Pruebas Colegios
Enviado por ValeriaCS • 23 de Septiembre de 2014 • 617 Palabras (3 Páginas) • 382 Visitas
Una cosa es saber que el niño “va a jugar” mientras lo evalúan y otra, muy distinta, saber en detalle en qué consiste el proceso de admisión a prekínder. En abril, gran parte de los colegios de mayor demanda estarán tomando exámenes a niños de menos de cuatro años, midiéndoles su madurez y sus habilidades en lenguaje y matemática. Acá las pruebas que les harán.
La proporción impacta: en un colegio del sector oriente de 87 vacantes para prekínder 2014, sólo 25 están destinadas a nuevas familias; el resto de los cupos son para hermanos de alumnos o hijos de ex alumnos. Y a ese colegio, este año, están postulando 200 nuevas familias. ¿La competencia? Feroz, obvio. Porque en los procesos de admisión para niños de menos de cuatro años, confundir una pera con una manzana o poner algunas rayas de menos en vez de algunas más, pasa de ser un juego a determinar el ingreso.
El próximo sábado 6 de abril estará en pleno desarrollo el proceso de admisión al colegio para preescolares (aunque algunos establecimientos ya comenzaron a mediados de marzo). Y también estará en curva ascendente la tensión y la ansiedad de los padres de esos niños que son evaluados por las instituciones educacionales para saber si dan con los parámetros que buscan en sus alumnos.
Uno de los factores determinantes en esa ansiedad paterna tiene que ver con el nivel de incertidumbre sobre lo que realmente tendrán que hacer sus hijos en esa hora o mañana en la que estarán siendo evaluados. Porque una cosa es saber que los van a hacer “jugar” -como aconsejan las profesoras que se les diga a los niños para no estresarlos- y otra muy distinta tener claro que hay, al menos, cinco áreas en las que los postulantes serán analizados, y que dentro de esas cinco áreas hay una serie de pruebas que tendrán que realizar.
Madurez. Lenguaje. Motricidad. Razonamiento visoespacial. Pensamiento lógico- matemático. Todos los colegios con alta demanda van por lo mismo. La diferencia está en el tipo de prueba que realizan para establecer el grado de habilidad del niño en cada una de esas áreas. Es decir, a esa edad se espera que sepan dibujar con algunos detalles a su madre o a ellos mismos (madurez); que sepan enumerar o dibujar cinco círculos dentro -no fuera- de una estrella (pensamiento lógico-matemático); completar oraciones simples del tipo “la luna sale de...” (lenguaje) y saber tomar el lápiz (motricidad), que son parte de la batería de exámenes que habitualmente hacen los colegios.
De acuerdo a los mismos establecimientos, las habilidades en cuestión son las que debiera tener cualquier niño de menos de cuatro años. Sin embargo, cada vez aparecen más especialistas que abordan este tipo de exámenes con mirada crítica. Sylvia Langford, sicóloga y experta en el tratamiento de niños con trastornos de aprendizaje y conducta, dice que no es posible “medir la calidad de un niño si son 10% genética,
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