¿Que posibles relaciones se pueden establecer entre la política y el tiempo?
Enviado por LALAMARKSMAN • 26 de Noviembre de 2018 • Apuntes • 3.122 Palabras (13 Páginas) • 244 Visitas
[pic 1]
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ADMINISTRATIVOS
CÁTEDRA: INTRODUCCIÓN A LAS CIENCIAS SOCIALES
¿QUE POSIBLES RELACIONES PUEDEN ESTABLECERSE ENTRE LA POLITICA Y EL TIEMPO?
Ensayo
PROFESOR: ALUMNA:
EDGAR PÉREZ PEREIRA RAULMARI MARKSMAN
C.I: 20555456
Septiembre, 2018
Si se parte de que el tiempo es el transcurrir de las horas, días, semanas, años, siglos, en donde ocurren sucesos que marcan la actuación de los hombres y de que la política es la posibilidad de encauzar la memoria para determinados fines, se puede afirmar que existe una íntima relación entre el tiempo y la política.
Es evidente que los griegos fueron creando algunos valores y esquemas que se hallan en la tendencia a racionalizar las relaciones de poder en la sociedad en busca de un equilibrio armónico y eficaz. Esto dio origen a un conjunto de teorías y prácticas políticas vinculadas con el concepto del poder y de gobierno como un acuerdo entre hombres libres y por lo tanto base de lo que hoy llamamos democracia.
En efecto, el mundo occidental lleva dentro esas raíces griegas, muy profundas, muy arraigadas. Si observamos al Imperio Romano, su originalidad no reside en el territorio sino en el sistema de organización política empleado y que asimilo de ellos. De allí que racionalizó los deberes y derechos de los súbditos hasta constituir uno de sus pilares importantes: el Derecho. Las teorías políticas a partir del siglo XIII deben mucho a los principios jurídicos procedentes del mundo romano.
Podemos tomar un ejemplo reciente. En nuestro país, los que hoy gobiernan se han valido de la figura del máximo líder de la independencia como el motor central de su política. ¿Por qué? Porque aunque eso ocurrió hace unos doscientos años atrás, es un factor de integración nacional. Se observa en este caso que el tiempo y la política se hacen presentes cuando se concibe el tema de la acción como necesario para la vida política.
De ahí que, el tiempo, que borra o deja huella sobre una determinada acción colectiva, es fundamental para la vida política de una sociedad. Olvido, y memoria, esa que nos permite recordar hechos, ideas, sensaciones, relacionadas
-1-
con el pasado según De la Vega y Zambrano (2009); son dos elementos, en este sentido, con los cuales la política entendida como la capacidad de organizar el disenso y el conflicto, se enfrenta, y es el tiempo el elemento que nos indica el grado de disenso y de conflicto en una sociedad determinada.
El tiempo es fundamental para la vida política de una sociedad. Los hechos o sucesos trascendentales que marcan la vida de los hombres se quedan en su memoria y afloran en el recuerdo. El tiempo es el elemento que nos indica el grado de disenso y de conflicto de una sociedad determinada y su posible acrecimiento o su disolución. Del mismo modo, como se enfrenta al problema del olvido o del recuerdo de sus disidentes se inscribe en los debates políticos, en los regímenes
Totalitarios y democráticos para conseguir su legitimidad
. Ahora, el tiempo fluye del pasado al futuro y es irreversible. Lo que queda es la memoria de los hechos que cada hombre recrea subjetivamente. Olvido y memoria son, en este sentido, dos elementos con los cuales la política se enfrenta
La política como actividad del hombre que tiene como fin el gobierno de su grupo social, se puede decir que nació con el hombre, cuando surgieron los primeros grupos organizados en el neolítico, unos diez mil años antes de Cristo. Pero, como ciencia del gobierno nace en el Siglo IV a. de C. cuando el filósofo ateniense Platón escribe "La República" en el 377 a. de C. y 50 años después su discípulo Aristóteles escribe su obra "Política" entre los años 330 y 323 a de C. Ellos sentaron las bases de la política como disciplina destinada a estudiar las distintas formas de gobierno y la participación del ciudadano en la conducción del estado.
De hecho, la historia política de la humanidad viene a confundirse con la sucesión de los distintos modelos de dominación que desde tiempo inmemorial unos hombres han ido imponiendo a otros. Desde el mismo momento en que
-2-
surge el poder se da una división automática entre gobernante y gobernados, Aparece así la división de la comunidad entre aquel o aquellos que disponen del dominio y los que se someten, de grado o por fuerza, al criterio de los que gobiernan. La existencia del poder se hace realidad al encarnarse en una persona o en una institución. En ambos casos, ya sea poder personalizado o poder institucionalizado, su efecto es el mismo, si bien la forma que se adopte puede ser muy diferente por los gobernados mediante su consentimiento, como en democracia; apoyado o ejercido en interés a un sector minoritario, como ocurre en las oligarquías; o cuando es asumido por una sola persona, como ocurre en la monocracia. (Paniagua)
De ahí que, a lo largo del proceso histórico de la humanidad se observa como han ido cambiando las formas de gobernar debido a los cambios y las luchas sociales que han ido ocurriendo: monarquía, república, dictaduras, parlamentarismo, presidencialismo, democracias, en otras palabras podría decir que la política ha evolucionado a través del tiempo
De esta manera, la relación entre tiempo y política se hace patente cuando concebimos el tema de la acción como primordial para la vida política. El tiempo, es lo que permite ubicarnos en un aquí y ahora con la certeza de que ese aquí y ahora tiene una duración. A pesar de que las acciones mantienen cierta regularidad, cambian sus ritmos, sus duraciones; se nos presentan unas veces como contemporáneas y legibles, y otras veces como lejanas e ilegibles. EL tiempo se convierten en un problema para regular la información en los regímenes políticos, los cuales pretenden construir la historia para legitimar su poder, es decir la historia en estos casos sirve para demostrar un poder obtenido, no por guerra o violencia, sino por consenso, armonía o necesidad.
...