Reconocmiento del estado de palestina
Enviado por maria fernanda casallas gonzalez • 8 de Marzo de 2021 • Ensayo • 3.874 Palabras (16 Páginas) • 86 Visitas
EL RECONOCIMIENTO DEL ESTADO PALESTINO. Implicaciones
regionales de un paso hacia el derecho regional1
Palabras clave: Naciones Unidas, Estado, ocupación, conflicto, negociación.
1. INTRODUCCIÓN
Desde diciembre de 2010, la discusión acerca del reconocimiento del Estado Palestino por
parte del sistema internacional y en particular de América Latina, volvió a sentarse en la
arena diplomática. Ya, a partir de la Declaración de Argel, en noviembre de 1988, se había
dado el primer capítulo de esta discusión, luego de que el líder palestino, Yasser Arafat,
proclamara la creación de un Estado que se circunscribiera a los límites resultantes de la
primera guerra árabe israelí y reconocidos por las Naciones Unidas como límites del Estado
de Israel y el Estado Palestino. En esta primera parte, casi 90 Estados, la mayoría árabes, de
la esfera soviética y del grupo de los No Alineados, reconocieron inmediatamente al Estado
Palestino sobre las fronteras de 1967. En el grupo que hizo estos primeros reconocimientos,
se encontraba Nicaragua y Cuba, luego se sumaron República Dominicana, Venezuela y
Costa Rica, dentro del contexto latinoamericano.
A finales de 2010 el tema volvió a tomar auge. En principio, debido a un interés diplomático
palestino por movilizar a la comunidad internacional de una manera más activa, en la
resolución del conflicto palestino israelí, estancado hace más de una década. Este interés ha
llevado a ofensivas diplomáticas en España, Alemania, los países Nórdicos y Francia que
han motivado declaraciones favorables a un posible reconocimiento en el futuro. En
América Latina tuvo eco, coincidiendo en el reconocimiento del Estado Palestino por la
mayor parte de los países suramericanos al finalizar 2010 y los primeros días de 2011. El
objetivo global de la diplomacia palestina es preparar el terreno ante las Naciones Unidas
para que se haga un reconocimiento pleno del Estado Palestino, el próximo mes de
1 Este documento forma parte de la serie “Informativo” del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Asuntos Políticos de la
Universidad Militar Nueva Granada. Su elaboración final estuvo a cargo del Dr. Luis Alexander Montero Moncada, miembro de este
Centro Académico. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan
necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Militar Nueva Granada.
842
septiembre por tarde, al interior de dicha organización y se le dé continuidad a las
Resoluciones 181, 242 y 338 fundamentalmente. En ese sentido, el presente informativo
pretende hacer una lectura de los reconocimientos latinoamericanos a partir de en primer
lugar, una caracterización del conflicto que permita una diferenciación teórica y de allí,
tomar herramientas del derecho internacional público; en segundo lugar, una referencia a
los reconocimientos latinoamericanos y para finalizar, en tercer lugar, con una mención a la
posición e implicaciones de Colombia frente al tema.
2. ¿CONFLICTO INTERNO O CONFLICTO DE OCUPACIÓN MILITAR?
CONTEXTO GENERAL DEL CONFLICTO PALESTINO - ISRAELÍ
Infortunadamente, el desconocimiento que se tiene sobre temas relacionados con regiones
estratégicas del sistema internacional, permite que se hagan análisis ligeros de situaciones
que en realidad son muy complejas. Esa problemática ocupa también al estudio del
conflicto palestino – israelí, de manera que se generan no pequeñas distorsiones de análisis,
distorsiones que siguen el camino de las explicaciones mayoritarias y populares.
Un estudio concienzudo de este conflicto, debe partir por precisar que no se trata de un
conflicto milenario ni religioso. Si bien es cierto que el conflicto toma matices históricos,
hay que centrar sus causas inmediatas en Europa del siglo XIX y las corrientes liberales que
originaron brotes nacionalistas, como los que facilitaron el nacimiento alemán, y que para
el caso fueron la génesis del Sionismo, movimiento nacionalista que involucraba a los
europeos – judíos, occidentales y orientales, y que buscaba la creación de un hogar nacional
judío. En esta tarea, se mencionaron múltiples soluciones para este Estado, que iban desde
regiones de Polonia, hasta la Patagonia, Madagascar, Uganda y la misma Palestina, tal y
como se evidenció en el Congreso de Basilea, durante la gran conferencia que definió el
norte político por seguir. Sin embargo, no fue sino hasta cuando la dirigencia sionista fuera
francesa e inglesa – y no de Europa oriental como lo era originalmente en manos de
Theodor Hertzl, fundador mismo del sionismo- cuando se encaminaron los esfuerzos hacia
la creación de un hogar nacional judío, para los europeos – judíos originalmente en
Palestina, al interior de la reciente rica región petrolera del Medio Oriente. Esta nueva
dirigencia sionista facilitó acercamientos oficiales con los gobiernos ingleses y franceses,
sus propios gobiernos originales, de manera que se materializó el interés británico por
ocupar las posesiones Medio Orientales – que para la época pertenecían al Imperio
Otomano-, controlar el potencial petrolero y facilitar la creación de un Estado aliado como
sería el futuro Israel. Así nació el compromiso formal, firmado bajo el nombre de la
Declaración Balfour.
En segundo lugar, el conflicto no es religioso bajo dos presupuestos básicos. Por una parte,
es imposible asociar una idea nacional con la profundidad y complejidad misma del
concepto de nación, exclusivamente a una idea religiosa. Autores que van desde Anderson,
pasando por Renan o Gellner y finalizando con Hobsbawm, coinciden a la hora de afirmar
que una nación se compone de elementos que incluyen efectivamente la religión, pero que
ésta no puede ser nunca el componente exclusivo ni el elemento de anclaje. Afirmar lo
contrario, sería por ejemplo: sugerir que un alemán, de creencias judías, defendió
superficialmente la idea de Alemania durante la primera guerra mundial, cuando 3
precisamente lo que se demostró fue lo contrario, que los alemanes, franceses e ingleses de
creencias judías, que combatieron en la gran guerra, lo hicieron defendiendo sus intereses e
identidades nacionales europeas. Por lo tanto, la religión judía no pudo ser tomada como
punto de referencia para
...