Relaciones en la adolescencia

RELACIONES EN LA ADOLESCENCIA

F.R.G.

      Bien sabemos que como seres humanos necesitamos pertenecer a un grupo, para sentirnos aceptados, obtener reconocimiento e ir forjando lazos. En la adolescencia, cuando ya no eres niño ni adulto, sino más bien estás en el medio, con sentimientos de total incomprensión, muchas veces de descontento, ya no quieres estar apegado a tu familia todo el tiempo, te parece aburrido lo que antes era diversión total, te avergüenza muchas actitudes que antes eran comunes entre tus pares, en definitiva no sabes bien qué es lo que quieres, pero sabes que lo que tenías en cuanto a relación y afectividad ya no lo necesitas. No necesitas esa constante preocupación por parte de tus padres, el control de saber qué hacer y hacia donde iras, etc.

     Aquí es, en esta etapa llamada adolescencia, en donde tu grupo de amigos es quien viene a     ocupar tu completa atención y es lo que realmente importa. Buscas ya no solo jugar y “hasta mañana” sino vas integrándote a grupos o relacionándote con pares que tengan tus mismos intereses, aun cuando no tengas claridad del todo de que es lo que te gusta, buscas tener temas en común, o bien estas más propenso a ser influenciado muchas veces por personas que son los “populares”, buscas reconocimiento y ser “alguien importante”. La comunicación con tus amigos pasa a tener un rol protagónico en tu vida, en donde se transforma en algo indispensable en tu día a día estar en contacto con ellos. Feldman (2007) afirma:

 La necesidad aparentemente compulsiva de comunicarse con los amigos demuestra el papel que los compañeros juegan en la adolescencia. Continuando la tendencia que empezó en la infancia media, los adolescentes pasan cada vez más tiempo con sus compañeros, y también aumenta la importancia de sus relaciones con ellos. De hecho, es probable que no existan periodo de la vida en el cual las relaciones con los compañeros sean tan importantes como lo son en la adolescencia (p.440).

     Y, es así como adolescente muchas veces no te das cuenta de lo que te hace bien o mal y como tal no escuchas la opinión de tus padres, porque es “aburrido”, “ellos no saben”, es una etapa en donde experimentas, pruebas nuevas identidades hasta encontrar la tuya, no por completo, pero hasta cuando logras sentirte cómodo, adoptas nuevas conductas y roles para ser aceptado, muchas veces la aceptación de los demás por sobre la propia es más importante en esta etapa, siendo ésta conducta no siempre la correcta. Feldman (2007) afirma:

 Un adolescente ni siquiera necesita pertenecer a un grupo para que éste le sirva como referencia. Por ejemplo, los adolescentes poco populares se sienten menospreciados y rechazados por los miembros de un grupo popular, y aun así usan al grupo más popular como referencia (p.441).

     Otro punto importante en esta etapa de transición, es la atracción o interés por el sexo opuesto, bien sabemos que cuando niños o previo a la pubertad, es común las relaciones de amistades entre el mismo sexo. Así lo afirma Feldman (2007) “A medida que avanzan hacia la pubertad, los grupos de muchachos y muchachas, que previamente se habían movido por senderos paralelos pero separados, empiezan a converger” (p.442); ahora empieza a notarse el cambio e interés por el sexo opuesto, de allí nacen también los primeros amoríos y relaciones, ya no solo con la intención de tener algo en común, sino más bien, se experimenta el sentimiento por el otro u otra, momento en donde los grupos de amistades pasan a otro plano siendo reemplazados por las relaciones de “pololeo”, en donde él y la adolescente ocupan todo su tiempo y atención en estar juntos, realizan toda actividad juntos y si bien siguen conservando sus amistades, éstas ocupan menos tiempo de su día a día, así mismo lo expone Feldman (2007) “Los grupos por amistad y los grupos por similitud sufren todavía otra transformación al final de la adolescencia. Se vuelven menos influyentes y llegan a disolverse como resultado de la creciente formación de parejas” (p.442).

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