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LA SOBERBIA


Enviado por   •  6 de Marzo de 2012  •  4.402 Palabras (18 Páginas)  •  1.962 Visitas

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REFLEXIÓN SOBRE LA SOBERBIA.

Inspirado por la necesidad que tenemos de erradicar la Soberbia de nuestras vidas, me permito hacer esta reflexión, con el propósito de que nos ayude a localizar su origen en nuestra vida y así poder trabajar en la humildad, tal como nos lo pide el Señor.

Definición Enciclopédica.

Soberbia (del latín superbia) y orgullo (del francés orgueil), son propiamente sinónimos aún cuando coloquialmente se les atribuye connotaciones particulares cuyos matices las diferencian. Otros sinónimos son: altivez, arrogancia, vanidad, etc. Como antónimos tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. El principal matiz que las distingue está en que el orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que a la soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del Yo o ego. Por ejemplo, una persona Soberbia jamás se "rebajaría" a pedir perdón, o ayuda, etc. Quiero aquí citar parte de la definición de Soberbia incluida en el documento de la “sanación de la Soberbia del Padre Higinio Lopera: La soberbia es el más grave pecado contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. El hombre se hace autónomo desconociendo su condición de creatura. La soberbia fue el primer pecado que se cometió en los tiempos inmemoriales con Satanás que se reveló contra Dios llevando se consigo a otros ángeles, y el mismo, ya en el tiempo del hombre, lo llevó al primer pecado de rebeldía, de autonomía, de auto dependencia, de autodominio. Es lo que Dios nos hace ver en su palabra desde el capítulo 3º del Génesis. La soberbia está a la raíz del pecado original y por eso es la fuente y raíz de todos los pecados, y es por lo tanto la puerta para todo otro pecado; por eso también es el primer pecado capital. La soberbia es fuente de muchos delitos; por eso se ora al Señor: “Guarda a tu siervo también del orgullo no sea que me domine; entonces seré irreprochable, libre de delito grave” (Sal 19, 14). Vanidad, vanagloria, sobre autoestima, ostentación, hipocresía, jactancia, celos, violencia, rencores, prepotencia, son algunos de los vicios que engendra la soberbia. Mientras más se tenga en el corazón es mayor fuente de pecados: los humildes pecan poco, los soberbios demasiado.

Nuestras actitudes.

Luego de aclarar algunas definiciones y conceptos sobre la soberbia, he detectado algunas actitudes y posiciones que nos llevan a ella, las cuales enumerare a continuación:

• Sentido de Identidad o identificación.

• Sentido de posesión o dueño de algo o alguien

• Sentirse superior.

• Sentirse con derechos adquiridos

• Sentirse indispensable, único etc.

• Tener la Razón.

Analicemos cada uno de ellos, con el propósito de entender su significado y como pueden llegar a activar la soberbia.

El sentido de identificación es que permite identificarnos con alguien, algo y nos da un sentido de pertenencia, por ejemplo yo soy Hernando, yo soy Colombiano, yo soy ingeniero, etc. Y con cada “etiqueta que nos agregamos afianzamos ese sentido de identidad, tenemos muchas dependiendo de muchas cosas a que grupos pertenecemos, y con que nos identificamos (católicos, y dentro del catolicismo a que comunidad etc., etc.) El Sentido de posesión nos hace “dueños” de algo o alguien, podemos ser dueños de bienes materiales como una casa, un carro y tomamos como propios nuestra esposa o esposo, nuestros hijos, o pueden ser bienes no materiales como sentirnos dueños de la “verdad, del conocimiento absoluto en un tema etc. El “sentirse Superior a”, nos hace creer que tenemos más privilegios que los demás, mas sabiduría, más conocimiento, más santidad, mayores abolengos, etc. El creer que tenemos derechos sobre algo o alguien, a veces estos derechos son dados por el medio en que vivimos, la sociedad, por las reglas con que vivimos y nos movemos. etc.

El sentirse indispensable, único que sin nosotros nada funciona correctamente etc.

El creer que “en este caso” tenemos la razón y todos los argumentos para imponer nuestro criterio,

Todos ellos (quizá en su caso Usted pueda identificar algún otro), se combinan y forman parte de nuestra identidad y posición frente al mundo y frente a los demás.

LA ESTRATEGIA DEL DIABLO.

Ahora debemos analizar como el diablo actúa frente a esta condición y como aprovecha esta identificación. Primero que todo debemos revisar la estrategia del diablo a nivel general, debemos tener en cuenta quien es cuáles son sus objetivos y como actúa.

Sabemos que el diablo es el enemigo declarado de Dios y por tanto de su misión, que es el dueño del mundo: a él se lo dieron, recordemos las tentaciones de Jesús en el desierto (Lc 4, 5-7); el diablo también es dueño absoluto del infierno y busca siempre aumentar su sequito.

Por tanto el Diablo buscará siempre que en el momento de tu muerte te encuentres en pecado Mortal, pero como no conoce este momento, ni la hora ni el día buscará afanosamente que siempre te encuentres en pecado mortal cuando tu final llegue, para ello usará cual herramienta, subterfugio, trampa o condición para lograrlo. Al fin y al cabo su astucia y experiencia excede la de cualquier mortal. Esto lo podemos ver en un juego de probabilidades, si a través de la vida nos mantenemos más tiempo en pecado y encadenados a Satanás, mayor es la probabilidad de parar en el infierno, a su vez si por ejemplo el 80% del tiempo nos mantener en santidad, confesados, habrá menor probabilidad de morir en pecado, por ello es tan importante luego de la caída “correr” a realizar un acto de contrición puro y pedir el perdón del Señor.

El diablo nos conoce, nos ha estudiado por años, conoce nuestras flaquezas, nuestras debilidades y sabe en qué y en donde somos más vulnerables y siempre estará atento a sorprendernos en nuestra debilidad, es como el que va a jugar un partido de futbol, debe conocer a su adversario, sus flaquezas, sus limitaciones etc. Estamos en guerra, y luchamos cada batalla. Cada vez que estamos expuestos a una tentación, una batalla se inicia entre la legión angelical y la legión diabólica, el resultado dependerá de donde nos encontremos y de qué lado nos ponemos, esto define el resultado final, si nos inclinamos al mal estaremos del lado del diablo y de su legión, No podemos jugar en ambos bandos.

Estrategia para la Soberbia.

Ahora vamos a revisar la estrategia diabólica en el caso de la soberbia y como aprovecha cada identificación nuestra frente al mundo. Muchos de los conceptos que traigo arraigados dentro de mí, obedecen a conceptos de separación, mientras

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