“SOBERBIA FRASE DE VARÓN, CONDIGNO JURAMENTO DE SOLDADO”

Concurso Literario  

“HASTA QUEMAR EL ÚLTIMO CARTUCHO”

Título del ensayo        :

“Soberbia Frase de Varón, Condigno Juramento de soldado”

Categoría participante:         “C”

Seudónimo del autor:        SHT02

2016

“SOBERBIA FRASE DE VARÓN, CONDIGNO JURAMENTO DE SOLDADO”

“TENGO DEBERES SAGRADOS QUE CUMPLIR Y LOS CUMPLIRE HASTA QUEMAR EL ULTIMO CARTUCHO”

No tengo palabras en mi vocabulario, Ni en la emoción de mi mente para describir lo que siento, solamente un temblor emocionante que hace que mis ojos se humedezcan, que mi corazón palpite fuerte y rápido, y mi respiración sea intensa, es algo que eleva mi energía, mi espíritu al máximo, así elevada mi alma quiere salir de mi cuerpo, me late muy a prisa el corazón, la emoción me embarga y mi alma gime a través de mis ojos de pensar; como es que existen en este mundo seres tan magníficos y nobles, tan complejos de entender y tan sencillos de admirar. Que nobleza y gallardía la del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes que defendió con honor nuestro suelo patrio,  tanto honor y valentía, elevan nuestros sentimientos de respeto y aprecio a nuestro héroe que nos da razones de deber y virtud.

“Tengo Deberes Sagrados Que Cumplir y Los Cumpliré Hasta Quemar El Último Cartucho”. Frase tan trascendente que me hace reflexionar y recordar que tengo un deber con las tres cosas más importantes en la vida, Dios, nuestra amada patria y mi adorada familia.

Cada una de esas palabras arrojan un sin número de características, cualidades y valores que se pueden desarrollar en todo ámbito de nuestras vidas, tanto en lo laboral, familiar, social, etc. Se puede decir que prácticamente la frase tan bien dicha por un gran hombre nunca pasa de “moda”, nos enseña a ser perseverantes, cumplidos, disciplinados, a agotar nuestros últimos recursos si es necesario para afrontar los problemas o vicisitudes que el transcurrir de toda una vida las pasamos.

Internalizar la célebre frase, que nos dejó como un legado de heroísmo, desprendimiento y arrojo, es deber de todo peruano sobre todo de los que nos representan y son fieles cumplidores de las leyes, porque eso significa tener “agallas”, Honor, respeto, tener palabra, así como lo dijo el Capitán Argentino Roque Sáenz Peña, quien combatió en las filas peruanas al mando del Coronel Bolognesi, en su discurso un 5 de noviembre de 1905, cuando se inauguraba el majestuoso monumento en homenaje a nuestro Coronel en la plaza que lleva su nombre:

"¡Pelearemos hasta quemar el último cartucho! Provocación o reto a muerte, soberbia frase de varón, condigno juramento de soldado, que no concibe la vida sin el honor, ni el corazón sin el altruismo, ni la palabra sin el hecho que la confirma y la ilumina para grabarla en el bronce o en el poema, como la graba y la consagra la inspiración nacional. Y el juramento se cumplió por el jefe, y por el último de sus soldados, porque el bicolor peruano no fue arriado por la mano del vencido, sino despedazado por el plomo del vencedor".

El “juramento se cumplió por el Jefe, y por el ultimo de sus soldados”, este juramento que nos enseña la disciplina, el respeto, el honor, los cuales se tienen que tomar en cuenta para guiar al país en base al ejemplo, al liderazgo, sin tener que considerar algún tipo de recompensa, tal y como dijo el Coronel Bolognesi en una de sus cartas a su amada esposa: “Nunca Reclames Nada Para Que No Crean Que Mi Deber Tuvo Precio”. Porque lo que hacemos con voluntad y honor queda en cada uno sintiendo el orgullo de haber realizado un objetivo trazado y desarrollado para nuestro bien y de los demás.

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