Resumen El Octavo Habito
Enviado por elianaagomez • 10 de Febrero de 2014 • 463 Palabras (2 Páginas) • 516 Visitas
Resumen “El octavo habito”
A pesar de todos los cambios que ha sufrido el mundo laboral (nuevas tecnologías, nuevas concepciones, nuevos métodos, etc.), aún seguimos pensando en buena medida desde el paradigma de la llamada Era Industrial, que considera a los trabajadores como una materia prima más.
Esta es una concepción en extremo inconveniente, pues no logra sacar lo mejor de cada una de las individualidades que componen a la organización: algo fundamental en la Era de las Comunicaciones y la Información. Es preciso, pues, hacer que los trabajadores identifiquen sus potencialidades y aprendan a utilizarlas en beneficio propio y, en definitiva, de la organización.
El octavo hábito supone escuchar nuestra propia “voz interna” y enseñar a los demás a identificar la suya propia. Se trata de enseñarle a los demás el arte de sacarle provecho a lo que es propio de cada individuo; de modo que cada persona se vuelva indispensable en la organización en virtud de sus capacidades irrepetibles.
¿Por qué un octavo hábito? En esta nueva era del trabajador del conocimiento, como la califica Stephen Covey, donde es necesario innovar, liderar y alcanzar la excelencia, debemos avanzar más allá de la efectividad, hacia la grandeza. El reto esencial de nuestro tiempo es encontrar nuestra propia voz e inspirar a los demás para que encuentren la suya. En esto consiste el octavo hábito. Hay mucha gente que se siente frustrada o descorazonada, menospreciada o insuficientemente valorada en su entorno empresarial. El octavo hábito, con sabiduría y a partir de situaciones que nos interpelan a todos, y siempre considerando la complejidad real de las relaciones humanas, propone un camino claro y directo para aprovechar todo el potencial del trabajador del conocimiento, en la nueva era en la que ya estamos inmersos. El octavo hábito lo ayudará a encontrar su propia voz y a inspirar a otros para que encuentren la suya. A pesar de todos los cambios que ha sufrido el mundo laboral (nuevas tecnologías, nuevas concepciones, nuevos métodos, etc.), aún seguimos pensando en buena medida desde el paradigma de la llamada Era Industrial, que considera a los trabajadores como una materia prima más.
Esta es una concepción en extremo inconveniente, pues no logra sacar lo mejor de cada una de las individualidades que componen a la organización: algo fundamental en la Era de las Comunicaciones y la Información. Es preciso, pues, hacer que los trabajadores identifiquen sus potencialidades y aprendan a utilizarlas en beneficio propio y, en definitiva, de la organización.
El octavo hábito supone escuchar nuestra propia “voz interna” y enseñar a los demás a identificar la suya propia. Se trata de enseñarle a los demás el arte de sacarle provecho a lo que es propio de cada individuo; de modo que cada persona se vuelva indispensable en la organización en virtud de sus capacidades irrepetibles.
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