SECCIÓN II ENSAYO

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR[pic 1]

HOMBRE, CULTURA Y SOCIEDAD I

PROFESOR ALEJANDRO CARDOZO

CSA312

SECCIÓN II

ENSAYO

GLADEZKA PASTRANA CARDOZO 13-11055

YILDA MONTERO RODRIGUEZ 13-10914

En el texto, Ideas y mentalidades de Venezuela, el historiador contemporáneo Elías Pino Iturrieta en su capítulo Caballeros, clérigos y hombres de armas: o por qué los ciudadanos no existen en Venezuela, el autor presenta una descripción detallada de las etapas más relevantes que cambiaron la historia de Venezuela, desde los tiempos finales de la colonia. Cuando los íconos intelectuales liberales de la época buscaban referencias de las legislaciones y fuentes modernas que los guiaran a la creación de la República y ciudadanía, en la gesta independentista de Venezuela, basado en los modelos liberales de Europa y América, de como a través de las diferentes etapas de nuestra evolución como nación y de  como en la actualidad nos mantenemos anclados a los mismos principios sociales y políticos de los caballeros, clérigos y hombres de armas, que regían desde los tiempos remotos de la colonia y que cuestionan la ciudadanía del venezolano. 

A través de la narrativa del autor, vamos pasando por las diferentes etapas de la evolución del país, cuando los próceres independentistas trataron a adecuar las leyes modernas a las condiciones de cambio, que se producían en la  Venezuela independiente, pero sin romper con los parámetros que favorecían a las clases privilegiadas, que mantenían el control político, económico y social, argumentando la incapacidad de el individuo común a mantenerse o actuar de manera correcta de acuerdo a las normas impuestas por los minorías oligarcas, conformadas en su mayoría por los blancos criollos y clérigos. 

Las Constituciones Sinodales, proclamadas  por el obispo de Caracas, establece una división  de la cristiandad venezolana,  gracias a la cual se sostiene un derecho de preeminencia en términos excepcionales, en beneficio de los blancos criollos, donde los hijos de Dios son desiguales, sujetos al lugar que ocupan en la colectividad, por lo tanto serán juzgados  por la iglesia en distintas condiciones  y deben ser diferenciados distintamente por lo menos si pertenecen a los “padres de familias” o a la “multitud promiscual”, discriminando el comportamiento del hombre capaz conformado  por el maestro o el  cura y lo diferencian con el hombre ignorante por no tener el idioma español o la religión católica.

Los  “padres de familia” son,  entonces,  los blancos criollos,  propietarios de las tierras, servidumbres y esclavos, estos estaban privilegiados por leyes ajustadas exclusivamente para ellos, por ser estos custodios protectores y guías de la colectividad bajo su tutela.

Simón Bolívar comenta sobre la minoría de los blancos en el continente, pero aclara la superioridad intelectual que los equipara con el resto de la población y menciona en la carta de Jamaica, la independencia como la reivindicación exclusiva de los derechos de los criollos y es en 1815 donde Bolívar cambia verdaderamente su postura republicana, a la formación de verdaderos ciudadanos presentado en el Discurso de Angostura.

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