Reivindicación femenina en el sector artístico de México

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Reivindicación femenina en el sector artístico de México: Segunda Entrega Joanna Alessandra Terán Hernández

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Expresiones culturales Latinoamericanas Grupo 3

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey Campus Aguascalientes

Lunes 26 de Octubre 2020.

Introducción

Las mujeres han sido en todos los tiempos creadoras de conocimientos, sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XX se hace un gran esfuerzo para reconocer la participación femenina mexicana en diversos ámbitos artísticos; el motivo es este: la mujer como objeto artístico es infrarrepresentada, sin embargo, la cifra de obras expuestas creadas por mujeres resulta desoladora. Los museos son espacios sociales con una alta densidad simbólica y con vocación pública, y como tales, es posible aplicar un estudio de género de estos lugares

¿acaso estos son lugares feminizados? El reporte publicado por el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM en el año 2016, menciona que el porcentaje de estudiantes mujeres en la carrera de Artes Visuales en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, es representado por un 65%, sin embargo en los museos el 60% de las obras que se exponen son pertenecientes a un hombre, ¿cómo es posible que exista mayor presencia femenina en las carreras de artes, y su ausencia en los museos y espacios de exposición en el país? Este hecho nos permite comprender una desigualdad reconocida, pero no solucionada. La presencia de las mujeres en el espacio artístico en México ha tenido una lucha doble: en primera instancia, la mujer se ha tenido que enfrentar a un sistema machista que permea tanto lo social como lo personal, y, por otra parte, la continua lucha ante el escaso apoyo por parte de las distintas instituciones culturales y los espacios de exposición.

Argumentos

La razón de la subrepresentación de las mujeres en la historia del arte tiene que ver con tres amplios conceptos: patriarcados, estructuras y estereotipos. Las sociedades occidentales suelen estar dominadas por ideas incrustadas en los patriarcados. Un patriarcado puede definirse como "una forma de organización social en la que los hombres tienen más poder y dominan a otros géneros". La subrepresentación de las mujeres artistas no es un tema nuevo. El tema ha sido planteado muchas veces antes. En 1984, por ejemplo, un grupo de mujeres artistas anónimas americanas, conocidas como las Guerrilla Girls, crearon una serie de carteles activistas. La formación del grupo se creó en respuesta a la "Encuesta Internacional de Pintura y Escultura" en 1984 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Esta exposición incluyó el trabajo de 169 artistas, de los cuales menos del diez por ciento eran mujeres.

Las mujeres no sólo fueron excluidas del canon de la historia del arte, sino también del arte mismo. Aunque hacer arte se percibe a menudo como una actividad libre y autónoma, parece ser lo contrario. La creación de arte se produce en una situación social, en estructuras sociales, y está determinada por instituciones como las academias de arte. En México, es casi imposible que las mujeres alcancen la excelencia y el éxito de los artistas en pie de igualdad con los hombres, independientemente del nivel de su talento. En su ensayo "¿por qué no ha habido grandes mujeres artistas? Nochlin (1988) explica los diferentes mecanismos de exclusión, que están presentes en el sector del arte y en la propia sociedad: nunca se alentó a las mujeres a seguir una carrera profesional. Al contrario, tenían que ocuparse de las tareas domésticas y de la maternidad. Así pues, las condiciones

sociales, culturales y prácticas para que las mujeres fueran artistas no existían en los siglos XVIII y XIX y, por consiguiente, no se las incluyó en la historia del arte.

La desigualdad de oportunidades para las artistas de México las ha orillado a buscar espacios distintos al de los hombres para desarrollar su trabajo. Varias son las razones que han esgrimido estas artistas ante dicha situación, tales como la coyuntura sociocultural abierta por movimientos de liberación femenina, y la creación de espacios galerísticos para mujeres y talleres de arte feminista. “Una de las causas de la invisibilización de las mujeres artistas es, precisamente, que en los currículos no se estudia la genealogía de las mujeres. El hecho de que se obvie la existencia de mujeres y que se ensalce la existencia de varones es una injusticia histórica que debe solucionarse de manera urgente” (P. Foronda, 2019).

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