¿Qué Significa Ser Siútico Y Cuál Serían Sus Principales Características?

Ser siútico, según Óscar Contardo, abarca más que el significado que le da la Real Academia de la Lengua Española, que la define “para una persona que presume de fina o elegante o que procura imitar en sus costumbres o modales a las clases más elevadas”.

Para Contardo, ser siútico es pretender ser lo que no se es, aparentar ser más culto y saber más de lo que en realidad se sabe, sin un resultado necesariamente efectivo.

Es quien concentra sus energías en acatar reglas, difundirlas y difundir que las acata, porque en eso se basa su pensamiento: tiene que demostrar que es superior.

El siútico es aquel que presume su conocimiento cuando nadie le ha preguntado por él, el que procura modular todo muy bien, pensando que eso es símbolo de pertenecer a lo que aspira, cuando en realidad es lo que lo delata. Es el que abusa del vocabulario, adornando y rebuscando todas las palabras; habla con refinamiento, queriendo aparentar un mayor conocimiento y elaboración, pero sin ningún sentido, porque no le basta con decir “tema”, sino que dice “temática”. Oculta de dónde viene, porque piensa que así será aceptado.

Siempre está tratando de deslumbrar al otro, en el ámbito más trivial que a alguien se le pueda ocurrir, hablando mucho –incluso de cosas que no entiende-, imitando a los demás.

Un siútico invita a comer caviar, pero del más barato, porque no puede invitar a comer pollo con arroz, ya que eso sería demasiado común o vulgar y sería reflejo de una clase social a la que pretende no pertenecer.

Lo que revela a un siútico es que, a diferencia de alguien que pertenece a la clase alta, el primero demuestra que es parte de esta clase despreciando a la inferior, como mostrando superioridad, mientras que la persona de clase alta, austera, no hace alarde de su posición social. Expone su ascenso a costa de la inferioridad de otros, los ensombrece y piensa que la explotación y el maltrato son símbolos de estatus. Es quien le dice “maid” a la empleada y no le paga las imposiciones.

Porque solo un miembro de la clase alta sabrá distinguir la diferencia entre decir “Larraín” o “Larrein”, y eso es una de las cosas de las que el siútico carece, porque su pretensión es lo que justamente lo lleva a ser descubierto.

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