SUICIDIO: ALGO QUE NOS COMPETE A TODOS

SUICIDIO: ALGO QUE NOS COMPETE A TODOS

El suicidio es el acto de matarse de forma voluntaria como consecuencia de la ideación suicida, es decir, de pensamientos suicidas. Un problema que está agobiando a toda la sociedad actualmente es el suicidio, incluso es considerado como la segunda causa de muerte en personas jóvenes entre los 15 y 29 años. “Anualmente, cerca de 800 000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo” (Organización Mundial de la Salud , 2019) 

Cuando se habla de suicidio salen a la luz muchas opiniones y especulaciones sobre que es lo que sucede en la persona que lo hace, pero muchas veces se suelen decir cosas erróneas y que afectan la salud mental de los demás, es por esta y otras razones que es importante hablar de este tema y resolver dudas como la siguiente: ¿la persona que se suicida es una persona cobarde, incapaz de sobrellevar los problemas de su vida?, este interrogante generalmente suele ser una opinión o una afirmación de las personas que no conocen del tema.

Primeramente, es de vital importancia prestar atención a las alertas que se presentan en las personas que nos rodean ya sean adultos mayores o jóvenes y más aún en nuestros niños que estos también han llegado a tener pensamientos suicidas y en el peor de los casos a llevarlos a cabo y que tal vez no den señales tan claras para nosotros, los motivos situacionales que llevan a los niños a tener este comportamiento son el presenciar la muerte de un ser querido o por algunos problemas escolares y hasta dentro de ellos mismos que pueden presentas problemas como trastornos de personalidad y depresión por diversas circunstancia de su vida.  Las señales a las que tenemos que estar pendiente en cualquier persona que nos rodee es fundamentalmente a los cambios repentinos de su comportamiento, al aumento o la perdida del apetito, al desinterés que puedan presentar ya sea en el colegio, en el trabajo, en su vida en general, entre otros factores importantes.

“Los factores de riesgo en los suicidas incluyen aislamiento, salud precaria, depresión, alcoholismo, baja autoestima, desesperanza, sentimientos de rechazo familiar y social” (Gutierrez-Garcia, Contreras, & Orozco-Rodriguez, 2006) es por esta razón que es importante que se le brinde la atención necesaria a la persona y si ya se registraron algunas de las señales debemos actuar, porque una persona suicida no es que sea cobarde, no es que no tenga las agallas de enfrentar los problemas, es que su juicio objetivo se encuentra nublado, no encuentra salida, siente que no puede mas y comienzan a agobiarlos otros trastornos como la depresión y la ansiedad que lo que hacen es empeorar la situación.

Es importante que se identifique este tipo de problemas, se presente un dialogo unilateral con la persona que tiene ideación suicida, es decir, sentarse a escuchar como se siente, que lo agobia, cuales son los pensamientos que lo mantienen privado de ver otra solución. Es primordial darle entender que lo entendemos, que no nos altera lo que estamos escuchando para que la persona se sienta en confianza de seguir hablando, que vea que nos preocupamos y que lo apoyamos, que no lo juzgamos.

Si dado el caso no vemos ninguna señal pero nos encontramos con el momento exacto en el que la persona está en una crisis suicida o en un intento de suicidio, lo primero que se debe de hacer es retirar a la persona del medio por el cual ha decidido suicidarse y luego salir a buscar ayuda de un experto, en este caso, de un servicio psiquiátrico, esperar con calma pero mantener los ojos puestos en la persona y avisar a los familiares mientras se le explica la situación y los pasos a seguir.

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