegan, que nos superan en distintos tipos de conocimientos.

Podemos decir que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación centrándonos en el contexto de la población infantil, cada vez son de uso más frecuente, en la sociedad de consumo de hoy en día podemos encontrar distintos aparatos tecnológicos en los hogares y fuera

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