Síntomas de la Cultura

Síntomas de la cultura
(Euterpe v.3)

Inevitable viene siendo el hecho de que mi sentir se plasme en este escrito pero ya sabiendo lo dicho, que uno plasma su realidad más apegada a lo que vive y siente. No es la intención de martirizar ni culpar ni relacionar, para nada, tiene un propósito de desahogo de lo que yo como escritor siento últimamente en mi vida (antecedente arrastrado) pero que llegando a un extremo, ya no me es factible controlar.

Muchos dirán, que por qué no lo he hablado en vez de escribirlo, donde se pierda la esencia y dolor original es pues a esta duda, doy una respuesta, no les incumbe y solo léanlo que es de mí para ustedes, bien podría llegar a (…) sin decir nada, pero quiero dejar marca a aquellos que lo vayan a tomar. Aclarando este punto, damos inicio

-LEX, 2017-

Por dónde empezar no sé con exactitud así que fluyendo mi mente a la velocidad de mis manos que rotas y manchadas se encuentran, será mi disposición.
Definiendo en simplicidad, cada persona es producto de su cultura, familia, sociedad, factores internos y externos per se, siendo tanto positivos y negativos (reiterado pero debido aclarar) pues bien, como cada persona es un ente, un individuo de una misma sustancia con sus accidentes (refiriéndonos a Aristóteles) englobar cada pauta que quiero es imposible, cada uno que esté leyendo este texto va a tomarlo en si desde un origen común pero extrapolándolo a su propia vida, no es que me queje pues es correcto, si logra ayudarlos o que logren ayudar a alguien me doy más que servido

Definiendo un síntoma en termino concreto de la RAE: “Manifestación reveladora de una enfermedad / Señal o indicio de algo que está sucediendo o va a suceder.”. En la vida misma se podría considerar como una enfermedad (quitando obvias razones lo biológico) a todo aquello que suela dañarnos, rebajarnos, lastimarnos, cualquier cosa que nos haga decaer (y de paso unimos las definiciones en una) siendo una unión que, en sintonía cultural: Toda aquella manifestación o señal de cualquier índole social que atente a X panorama toda la relación del individuo hacia sí mismo y su entorno.

Cualquier cosa que nos moldee es considerado un síntoma, para bien y mal y es en esto que haré énfasis, síntomas positivos y negativos, siendo los primeros aquellos que nos llevan a un camino de realización y plenitud mientras que los segundos, siendo su antítesis, solo nos destruirán poco a poco, transformándonos y enfermándonos donde si uno está solo y no tiene  ningún doctor con su vacuna, terminará muriendo en agonía solitaria y aun con un doctor, al menos morirá en estado de zenit

Los síntomas positivos –llamaré los positivistas constructivos culturales (abreviando positivista en función de este trabajo desahogador)- pero aclarando que en constructivos también encadenan destrucciones, pues a veces es necesario una ruptura total para empezar de nuevo en función de un pro.

Tomando una idea prestada de Hachiman, cada persona forja su camino, cada persona decide cómo afrontar su vida, unos en compañía y otros en soledad, en pro de su juventud haciendo referencia,” La juventud incita a que abandones tu ser, haciendo cualquier cosa necesaria para ser de, arriesgándote a todo tipo de consecuencia, aborrezco eso…” (Paráfrasis T1, E1), Cada quien que adquiera un positivista, debe estar dispuesto a tomarlo, forjarlo, hacerse uno con él, destruyendo positivistas que causaban un bien menor que otro por adquirir, me han de tachar de ventajista o un simple maldito, pero es la verdad, todos hemos dejado algo que teníamos por un bien superior, seamos hombres que elijamos, no seamos enajenados a X persona/situación/objeto; dolerá, pero el beneficio que ganaremos será mayor a largo plazo

Un positivista es aquel que no necesariamente te hará un camino y final feliz, sino un camino de duras pruebas o suaves, no hay que discernir, pero el final será el mismo. Dentro de estos síntomas de la cultura, quiero aclarar que construimos en ella las enfermedades de la felicidad, esperanza, superación y todas estas relacionadas cliché que todos dicen querer y tener pero que en rara vez se han de alcanzar es, en ese entonces, que solo sabiendo el esfuerzo realizado, servirá de un consuelo para no caer en los negativistas (síntomas negativos)

Dejando un poco lo positivista, lo más falso que todos anhelan excepto aquellos que estamos siempre en soledad y tristeza, es hora de meternos en el eje central de este escrito, los síntomas de la cultura-  negativistas destructivos culturales – (¿Qué por qué estos son mi eje?, pues la soledad y tristeza mía es máxima en esplendor actual y no solo en mí, en sin fin de personas esto es así, una lucha continua con nosotros mismos y con la sociedad –minoría aclarando pues en la inmensa cantidad de casos siempre es uno su peor enemigo- que no podemos ver la luz de la salida a la ataraxia)

Decir que nadie ha sufrido en la vida es peor que mentir acerca de la existencia, blasfemia pura.
Posiblemente en esta parte deje más marcado mi doxa que episteme pero reiterando el principio de este texto:”… tiene un propósito de desahogo…”. En el núcleo de la vida misma, nos encontramos a una familia, ninguna perfecta, y es desde aquí que los problemas comienzan, ningún núcleo es estable más que los gases nobles, si me extendiera demasiado perdería el hilo así que rapidito nos vamos; si la familia está rota, los hijos igual, estos mismos siendo dañados reflejarán la conducta en sus compañeros y sus compañeros se verán intoxicados, transportando el virus.

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