¿QUÉ SIGNIFICA SER UNIVERSITARIO?
Enviado por Elpinchechamaco • 23 de Febrero de 2018 • Reseña • 770 Palabras (4 Páginas) • 261 Visitas
¿QUÉ SIGNIFICA SER UNIVERSITARIO?
Albarrán Alonzo, Narcedalia. Citado por León Santander, Roberto. (2005). Ética y Valores 1. ST editorial, primera edición, México, DF. Págs. 58-59
En una época donde el signo de progreso individual se mide en función del patrón moneda, ser universitario y en particular, estudioso de las ciencias sociales, resulta poco redituable, según el criterio silvestre.
Sin embargo, emprender la odisea de matricularme en esta casa de estudios, no obedeció al ánimo de apostar por la sociología o la comunicación como la plataforma que permita poblar los bolsillos de dinero, sino de satisfacciones que no obedecen a la lógica de la cotización pero sí al sistema de aspiraciones propio.
Evidentemente, a ninguna de las dos licenciaturas se le puede considerar “lucrativa”, por lo que al abordar este tren me quedó muy claro que el pasaje no incluía al futuro promisorio como destino, sobre todo cuando en el camino, descubro a Monsiváis llamando la atención acerca de la existencia de más comunicólogos que mexicanos.
Así, con cuestiones de esta índole como limitación, el significado de ser universitario, para mí, gravita en la necesidad de obtener una formación distinta a la de las personas que me formaron en el entorno inmediato, a las que su historia particular les vedó la posibilidad de materializar parte de los sueños proyectados en materia académica y que, aún con todo, crearon las condiciones para que su prole no quedara en el intento.
Entonces ser universitario era visto como símbolo de estatus, alguien que obtenía el reconocimiento de los demás y por lo mismo, su praxis ofrecía la posibilidad de cambiar de ubicación dentro de la escala social.
Actualmente, tal condición se ha ido devaluando al igual que el peso frente al dólar, en buena medida por el desinterés de los gobiernos para invertir en la educación de su pueblo, condenando a las universidades y demás instituciones a subsistir con presupuestos austeros que atentan contra la calidad de los servicios que ellas ofrecen.
Aún con todo, para mí, ser universitario significa trascender el espacio doméstico en aras de consolidar un fragmento de proyecto personal, confiando en que la educación proporcionada por el Estado me ayude a concretarlo. Esto, obviamente, no sugiere que mi condición de universitario me permita aspirar a ocupar otro espacio dentro de la escala social. Aunque, en honor a la verdad, tengo la certeza de que un día me situaré en el mercado laboral con el entusiasmo de cualquier incauto para corroborar que la trayectoria académica que me ha llevado a ese punto no será retribuida con un salario decoroso. En este sentido, la diferencia entre ser taxista, tortero, cualquier hijo de vecina o universitario, probablemente esté dada por la cantidad de monedas que cada uno pueda reunir explotando su práctica cotidiana, lo cual nos coloca frente a una desventaja considerable, si nos ubicamos al ras del sentido común; pero si de ir más allá de éste se trata, entonces, la experiencia de ser universitario brinda la posibilidad de una historia pletórica, rica, en conocimiento, emociones y de compromiso moral e intelectual.
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