RESPETO DE LA VULNERABILIDAD, PRIVACIDAD Y CONFIDENCIALIDAD
Enviado por Sofia Ramírez vasquez • 15 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 901 Palabras (4 Páginas) • 324 Visitas
RESPETO DE LA VULNERABILIDAD, PRIVACIDAD Y CONFIDENCIALIDAD
“Vulnerabilidad” es un término de origen latino que deriva de vulnerabilis, que significa “algo que causa lesión”1, es decir, la susceptibilidad a ser lesionado o herido, al reconocerse como vulnerables, las personas comprenden la vulnerabilidad del otro, así como la necesidad del cuidado, de la responsabilidad y de la solidaridad, y no la explotación de esa condición por parte de otros. Con base en esto una persona estará en situación de vulnerabilidad cuando su dignidad o integridad esté en situación de peligro. Frente a este escenario, el artículo 8º de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (DUBDH) dispone: La vulnerabilidad humana debe ser tomada en consideración en la aplicación y en el avance del conocimiento científico, de las prácticas médicas y de tecnologías asociadas. Los individuos y grupos de vulnerabilidad específica deben ser protegidos y la integridad individual de cada uno debe ser respetada1.
La persona es un ser autónomo, y, por lo tanto, es un ser capaz de tomar decisiones y decidir qué información quiere mantener reservada o quién puede acceder a sus datos personales. Intimidad y privacidad se enlazan y entrecruzan con valores como dignidad, libertad e igualdad, proyectándose como derechos inherentes al ser humano. Son elementos esenciales de la persona2.
La protección de la intimidad se hace efectiva mediante la confidencialidad, y este último es un derecho que la persona confiere para que la información sea accesible solo para aquellos autorizados en caso de tener acceso a ella. En Medicina y en general en las ciencias de la salud, la confidencialidad hace referencia al uso limitado de la información clínica y social que tiene el personal sanitario del paciente. El de privacidad hace referencia a la protección de la autoimagen, fundamentalmente pública, a la que tiene derecho todo individuo y que constituye, después de la propia vida y la salud, el valor más preciado de la persona, al que ha dedicado gran parte de sus esfuerzos. Sin embargo, así como a todo derecho se le reconocen ciertos límites, tampoco el derecho a la privacidad puede ser considerado como absoluto, puede haber excepciones al deber de secreto por razones de bien común, de evitar riesgo a terceros o de protección de mayor daño al propio individuo.3 Estas ideas están profundamente relacionadas con la idea de confidencia.4 Por lo tanto, podemos decir, que la confidencialidad se basa en tres pilares: El primero es el derecho a la intimidad, comentado antes, y que es un derecho que el paciente puede preservar hasta donde él crea necesario. El segundo, el de la confianza. Los pacientes necesitan tenernos confianza para explicar lo que les pasa. Los sanitarios somos confidentes necesarios y, debido a esto, estamos obligados a guardar el secreto profesional. El tercero es la lealtad al paciente que nos debe obligar a respetar su intimidad y su autonomía.5 La obligación de guardar la confidencialidad afecta tanto al personal sanitario, como al personal de atención al usuario.
...