REFLEXIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS EVALUATIVOS

REFLEXIÓN SOBRE LOS PRINCIPIOS EVALUATIVOS

Primordialmente coincido con algunos autores que la mejor forma de definir la evaluación es entender que es  un sistema mediante el cual el profesor debe ir recogiendo datos en el día a día del aula para obtener toda la información necesaria acerca del funcionamiento de las actividades propuestas, de la actitud de los alumnos en la clase, de su motivación, de su disposición, etc. Una vez que se ha observado y recogido la información, el siguiente paso debería ser el de tomar las decisiones oportunas para mejorar el desempeño de los alumnos y las actividades. Por tanto, un aspecto trascendental de la evaluación es establecer en qué medida la clase funciona y, en caso de que se adviertan problemas, qué procesos o componentes del curso necesitan ser modificados y en qué sentido. Además, es preciso que los docentes nos formemos en el ámbito de la capacitación y sepamos reconocer los diversos tipos de evaluación respondiendo cada uno a las diferentes necesidades. 

Según lo trabajado y visto el día de hoy en nuestro curso, creo que lo más importante es que exista coherencia entre lo que los profesores hacen en las aulas y las pruebas que los alumnos deben realizar para demostrar que han asimilado los contenidos. En este sentido la evaluación del alumno debería ser, por lo tanto, coherente y estar siempre en función de la metodología utilizada en el aula. Es decir, trabajar en el aula y evaluar ese trabajo utilizando la misma línea metodológica. No se pueden llevar al aula ejercicios, por ejemplo, de expresión oral en los que el alumno interactúa con otros compañeros y luego presentarle un ejercicio en el examen de mera discriminación sintáctica porque se sentirá inseguro ante ejercicios a los que no está acostumbrado, y difícilmente establecerá relación entre lo aprendido y lo que se le está preguntando. Entiendo entonces por coherencia entre evaluación y la enseñanza en el aula cuando los procesos de evaluación de los alumnos, es decir, las herramientas que utilizamos para, a través de ellas recoger los datos, son familiares al alumno. Entonces lo hecho en el aula y la evaluación deben tener ejercicios, actividades o tareas con las mismas características. Otra situación que reforcé en la clase del día de hoy es que debemos proponer actividades que permitan llevar a nuestros estudiantes de lo simple a lo complejo, de lo concreto a lo abstracto y desde los niveles inferiores a los niveles superiores del pensamiento. Todo esto debe considerar el tiempo para su ejecución para que sea operativo dentro del aula.

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