Resumen: La sociedad como realidad objetiva

Resumen: La sociedad como realidad objetiva

Nota: Objetivar: Significa dar a un asunto o a una idea un carácter objetivo o imparcial prescindiendo de las consideraciones personales o subjetivas.

Inmadurez biológica inicial

Los animales, a diferencia de los humanos, tienen una relación en general fija con sus ambientes. Todos ellos, viven en mundos cerrados cuyas estructuras están predeterminadas por el capital biológico.

Por contraste, las relaciones del hombre con su ambiente se caracterizan por su apertura al mundo. Su relación con su mundo circundante está por doquiera estructurada muy imperfectamente por su propia constitución biológica. Esto último permite que el hombre se dedique a diferentes actividades. La peculiaridad de la constitución biológica del hombre radica más bien n los componentes de sus instintos. Sus instintos son subdesarrollados a diferencia de los demás mamíferos superiores.

El organismo humano en el momento de nacer se relaciona con su ambiente mientras aún se sigue desarrollando biológicamente. Estos ambientes son el natural, cultural y social. La dirección del desarrollo de su organismo está socialmente determinada.

El organismo humano manifiesta una enorme plasticidad en su reacción ante las fuerzas ambientales que operan sobre él. Su constitución biológica está sometida a una variedad de determinaciones socio-culturales. La humanidad es variable, no hay un substrato establecido biológicamente que determine la variabilidad de las transformaciones socio-culturales. El hombre se produce a sí mismo.

La relatividad de las configuraciones humanas, su variedad e inventativa, son producto de las propias formaciones socio-culturales más que de una naturaleza humana establecida biológicamente.

El enunciado de que el hombre se produce a sí mismo no implica al hombre en solitario. Los hombres producen juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socio-culturales y psicológicas. El homo sapiens es siempre, y en la misma medida, homo socius.

Necesidad de construcción del orden social

Si la existencia humana volviera a quedar liberada a los solos recursos de su organismo, sería una existencia en una especie de caos. La existencia humana se desarrolla en un contexto de orden, dirección y estabilidad. Todo esto procede a la existencia del orden social.

Este orden social es una producción humana constante, realizada por el hombre en el curso de su continua externalización (manifestación de las actividades humanas). El orden social existe solamente como producto de la actividad humana.

La externalización constituye una necesidad antropológica, el ser humano no se concibe dentro de una esfera cerrada de interioridad estática; continuamente tiene que externalizarse en actividad.

La necesidad del orden social en cuanto tal surge del equipo biológico del hombre. Estos hechos biológicos sirven como presupuesto necesario para la producción del orden social (es decir, lo biológico sirve como herramienta para producir actividad). 

Origen de la institucionalización 

Toda actividad humana está sujeta a la habituación. Esto implica que la acción de que se trata puede volver a ejecutarse en el futuro de la misma manera y con idéntica economía de esfuerzo. Un individuo en una isla desierta que intenta construir una canoa con ramas. Si bien en teoría pueden existir tal vez unas cien maneras de emprender la construcción de una canoa con ramas, la habituación las restringe a una sola, lo que libera al individuo de la cara de “todas esas decisiones”, proporcionando un alivio psicológico.

La habituación provee el rumbo y la especialización de la actividad que faltan en el equipo biológico del hombre, aliviando de esa manera la acumulación de tensiones resultantes de los impulsos no dirigidos, y al proporcionar un trasfondo estable en el que la actividad humana pueda desenvolverse con un margen mínimo de decisiones.

De acuerdo con los significados otorgados por el hombre a su actividad, la habituación torna innecesario volver a definir cada situación de nuevo, paso por paso.

Estos procesos de habituación anteceden a toda institucionalización.

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