Responsabilidad Social Universitaria
Enviado por Astridcor • 2 de Octubre de 2012 • 3.360 Palabras (14 Páginas) • 3.632 Visitas
Responsabilidad Social Universitaria
¡Un gran poder implica una gran responsabilidad! Es por esto que la Universidad Nacional De San Martín como máximo exponente en la educación sanmartinense no debe mantenerse ajena a la responsabilidad que implica ello y debe comprometerse por el bien de la sociedad, la misma que ha puesto en sus manos el futuro de nuestra región y porque no decirlo de nuestro país pues Aprender y enseñar son las palabras que definen la esencia de la universidad y entre ellas se desarrollan una serie de actividades que, como reflexiona Salomón Lerner Febres “…hacen de la vida de los claustros una vivencia inagotable y en permanente renovación.” Y es inagotable porque además del atesoramiento de conocimiento que nos brindan mediante la investigación, queda palpable la urgente necesidad de la inserción social de la universidad y las responsabilidades que implica ello. la Responsabilidad Social Universitaria(RSU) más que como un método productivo, de marketing o moda: nace como una filosofía de trabajo comprometido con la sociedad, la cultura y el medio ambiente, y con la obligación de formar con excelencia a nuevas generaciones de profesionales capaces de sobrepasar sus propios límites con profesionalismo, sabiduría y sobre todo responsabilidad. La universidad es una organización, que a través de sus principales propósitos que son la construcción de nuevos conocimientos como propósito de investigación y la formación profesional y sobre todo humana de sus centenares de soñadores que luchan en el día a día por realizar sus más grandes anhelo, tiene impactos específicos distintos a los generados por las empresas, impactos que le va a permitirá desarrollarse intelectualmente como también socialmente.
Según SALGADO (2004),” hablar de Universidad y reconstrucción del tejido Social es hablar de una Educación para la paz, de una academia que tiene el reto de asumir una posición ético-filosófica que marque rumbos en la reconstrucción del tejido social…”.
Estoy convencida de que las universidades tienen la responsabilidad de proporcionar formación científica, profesional, humanística, artística y técnica del más alto nivel, contribuir: a la competitividad económica y al desarrollo humano sostenible; promover la generación, desarrollo y difusión del conocimiento en todas sus formas de expresión; contribuir a la preservación de la cultura nacional, y desarrollar las actitudes y valores que requiere la formación de personas responsables, con conciencia ética y solidaria, reflexivas, innovadoras, críticas, capaces de mejorar la calidad de vida, consolidar el respeto al medio ambiente, a las instituciones del país y a la vigencia del orden democrático; ante todo reflexionando sobre sus acciones y su entorno social, haciendo un análisis de su responsabilidad en los problemas sociales desde los más pequeños hasta los más crónicos.
Según DELGADO M. (“Educación superior y sociedad” pág. 69) “La lógica de la responsabilidad social obedece a la capacidad y obligación de responder a la sociedad como un todo, en el sentido amplio de contribuir a disminuir las desigualdades estructurales de tipo social, económico o político que impiden el desarrollo de una sociedad. De esta forma, la responsabilidad social sólo se concreta mediante el ejercicio de actividades establecidas por un marco moral de acción”.
Ya no podemos seguir concibiendo a la Responsabilidad en relación estrecha con la Autoría. Con esto, las preguntas ¿responsabilidad de quién?, ¿ante quién?, pierden su pertinencia, y aprendamos a ser responsables por lo que no hemos “hecho”, pero que constituye un efecto colateral sistémico de todo lo que hacemos todos y se manifiesta a través del incremento de las desigualdades, la persistencia de la pobreza, los problemas medioambientales y sociales en general, como tampoco podemos limitar la responsabilidad del agente al poder de influencia del agente, la responsabilidad social ya no debemos medir en relación al poder, sino al deber que tenemos por el solo hecho de ser seres humanos y por ende sociales.
Estoy de acuerdo con FRANCOIS, VALLAEYS (“Educación superior y sociedad”2008- pág. 202, 203) cuando menciona que: “Existen dos errores muy comunes en cuanto a la definición de la “Responsabilidad Social”: El primer error consiste en confundirla con la “acción social solidaria”. Aunque mucha gente lo siga creyendo, Responsabilidad Social no es sinónimo de “ayuda social” En ningún caso una organización que practique la beneficencia social puede pretender ser por ese solo hecho “socialmente responsable”. Al operar esta confusión, la “Responsabilidad Social” termina en el mismo blablá de los valores y las buenas intenciones de siempre, pero puramente verbal. Confundir Responsabilidad Social y Acción social benéfica despierta las legítimas sospechas que siempre ha generado la “filantropía” puntual, acusada de ser más un paternalismo asistencialista que una verdadera promoción del cambio social, y en todo caso una máscara cosmética para darle buena conciencia a los directivos de las organizaciones gracias a algunos actos de ayuda a los necesitados. El segundo error acerca de la Responsabilidad Social es de tomarla en forma ideológica según la oposición Derecha-Izquierda. Aquí, según el color político”.
Esta claro de que este primer error que menciona Vallaeys es muy común. Podemos decir que ya forma parte de los hábitos lingüísticos de la gente. Y sin embargo, es preciso resistir a esta tendencia, porque si seguimos confundiendo la Responsabilidad Social con estos borrosos conceptos de “sensibilidad social”, “solidaridad social”, palabras fofas que pueden justificar cualquier tipo de conducta, desde las más apropiadas hasta las más paternalistas y demagógicas, nunca vamos a poder en el ámbito académico distinguir adecuadamente la RSU de la simple Extensión social.
Según FRANÇOIS, VALLAEYS (¿Qué es la Responsabilidad Social Universitaria? PUCP-pág. 2) “…La Responsabilidad Social de una organización no es la expresión de su solidaridad filantrópica, es la filosofía de gestión que practica a diario en todos sus ámbitos de competencia, desde su administración central, para garantizar que no entre en contradicción con sus deberes para con la sociedad. La Responsabilidad Social se desarrolla cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno, y de su papel en su entorno. Presupone la superación de un enfoque egocéntrico. Además, esta conciencia organizacional trata de ser global e integral (incluye tanto a las personas como al ecosistema, tanto a los trabajadores como a los clientes) y, a la vez, "contagiarse" en
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