Reto de los kioskos
Enviado por juahc242 • 12 de Enero de 2019 • Trabajo • 1.279 Palabras (6 Páginas) • 154 Visitas
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ÍNDICE
- Introducción
- Datos y variables
- Conclusiones
- INTRODUCCIÓN
Empezando desde el principio, desde mi primer recuerdo de un kiosko.
Yo que nací en 1990, en plena ebullición del formato en papel, cuando aún internet empezaba a nacer y las redes sociales no invadían nuestras vidas. Recuerdo como un ritual de todos y cada uno de los fines de semana, tanto sábado como domingo, mi padre me daba unas cien pesetas y yo ponía rumbo al kiosko del pueblo. Un pueblo de poco más de 5.000 habitantes, y en el que los kioskos se contaban con los dedos de una mano. Aun así, entonces recuerdo como era habitual tener que esperar haciendo cola para recoger el periódico de turno y su suplemento, si es que ese día tocaba. Yo aún era bastante pequeño para comprender la insistencia de mi padre en comprar todos los días el periódico, pero sí veía que eran muchos los que se acercaban al kiosko para hacerlo, no estaría tan loco mi padre.
Con los años, fui yo el que iba al kiosko, ahora no por imperativo de mi padre, sino que me interesaba por las entregas de fascículos para montar cualquier artilugio con el que entretenerme. Quizás ya habrían pasado los 90, y yo mismo notaba como mi padre dejaba de interesarse por el papel y ahora consultaba las noticias en el flamante nuevo ordenador de casa. Ya que el nuevo ordenador no estaba a mi alcance, yo que era y soy muy futbolero y deportista en general, seguía tomando el camino al kiosko para hacerme con la prensa deportiva.
Fui por primera vez consciente de la decadencia de la prensa impresa. Cuando antes de salir de casa, informaba a mis padres de que iba al kiosko, y en ese momento mi padre rechazaba aquel periódico que durante años había leído todos y cada uno de los fines de semana.
Lo recuerdo, estaba en su nuevo ordenador y yo fui a sugerirle si traía el periódico ya yo iba a recoger mi periódico deportivo. Él me dijo que no, ya estaba viendo todos los periódicos a la vez en la pantalla, decía que era más cómodo y además gratis.
Desde entonces, no le volví a comprar más prensa impresa, yo seguí unos años más hasta que me cansé de fascículos y comencé a descubrir internet y todas las posibilidades que ofrecía.
- DATOS
Lo cierto es que todo lo que viví cuando era un niño y la conclusión a la que me llevó, se ve escenificada actualmente con los datos sobre esta problemática.
Para ello, es revelador el descenso de puntos de venta de prensa escrita en los últimos años:
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Elaboración propia. Fuente: Agrupación Nacional de los Vendedores de Prensa
Este descenso es un claro indicador de lo que en la actualidad la prensa escrita está sufriendo por mantenerse a flote. La nueva competencia se llama internet. Ahí los usuarios son capaces de obtener la información de toda la prensa con tan sólo un click. Y lo mejor de todo, sin costo alguno.
Las nuevas generaciones ya no entienden el papel, ahora todo se consulta en la pantalla. Son las personas de cierta edad las que siguen consultando la prensa escrita en sus kioscos habituales. Y como indican los propietarios de los kioscos, son pocos los jóvenes que utilizan este medio como fuente de información.
En aquellos años donde los coleccionables estaban de moda, enciclopedias, ya pasaron, ahora toda la información está disponible y alcance de todos desde la pantalla de cualquier dispositivo conectado a internet.
Siendo más concretos, podemos ver cómo ha evolucionado el consumo de prensa escrita durante estos últimos años, para ello observaremos la siguiente gráfica:
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Elaboración propia. Fuente: Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) y Estudio General de Medios (EGM)
*Población de 14 años o más: 39.852.000 individuos
Es evidente el descenso de individuos que consumen prensa escrita. Todo ello afecta directamente a los kioskos, que han visto como sus ventas disminuían año tras año. Actualmente, los propietarios ya no pueden nutrirse tan sólo de la venta de prensa. Los “nuevos” kioskos han tenido que reinventarse, han introducido todo tipo de productos, como pueden ser la venta de golosinas, líquidos o souvenirs de la propia ciudad dónde se localice.
Otro de los problemas que se encuentran los propietarios viene propiciado por la normativa establecida en cada uno de los ayuntamientos en los que se localice el kiosko. Así, en algunos ya son capaces de vender bonos y tarjetas de transporte, o entradas para espectáculos.
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