Proceso De Paz En Colombia
Enviado por liyitru • 9 de Abril de 2013 • 1.722 Palabras (7 Páginas) • 541 Visitas
¿ES IMPORTANTE O NO LA PARTICIPACION DE LOS EMPRESARIOS E INDUSTRIALES DEL PAIS EN UN EVENTUAL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA?
El conflicto armado se ha venido acentuando en Colombia desde principios de la década de los 60, aunque anteriormente se atravesó por un enfrentamiento en la década de los 50 con la disputa bipartidista, el periodo conocido como “La Violencia”, en el cual Rojas Pinilla puso término a la primera etapa del mismo; se puede afirmar que hace más de un siglo se han presentado dichas disputas, incluso cuando Colombia era denominada la Nueva Granada; este conflicto se puede definir como una manifestación natural debido a la expresión de la diversidad y la complejidad de una sociedad con múltiples intereses, expectativas y problemas entre los grupos que la conforman; nuestro país se ha visto inmerso en un proceso de violencia de progresivo agravamiento, una herencia de guerras civiles entre los dos grandes partidos históricos, generadoras de muchos sentimientos, este choque sectario de los partidos tuvo el agro como principal escenario, lo que dio lugar a la aparición de guerrillas improvisadas que enfrentaban a la Fuerza Pública recurriendo al instinto, a la naturaleza del terreno, al encubrimiento de la noche y al apoyo de la población civil del mismo color político. Ha sido una política de los diferentes gobiernos intentar alcanzar la paz por medio de las vías del diálogo o por las vías de hecho, es decir, confrontándolos militarmente, algunos de éstos grupos irregulares persisten hoy día con los cuales no se ha logrado negociar y son los de mayor importancia y relevancia dentro de este conflicto interno, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN), con otros se logró la paz a través de negociaciones, sin embargo, aún cabe la esperanza de diálogo del gobierno con estos grupos y es así como el en Colombia se han ido propagando nuevas estrategias de negociación política para el cese de guerra, actualmente se le conoce como procesos de paz o de diálogo; los procesos de paz resaltan los esfuerzos de los sectores involucrados para llegar a un acuerdo duradero a largos conflictos.
Desde que Juan Manuel Santos ganó la Presidencia en junio de 2010, sus más cercanos colaboradores sabían que más temprano que tarde se la iba a jugar por la pacificación de Colombia. De hecho, en su discurso de posesión dejó entrever que si se daban las condiciones iba a sacar la llave de su bolsillo, porque la posibilidad de apostar por la paz no estaba en el fondo del mar. Lo que apenas se empieza a entender es que su proyecto tenía un componente distinto al de anteriores intentos de diálogo: la participación activa de los empresarios y los industriales del país.
Aunque desde sus tiempos como promotor de la Fundación Buen Gobierno su interlocución con los empresarios fue parte de la cotidianidad, cuando arrancó su gobierno volvió a contactarlos para conocer sus opiniones sobre la opción de conversar con las Farc. “Fueron reuniones de carácter exploratorio en las que se dieron discusiones sobre el origen del conflicto armado, el papel de los guerrilleros en la actualidad y sus objetivos políticos. La mayoría de los consultados tenían la percepción de que el guerrerismo de las Farc era un impedimento”, recalcó una fuente.
La incidencia del secuestro y la extorsión, y sus métodos de guerra, obligaban a que entre la clase empresarial las Farc fueran percibidas como una organización más cercana al narcotráfico. No obstante, también evidenciaron su convicción de que en el caso de una negociación de paz había que ayudar, pues la tarea más importante en Colombia sigue siendo ponerle fin a la guerra. En esa medida tomaron forma nuevas reuniones, incluso algunas en la Casa de Nariño. En el más completo sigilo, dos empresarios tomaron la batuta: Henry Éder y Luis Carlos Villegas.
El primero, pieza clave del Comité Empresarial del Valle del Cauca y heredero del ingenio azucarero Manuelita. Además, padre de Alejandro Éder, uno de los principales asesores del presidente Santos. Una carta segura para que los ‘cacaos’ de Colombia respaldaran la iniciativa presidencial. El segundo, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y permanente promotor de iniciativas de paz en otros gobiernos. Ellos dos, y otros empresarios, fueron líderes de la cruzada para que sus pares agregaran propuestas para sacar adelante el objetivo presidencial.
El Espectador contactó a algunos de los voceros gremiales que decidieron apoyar la iniciativa y ratificó que su concurso no es únicamente de ideas. Su aporte va desde la oferta de dinero en físico, hasta la creación de empresas o adecuación de tierras como soporte específico en un proceso de paz enfocado hacia el éxito. “De nada vale que la guerrilla entregue sus fusiles si el Estado no puede ofrecer empleo sostenido y actividades económicas para suplir su militancia. Por eso estamos apostando a una idea experimental que nos saque de la guerra”, expresó un empresario que incluso estuvo secuestrado por las Farc.
Y ya existe una idea concreta como punto de partida. “Así como hay una marca país para promover a Colombia como destino turístico o económico, hay que desarrollar
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