Reporte de lectura: Una crítica de la sociología de la educación crítica.
Enviado por Jashibe Sepúlveda De León • 13 de Octubre de 2016 • Informe • 996 Palabras (4 Páginas) • 1.764 Visitas
Reporte de lectura: Una crítica de la sociología de la educación crítica.
En la sociología de la educación, es habitual encontrarse con una oposición fundamental. Una de ellas es la corriente funcionalista, cuyo máximo representante sería Parsons; y por contraria a dicha corriente, estarían los autores marxistas y/o críticos. En la primera corriente opta por una visión consensualista del orden social y de la escuela y en la segunda incidiría en el conflicto y la dominación.
Sin embargo, en ambas corrientes subyace un esquema común, la cual se denomina hipótesis psicológico-funcionalista. Su argumento general es el siguiente: el orden social se mantiene principalmente gracias a la conformación de las consciencias de los sujetos, a las normas y volares interiorizados estas conciencias se forman fundamentalmente en la infancia; el sistema educativo se explica por el papel o función que cumple para el mantenimiento del orden social y consiste en la conformación de las conciencias en la infancia para reproducir o mantener el orden social.
Establecido lo anterior, analizaremos el supuesto funcionalista en la sociología de la educación crítica, dado que supone una premisa fundamental del análisis.
Para Parsons y Durkheim, la escuela es un órgano especializado de la sociedad que asegura cohesión social y la formación apropiada a la división del trabajo. Los sociólogos marxistas y críticos, a su vez, la consideran un instrumento de las clases dominantes para perpetuar la dominación capitalista, ya sea aparato idelológico del Estado, otra institución disciplinaria más, o un sistema escolar aparentemente autónomo, pero realmente dependiente.
Para cumplir una función esencial, la escuela debe cumplir una serie de funciones específicas a saber:
- De socialización en una cultura o ideología común para todos, así como en culturas específicas de acuerdo a la posición que se ocupará en la división social del trabajo.
- De selección, de distribución de los recursos humanos: una distribución justa y meritocrática para los funcionalistas y clasista y reproductor para los críticos.
- De legitimación del orden social y de la desigualdad social. Una legitimación justa, para Parsons: la escuela al estar estructurada en base al rendimiento de los alumnos, logra que os que ocupan las posiciones inferiores vean su posición como merecida. En el caso de los críticos, esta legitimación no es justa, sino una máscara ocultadora.
Asimismo, se comparte también en el supuesto de que la escuela consigue sus objetivos y de que lo hace, fundamentalmente, por su forma de organización y por la autoridad pedagógica del maestro. Esta hipótesis principal, supone a su vez el sistema escolar como un conjunto internamente integrado y el sistema escolar como conjunto armoniosamente integrado con las instituciones externas.
Los esquemas funcionalistas de explicación del sistema escolar forman así parte del discurso del objeto investigado, se juegan un espacio politíco de acusaciones y defensas, de atribuciones y descargas de responsabilidad donde todas las partes en juego tienen funciones que esgrimir para sustentar su posición y buscar culpabilidades en las posiciones contrarias. Estos procesos político-judiciales son los que vertebran el análisis sociológico, paralizándolo.
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