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Síntesis y reflexión de las diferentes lecturas


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2021  •  Síntesis  •  2.591 Palabras (11 Páginas)  •  101 Visitas

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Índice

1.        Síntesis y reflexión de las diferentes lecturas        1

2.        Bibliografía        7

  1. Síntesis y reflexión de las diferentes lecturas

Después de haber trabajado las diferentes lecturas a nivel individual y haber comentado de forma grupal los diferentes aspectos y aportaciones que hacen los autores José Ortega y Gasset, Xavier Úcar, Jordi Planella y Violeta Nuñes, sobre la pedagogía social, muestro una pequeña síntesis y reflexión sobre estas las lecturas.

Xavier Úcar nos habla sobre el origen de la pedagogía, término que hacía referencia a la actividad que realizaba un esclavo, que consistía en llevar y traer a los niños de la escuela, que a su vez los guiaba hacia el aprendizaje.

Según fue pasando el tiempo, la idea del acompañamiento a los niños fue progresando y el significado de pedagogía se fue incrementando al conjunto de saberes relacionado con la enseñanza y el aprendizaje.

La importancia de los resultados en la pedagogía era el aprendizaje que la persona, el grupo o la comunidad adquiría para mejorar su calidad de vida y formación integral desde un punto de vista educacional a través de los conocimientos, habilidades o valores que esta ofrece. Si no ¿Qué sentido tiene una pedagogía que no genere aprendizaje, que no provoque cambios y transformaciones en las personas participantes? Es obvio que ninguno. Úcar, (2016).

Los pedagogos o educadores sociales tienen como principal ejercicio enseñar, pero esta no es su única función, ya que, pueden mostrar, ejemplificar, ayudar, animar, sostener, acompañar, orientar, conducir y guiar a las personas con las que trabajan. Este proceso lo realizan mediante una relación de confianza, a través del dialogo, la motivación y el acompañamiento para lograr que los propios usuarios sean quienes decidan y elijan aprender a trabajar en la mejora de sus situaciones. A lo que apunta Claxton, (1984) “se puede llevar a un caballo a beber a la fuente del conocimiento pero que no se le puede obligar a beber de ella”. Lo que pretende la educación es que las personas convivan y se interrelacionen en armonía con la finalidad de poder formar parte de la vida social y cultural, consiguiendo así una vida los más completa posible.

En los últimos años hemos visto grandes cambios en nuestra sociedad que han ido modificando la manera de vivir y entender lo social y lo individual a través de la normalización de las tecnologías de la comunicación. Hoy en día nuestro espacio de relación social se ciñe a la utilización de alguna de estas plataformas como; Messenger, WhatsApp, Facebook, Twitter, entre otras, la llamada internet de las personas, nuestra nueva manera de ser social. Este tipo de socialización conlleva a desplegarse en una sociedad cada vez más individualizada. Si nuestra sociedad está en un constante cambio, es debido que nosotros como profesionales del ámbito socioeducativo también tengamos que estar actualizados para así poder buscar nuevas herramientas para las nuevas necesidades que van surgiendo. Estos cambios en la vida social han ido generando nuevos espacios para la intervención social, cultural y educativa. Úcar nos habla de tres tipos de socialización, la primaria que corresponde a la familia, la socialización secundaria que corre a cargo de la escuela y por último la socialización terciaria o resocialización; que es el proceso por el cual las personas con problemas de integración social se resocializan, siendo este el ámbito de acción de la pedagogía social y el trabajo social, ya que, es aquí donde ayudamos a las personas transmitiendo valores y principios que les permite desarrollar su vida dentro de los márgenes que establece nuestra sociedad.

Por otro lado, una de las variables más importantes dentro de la pedagogía social que se plantean como esenciales son el acompañamiento que hemos ido mencionando y la vulnerabilidad.

Como bien sabemos, el termino de acompañamiento no es un término nuevo, ya que, este se comenzó a utilizar en torno a los años setenta, donde el primer paso consistía en acercarse a la persona y caminar juntos.

En el campo de la educación social es un punto fundamental descubrir a la persona, ya que, en muchas ocasiones terminamos por olvidar que trabajamos con personas y pasamos a etiquetar a los usuarios, es importante la consideración de la persona como sujeto activo de sus propias decisiones y cambios, durante el acompañamiento estamos a su lado para hacer posible sus objetivos. Como bien dice Jordi Planella, (2008) “la etiqueta, el diagnostico educativo, psicológico, psiquiátrico y social a los profesionales nos hace sentir seguros en el ejercicio de nuestra profesión” pero no sería lo más correcto. Por otra parte, esto “Goffman lo llamaría estigmatizar. El estigma señala y marca aquello negativo del sujeto, arrancándole justamente lo que de persona poseía” (p.4.). Para facilitar el desarrollo personal, la maduración social y la autonomía de las personas hace falta trabajar con recursos, métodos y técnicas, pero se estaría recurriendo a los mismos útiles del baúl de los recuerdos de la educación social. Para poder acercarse a las personas, hace falta precisamente que dos personas compartan el camino. No se trata de ejercer como protectores para evitar la aparición de riesgo en el camino, ni de intentar impedir que se equivoquen.

Dentro de este acompañamiento el concepto de dimensión emotiva es crucial, puesto que las emociones y los sentimientos aportan a la experiencia humana. Sin un equilibrio emocional será muy difícil la evolución de la persona. (Planella, 2008). El apoyo emocional es fundamental, pues, alivia, calma y da seguridad en los momentos de estrés donde sólo vemos negatividad. De esta forma podemos tener en cuenta diferentes puntos de vista que quizá estamos pasando por alto. Para muchos el hecho de compartir las emociones es signo de debilidad, pero es todo lo contrario, es una fortaleza. Escuchar a los demás y mirar qué sentimientos hay dentro de ellos nos ayudará a trabajar la empatía, pero si hablamos de empatía, también debemos decir que esta en exceso no es buena, ya que, como profesionales podemos llegar a recordar vivencias pasadas no muy buenas de nuestras vidas que pueden llegar afectarnos moralmente y no sería bueno para ninguna de las dos partes (profesional y usuario), pudiendo llegar a afectar de forma negativa en la salud emocional. Lo mejor en este caso sería derivar el caso a otro compañero.

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