Resumen de "El Garcilaso"
Enviado por esther beatriz velazquez • 14 de Mayo de 2019 • Resumen • 2.676 Palabras (11 Páginas) • 124 Visitas
Resumen ESPAÑOLA
GARCILASO DE LA VEGA
Parker
España desarrolló un tipo peculiar de Renacimiento, pero con raíces en Italia. Es en este período en el que España emergió como nación unida, en que se inició la expansión imperial en ultramar y en el tuvo que asumir responsabilidades imperiales de otro tipo cuando, en 1519, su rey fue elegido sacro emperador romano con el nombre de Carlos V.
La España renacentista fue una potencia mundial en un sentido que no podía aplicarse a ningún otro país en esa época.
España era el único país que albergaba tres razas y tres religiones. La religión era la base lógica del nuevo espíritu nacional que mantendría unidos a Castilla y Aragón. Para conseguir unidad religiosa, los Reyes Católicos decidieron proscribir a las dos religiones extrañas. Fueron expulsados de los reinos españoles todos los judíos y todos los musulmanes que no quisieron abrazar el cristianismo. Se ejerció la Inquisición como órgano del Estado, no de la Iglesia.
La uniformidad religiosa se consideró esencial para cimentar la unidad nacional mediante la creación de una nación homogénea.
En la España cristiana, las profundas raíces del mahometanismo y el judaísmo crearon una situación social compleja, precisamente porque el Renacimiento infundía energía y vitalidad a la creación y consolidación de una nueva nacionalidad. Política de europeización.
La inquisición actuaba sobre la humanidad, pero no sobre el Humanismo.
El Humanismo, en el sentido limitado de resurgimiento de los estudios clásicos, es la principal característica innovadora de la educación española durante el reinado de los Reyes Católicos.
Nebrija: Consideraba como objetivo de su obra desterrar la barbarie de España, con lo cual se refería al propósito de elevar el conocimiento y uso del latín al nivel de la pureza clásica.
Francisco Jiménez de Cisneros: reformar las costumbres de indisciplina y relajación que abundaban tanto en España como en otras partes y acabar con la anarquía social no llegaban a la raíz del problema. La reforma religiosa tenía que ser fruto de una reforma en la educación. Fue el máximo protector individual de los nuevos estudios. Esta mentalidad reformadora tenía una orientación humanística: la Escritura era la base de la teología, para estudiarla se debían restaurar los textos auténticos.
Tendencia renacentista a la idealización: en este caso, la convicción de que la sabiduría puede extraerse de la gente común, cuya pura tradición la ha conservado, porque el pueblo está y siempre estuvo cerca de la naturaleza.
En filosofía, España nunca se caracterizó por una gran originalidad especulativa: sus pensadores más bien han pertenecido a escuelas de pensamiento ya existentes. Ejemplos: platonismo, escolasticismo aristotélico.
En el mundo de las ideas, el optimismo, el idealismo y el humanismo del Renacimiento están muy bien representados en las controversias sobre la actividad colonial de España en el Nuevo Mundo. Había antiimperialistas (Bartolomé de las Casas) e imperialistas (Sepúlveda).
Erasmo: con él murió el espíritu de tolerancia, y ello supuso una pérdida enorme. Pero en cuando a la profundidad del sentimiento religioso no se perdió nada.
La literatura de los erasmistas españoles resulta superficial en comparación con la gran literatura posterior. El factor que más influyó en esta transformación religiosa fue la nueva orden de la Compañía de Jesús.
La idealización del amor humano, traducido en términos religiosos, implícitos o explícitos, como se aprecia ya en la poesía del siglo XV, cristalizó en la filosofía del neoplatonismo la filosofía característica del Renacimiento que llegó a España procedente de Italia.
Platón basa su filosofía del amor en la elevación de lo material a lo inmaterial, elevación en la cual el espíritu es transportado por su amor a la belleza. A partir de la belleza de las cosas materiales, la mente pasa a la belleza de los cuerpos humanos; luego, a la belleza de la bondad; luego, a la belleza de las ideas; y luego, al conocimiento y amor de la Belleza Absoluta, que es Dios. Sobre esta base, los neoplatónicos renacentistas establecieron una concepción del amor humano ideal, atribuyéndole aún mayor importancia y un papel más relevante que el mismo Platón. Para ellos, el hombre progresa en y a través del amor humano, desde el plano físico al espiritual, pasando por el nivel intelectual.
La filosofía del neoplatonismo sitúa el amor humano dentro del marco del amor divino y le da un valor espiritual, que es lo que intentaban hacer de modo muy confuso la poesía amorosa del siglo XV.
Al mismo tiempo, este retorno a Platón también podría atraer otro tipo de mentalidad, aquella cuyos intereses y aspiraciones eran puramente religiosos; podría tener este efecto subrayar que, en última instancia, el amor ideal era el amor divino, que la respuesta a la atracción de la belleza encontraba su plena realización en la aprehensión y contemplación de Dios.
La tragedia del hombre radica en el hecho de que, puesto que en su naturaleza el espíritu se combina con la materia, se ve fuertemente impulsado a romper el círculo cósmico del amor, quedando anclado en un amor imperfecto a inferior.
La literatura religiosa de la Contrarreforma hizo bajar el ideal del amor perfecto, conservando al mismo tiempo la visión del ideal: la unión del alma con Dios. Contrarrestó el humanismo idealista predominante, situando el ideal donde realmente le correspondía, en el reino de lo espiritual, y poniendo el acento sobre el mundo real, sobre la realidad de la naturaleza humana y sobre las obligaciones sociales y los deberes morales.
LÓPEZ BUENO
Siglo XVI: Petrarquismo como movimiento hegemónico.
El petrarquismo renacentista resulta hegemónico en la Italia de la primera mitad del siglo XVI, tuvo sus contestaciones y sus réplicas.
La revitalización de géneros clásicos fue entre los poetas españoles tan importante como la imitación de los petrarquistas y aún más creadora, teniendo en cuenta que hubo de ser una tarea de “reformulación” en romance y no de mera imitación de la letra.
Teorías Neoplatónicas:
Aunque el sentimiento amoroso sea, de hecho, el eje temático universal de la lírica, conviene precisar que lo importante es la forma que adquiere en cada época, escuela o movimiento. Para la lírica renacentista conviene recordar que el tema amoroso fue el crisol donde fundieron inquietudes y expectativas para la mejor expresión de la interioridad del yo, que era de lo que se trataba.
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