Procesos y espacios económicos regionales. Historia económica del NEA

Procesos y espacios económicos regionales. Historia económica del NEA.

Antonio Besil "La economía de la región NEA", publicado en 1978.

Anabella Barreto Oliva

1. ¿Cómo caracteriza en el texto el sistema de regiones argentinas?

2. Explique brevemente por qué el autor habla de "colonialismo interno" ¿considera este enfoque adecuado?

3. Realice un comentario personal sobre el rol geopolítico que el autor asigna a la región y las posibles amenazas externas. (Tener en cuenta que este trabajo  fue escrito en 1978).

1. Besil (1978) caracteriza al sistema de regiones argentinas como un conjunto de islas económicas de poca magnitud, que están relacionadas directa o indirectamente con el polo dominante y los polos menores. El elemento peculiar de la estructura regional Argentina es la falta de comunicación entre las regiones menores, de ahí que se las denomine islas económicas.
2. El autor considera que existe un colonialismo interno porque “se repite dentro de la Argentina el fenómeno de la dependencia de las naciones subdesarrolladas en relación a los centros hegemónicos mundiales”. Se da entre las regiones argentinas una relación de subordinación (Besil, 1978, p. 67).

Personalmente no considero que exista un colonialismo interno en el país, pero si una relación de jerarquía entre las regiones, determinada por la disponibilidad de recursos y la capacidad de influir en las políticas nacionales. Hablar de colonialismo refiriéndonos al S. XX en Argentina conlleva una reificación del concepto colonial olvidando que se trata de una noción con una historia de significaciones que lejos estuvieron de señalar experiencias domésticas de los Estados independientes (Lamperier, 2004).

Durante la década del setenta se popularizó su uso en el marco de la teoría de la dependencia, sobre todo para referirse a una “herencia colonial” de los países sudamericanos que habría facilitado las relaciones de dependencia y subdesarrollo^[1]. Sin embargo, las relaciones desiguales en términos económicos entre países o regiones no son iguales a una relación colonial. Si tomamos una acepción moderna del término como la establecida en el art. 73 de la Carta de Naciones Unidas colonia se refiere a “un territorio cuyo pueblo todavía no ha alcanzado un nivel pleno de autogobierno” . González Casanova (2009)  reúne una serie de discursos sobre lo que los estadistas de todo el mundo consideran “colonia” en la década del 50 y 60 destacando que se trata de una subordinación fundamentalmente política con consecuencias económicas. Este mismo autor se refiere al “colonialismo interno” desde la teoría de la dependencia y la teoría marxista, sosteniendo que  “el colonialismo interno corresponde a una estructura de relaciones sociales de dominio y explotación entre grupos culturales heterogéneos, distintos”. Entre las formas de colonialismo interno  que el autor señala encontramos: la dependencia  de las colonias de un “centro rector” o metrópoli, el aislamiento de la comunidad colonizada, el monopolio del comercio de la colonia por el “centro rector”, el monopolio del crédito, la explotación de la población colonizada, el despojo de tierras, discriminación social y, finalmente, diferencias en los niveles de cultural y de vida (Gonzalez Casanova, 2009, pág. 146).

Concluimos así que si bien podemos encontrar algunos aspectos de un “colonialismo interno” según la teoría de la dependencia, como las diferencias culturares y en los niveles de vida entre la metrópoli (Buenos Aires) y otras regiones (como el NEA), no se puede hablar de una relación colonial estricta que implica, fundamentalmente, el dominio y explotación entre grupos culturales distintos, la explotación económica de la población colonial y el establecimiento de un monopolio comercial por parte de la metrópoli, cosa que no se da al interior de la Argentina.

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