SOCIALIZACION FASCISTA Y CONFORMISMO
Enviado por Aleberse • 14 de Diciembre de 2015 • Resumen • 2.476 Palabras (10 Páginas) • 342 Visitas
SOCIALIZACION FASCISTA Y CONFORMISMO
Una de las características del fascismo italiano fue su esfuerzo por encuadrar sectores de la población especialmente la juventud de los trabajadores en las organizaciones de masas.
La O.N.B y sus sucesora la G.I.L contaban con millones de miembros activos a través de estas organizaciones se influía en actividades sociales. Esto no altero la estructura de las clases sociales, por el contrario reforzó las normas de conductas.
Los estudiantes permanecieron bajo estricto control del estado básicamente la educación se basaba en la doctrina militar espiritual y moral la cual sería una amplia reserva para las filas de cuadros del partido, el grado de participación de los jóvenes en las actividades de las organizaciones juveniles fue probablemente inferior en Italia que en Alemania.
Todo los jóvenes realizaban ejercicios de gimnasia y otros ejercicios en grupo, en las ciudades más grandes estas actividades se desarrollaban en terrenos de los colegios, en general los profesores encargados de estas actividades eran los pertenecientes a estos cuadros políticos.
Bajo el fascismo la clase media especialmente la clase media baja italiana descubrió la playa y parecía encantada, la O.N.B y la G.I.L realizaban una tarea de socialización juvenil continua, en la cual formar parte de una organización de masas era fundamental
Se enseñaba a respetar a los mandos y autoridades las normas de conducta siempre eran las mismas: ser cortes, ayudar al débil y al enfermo, no practicar juegos de azar, No beber, estar siempre limpios y decir siempre la verdad.
Resaltaba los valores de familia y por lo General los jóvenes disfrutaban al reunirse vestidos de uniforme cantando consignas patrióticas. Se atacaba a las manifestaciones externas defendiendo valores tradicionales, locales y nacionales.
El aspecto más evidentemente fascista de estas organizaciones fue su militarización viéndose imágenes de niños de seis años vestidos de uniforme y con fusiles de Madera haciéndose énfasis en sus programas premilitares. Estos entrenamientos se centraban en la parte moral y en la disciplina.
Estos programas quedaron lejos de sus objetivos ya que el italiano promedio no tiene tradición militar y tiene un profundo rechazo de todo lo relacionado a la disciplina y a la rutina. Los estudiantes universitarios ni siquiera se sentirán inclinados a presentarse como voluntarios para actividades recreativas aunque el régimen trataba de promocionar en los deportes.
Algunos estudiantes universitarios ni siquiera se sentían inclinados a presentarse como voluntarios para actividades recreativas. Si bien el régimen fascista no consiguió militarizar a los jóvenes italianos, al menos logró extender las prácticas deportivas entre mucho de ellos.
El régimen trato de promocionar los deportes, y de controlar a todas la organización implicada en los deportes. Del afiliado a la O.N.B o a la G.I.L se esperaba que respetará a los mandos y a las autoridades en un grado mucho mayor que los muchachos de las organizaciones juveniles occidentales, pero la mayor parte de las normas de conducta eran las mismas: ser corteses, ayudar al débil y al en enfermo, no practicar juegos de azar, mi beber, ir limpios, decir la verdad, etc.
Lo mismo que a los boy scout y las Girl scouts, la O.N.B. y la G.I.L. Constituían fundamentalmente, por sus características organizacionales de clase media.
Los modelos físicos que admiraban eran los grandes, saludables, y más rubios de lo normal incluso en el norte. Parecía como si la burguesía Italiana del norte estuviera proyectando su imagen ideal de si misma sobre el resto de la nación.
Incluso en el incisivo patriotismo de la O.N.B. y de la G.I.L. fue esencialmente el mismo de la burguesía de preguerra, el sentimiento de comunidad generado por los grupos juveniles se oponían a los valores tradicionales burgueses: en cierta forma era un sustitutivo consiente de los valores de la familia y de la intimidad. En su mayoría, los jóvenes italianos disfrutaban reuniéndose vestidos de uniforme, cantando consignas y compartiendo el ritual establecido patriótico. La Italia fascista estaba unicamente poniéndose al día con los países mas modernizados, especialmente los Estados Unidos, en la utilización de las organizaciones y actividades juveniles para la insuflar sentimientos de comunidad y entusiasmo.
El objetivo y los esfuerzos del régimen se centraban en socializar a la juventud Italiana, en contra de las ideas burguesas, el resultado fue la militarización.
El énfasis principal de los programas premilitares de la O.N.B. se centraba en el entrenamiento moral y en la disciplina, donde el entrenamiento premilitar como tal, fue tan intenso y más intencionadamente fascista.
También fue muy importante para debilitar la eficacia de estos programas el hecho de que la mayor parte de los jóvenes italianos sencillamente no les gustaba, parecía impopular entre los italianos, dada su débil tradición militar y su profundo disgusto ante la disciplina rutinaria de todo tipo. Pero la mayor parte de los italianos de dieciocho a veinte años preferían, de acuerdo con la imagen tradicional considerarse a si mismo mas como enamorados que como luchadores.
Los estudiantes universitarios ni siquiera se sentían inclinados a presentarse como voluntarios para actividades recreativas.
El mismo Starace se quejaba de la escasa asistencia a los cursos premilitares, y los informes de los funcionarios del partido señalaban a finales de 1939 un descenso mayor de asistencia. Si bien el régimen fascista no consiguió militarizar a los jóvenes italianos en mayor grado que el régimen anterior, al menos logro extender las prácticas deportivas entre mucho de ellos.
El régimen trato de proporcionar los deportes, y de controlar a todas las organizaciones implicadas en ello.
A principio de la de la década de 1930, no solo el entrenamiento físico sino también los deportes de competición fueron ocupando cada vez mas tiempo a un cierto numero de de estudiantes de los institutos de enseñanza media, dando origen a las quejas de sus profesores. Bajo la dirección de la O.N.B. se concentro en la aptitud físicas, mientras los estudiantes de mas de dieciocho años querían aprender deportes de competencia individual lo hacían en la G.U.F.y los interesados en los deportes grupales lo hacían en los Fasci Giovanti.
Estas separaciones ponían en manifiesto las contrariedades en relación al papel que debían desempeñar los deportes bajo el fascismo. El régimen tenía necesidad de buenos andarines incansables, de montañeros ágiles y marineros valientes que de atletas.
Por otra parte disponer de campeones olímpicos se considero esencial para el prestigio de la nación.
Aunque de una forma chapucera, el régimen fascista intentaba utilizar los deportes para sus propósitos totalitarios y no solos con fines patrióticos.
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