Retos De La Profesión Docente

Retos, problemas y posibilidades de la formación y profesionalización de la docencia en el actual contexto

“Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”. - Henry Brooks Adams (1838-1918)

¿Sabías que…? De acuerdo con el Programa Nacional de Educación 2001-2006, el profesional de la docencia en educación básica se caracterizará por un dominio cabal de su materia de trabajo, por haber logrado una autonomía profesional que le permita tomar decisiones informadas, por comprometerse con los resultados de su acción docente, por evaluarla críticamente, por trabajar en conjunto con sus colegas, y por manejar su propia formación permanente.

En estos últimos años, la profesión docente va más allá de un salón de clases, el docente ya no es quien brinda el conocimiento si no que implica, ser ejemplo, guiar e impulsar a crear, pero, qué es lo que realmente quiere la sociedad del magisterio; si no culpamos a los médicos de las enfermedades, por qué al docente se le culpa de la falta de cultura y del gran atraso educativo; la sociedad busca un culpable y al no hallarlo van directo al sujeto más cercano al tema de la educación. Debemos dejar esa manía por buscar problemas y empezar a crear soluciones, cómo la encontraremos, para tener buenos alumnos debemos tener buenos maestros. Si realmente fuera culpa del docente, qué se tiene que hacer para cambiar esto, seamos realistas, la educación impartida en México, no es mala, pero tampoco de calidad, pues la formación que se les imparte a los docentes no llega a ser la adecuada, ¿cómo pretendemos que el docente forme personas, si la formación que se la da a este, es demasiado pobre e insuficiente?

La creación de programas que ayudan al docente con su formación, su capacitación y actualización profesional, le permitirá identificar problemas educativos, manejar las estrategias de aprendizaje, evaluar de manera integral el proceso de los alumnos, orientarlo en el desarrollo de sus habilidades y facilitar la dinámica grupal, esto con el fin de de que al alumno, no le pase ni siquiera por la cabeza, no asistir a la escuela, dándole motivos para regresar.

Hacer que el educador aprenda a conversar con el educando, reducirse a su estatura, para ayudarle a resolver los problemas que él no pueda resolver por sí solo, pero sin dejar a un lado, el hecho de que el educando debe crear por sí solo el conocimiento y este solo sirve de guía. Los docentes en formación y los que ya están laborando, deben seguir preparándose, ya que en la actualidad las nuevas demandas educativas nos comerían si nos quedamos estancados. Una de las misiones de la formación docente, es desarrollar cualidades éticas, intelectuales y afectivas, pues la sociedad espera que esto se cultive después en los alumnos. Pero para que esto sea posible, debe haber la mayor disposición del docente, que vea más allá de “la buena paga”, vacaciones, “poco trabajo”, y se enfoque en su vocación y en el placer de ayudar y apoyar a los demás, pues sin esto, los proyectos y programas que se apliquen, serían en vano.

Ante todas las fases que tiene que pasar el nuevo docente, una de las más grandes problemáticas con las que se encuentra es, la repartición de plazas, como esperar nuevos y mejores maestros, si el área se encuentra repleta de maestros a los que la vocación les queda por debajo del zapato, quienes están en el gremio por palancas o que “están” pero solo en documentos para recibir una agradable remuneración, dejando de lado a quienes podrían hacer el cambio que estamos esperando. Las oportunidades son pocas y las peticiones muchas, y cuando por fin se les da, rebasa las posibilidades con las que se cuentan, plazas lejos del lugar de origen, falta de recursos en la zona, entre otras. Se debe buscar la manera en la que podamos apoyar en este aspecto, pues el campo laboral es grande, pero, dejan muy poco a los que estamos fuera de los “recomendados”. El área laboral nos es mala, si no que dado la lejanía y la falta de recursos, es en ocasiones la razón por la que no se toma, pues si vemos la repartición, veremos que hay muchos lugares disponibles, pero “apartados”.

Más allá de la carencia de campo laboral disponible, observemos el salario, ¿de

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