Reflexiones; ambiente y constitución

Reflexiones; ambiente y constitución.

Rolando Fonseca; Nazly Moncada^[1]

Las sociedades establecen formas de organización en un intento de gestionar y administrar la producción necesaria para el normal desarrollo de sus individuos. A estos sistemas se les conoce como modos de producción. En el transcurso de la historia han existido diferentes modos de producción, y en un esfuerzo por entender el estado del arte de la sociedad moderna se plantea una línea histórica con 4 grandes sistemas productivos; el comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo y el que perdura hasta el día de hoy, el capitalismo. Cada uno de estos modos de producción necesitan una directriz ideológica y de comportamiento para su desarrollo, y es en este sentido que aparecen cartas magnas que sustentan todo la producción legislativa y operativa para sus comunidades. En Colombia, un estado república, a dicha carta se le conoce como Constitución Política. En este marco, es posible dimensionar la importancia y trascendencia que representa una constitución política, y en las próximas líneas intentaremos abordar desde diferentes aristas la constitución política de Colombia, con la idea de brindar insumos de análisis sobre su pertinencia hacia las necesidades del pueblo latinoamericano.

Empezamos caracterizando la coyuntura internacional en el momento que se instaura nuestra constitución, por allá a comienzos de la década de los 90. Luego de la devasta destrucción producida por la segunda guerra mundial, Estados Unidos de América se consolida como una potencia mundial gracias al plan Marshall que buscaba la reconstrucción de la Europa occidental. La demanda de bienes y servicios era muy grande, y EEUU logra instaurar todo su aparataje financiero, productivo y extractivista en sitios estratégicos del globo. A esta dinámica de imperio se le contrapone otra gran fuerza al otro lado del mundo, los rusos. Con la idea de demostrar al mundo quien tenía más poderío como estado, estas dos superpotencias empiezan una carrera de producción armamentista a una escala abrupta, proceso al cual se le conoció normalmente como La Guerra Fría. Antes de terminar la década de los noventa, termina la guerra fría. Y de forma casi cómplice, se da la caída del muro de Berlín, dando muerte al proceso socialista de la Alemania Federada. Estos dos sucesos son el génesis del modelo económico neoliberal que potenciado por organizaciones como la ONU, el FMI o el BID por nombrar solo algunos, se posiciona como el sistema hegemónico económico en casi la totalidad de estados en el mundo.

Del neoliberalismo.

La división internacional del trabajo se agudiza cuando se implementa el neoliberalismo como sistema de dirección económica. A los países mal llamados “en vía de desarrollo” se les atribuye las funciones del sector primario de la economía, especializándose sobre todo en actividades de extracción. Por otro lado, los países que históricamente han tenido un poder político y militar superior, toman un rumbo más hacia la transformación de recursos y producción de servicios, siendo estos los que dejan mayor valor agregado en la cadena productiva y de distribución. Esto da paso al surgimiento de bloques económicos tanto o más grandes que muchos estados, y es allí donde empieza la oleada privatizadora de las instituciones públicas que usando estrategias de enajenación de la población frente a las formas de producción como la tercerización de funciones, impajaritablemente agudizan las contradicciones sociales en la población. Propiamente en Colombia, la materialización de esta forma de comportamiento económico se refleja en la Constitución Política de 1991.

Sobre el ambiente.

¿Es la constitución colombiana, una constitución ambiental?

Primero definamos el concepto de ambiente. Muchas veces se asocia a la simple idea del entorno ecológico en el que se desarrollan las sociedades, pero cuando nos referimos al medio ambiente, tenemos que abordarlo desde el pensamiento holístico en un marco de totalidad. Augusto Ángel Maya plantea que la cultura es un suceso mismo de la actividad ecológica, y en este sentido si la cultura de una sociedad determina que es necesario hacer una transformación radical de su entorno, esta transformación es propia de la dinámica ecológica, porque el humano es ecología. Desde esta perspectiva, el medio ambiente es prácticamente todo. Todas las sinergias que se produzcan en un marco temporal, en un espacio determinado, con manifestaciones tangibles e intangibles, dan como resultado un medio ambiente. Así entonces, podemos afirmar que la constitución colombiana es ambiental. Ahora bien, si preguntamos de otra forma como; ¿la constitución colombiana protege su patrimonio natural? Aquí se nos plantea un escenario bastante diferente.

Constitución.

La constitución se compone de 380 artículos, de los cuales cerca del 10 %, es decir, un poco más de 30 hablan en términos de gestión de los recursos naturales y afines. Pero la cantidad de artículos no nos dice nada, y por eso es necesario que abordemos de manera sucinta algunos de estos artículos. Esto lo intentaremos en dos momentos, uno primero donde citaremos los artículos que traten la dimensión ambiental a manera de resumen ejecutivo, y luego tomaremos algunos de los más representativos y los desglosaremos más a detalle. La lista que proponemos a continuación tiene un carácter ambiguo y subjetivo, esto debido a que algunos de los artículos que elegimos no exponen taxativamente su funcionalidad en la gestión de los recursos, pero de alguna forma encontramos una estrecha relación, principalmente asociada a la funcionalidad de las instituciones del estado.

...