Reporte documental Territorio Comanche

TERRITORIO COMANCHE

Para un periodista, documentar lo que pasa en una guerra es una misión difícil. Dejar atrás su vida, a su familia, a sus amigos por arriesgarse a documentar algo que va a entretener cinco minutos a los demás.

   Arturo Pérez - Reverte, en Territorio Comanche, nos cuenta cómo fue vivir en ese mundo y lo que son los corresponsales: personas en la guerra que en lugar de portar armas, cargan con cámaras profesionales arriesgando totalmente su vida por la toma perfecta.

   Territorio Comanche es quedarse del otro lado donde está la guerra, donde se tienen que poner un chaleco antibalas y un casco para poder protegerse de lo que va a pasar, también lo denominan shopping.

   En mi opinión, es una lectura fuerte, pero entretenida y real. Para vivir como periodista en lugar así se necesita tener sangre fría, si no los matan o se quedan traumados de por vida después de las cosas que se ven en la guerra; cosas que ni sé cómo son capaces de documentar.

   Me impactó cuando el autor menciona que había niños muertos, o que, al caminar por la calle, se podía encontrar con algún cuerpo sin vida y con moscas arriba, muertos; que, en cualquier momento, si uno se descuida un segundo, podría estar ahí.

   Barlés y Márquez tuvieron las agallas de vivir la guerra, estar y luchar por sobrevivir, cosa que los periodistas malos, le huyen; huyen del peligro y buscan solamente lo fácil. Eso no es estar dentro de la profesión.

   Le tengo respeto a esos periodistas que aman esa profesión, tanto que arriesgan todo para que nosotros conozcamos el otro lado de la guerra en el mundo.

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