Salvar a Raimico

Salvar a Raimico

Raimico el mico es un pequeño mono tití, de ojos marrones y saltones, largas garras, pelaje suave y sedoso, así como en peligro de extinción. Esta especie Tamarino vive en el fresco bosque de la Isla Salamandra, este boscaje es caluroso, con mucha vegetación, árboles gigantes, pantanos de aguas dulces, al igual que múltiples charcales donde las diferentes especies se refrescan en el día.  

El pequeño tití cada vez se siente más solo por los recientes acontecimientos que suceden en el bosque, por ejemplo, la semana pasada su amigo Dante el elefante, pequeño y juguetón, no acudió como lo hacía todas las mañanas al charco de baño, por lo que Raimico no se pudo bañar con su regadera favorita incluso hoy sigue apestando; ayer era día de recolección de modo que fue a buscar su mezcolanza de comida favorita bajo el gran árbol de musgo: bananas, ni muy maduras ni muy agrias, una pequeña y arrugada lagartija verde, dos arañas peludas, y una manotada de insectos multicolor, de los viscosos. En lugar de eso encontró una máquina grande, ruidosa y metálica, al igual que varias ramas del árbol repartidas por el suelo amarillento. La más reciente situación aconteció esta mañana, cuando Raimico espero hasta que se ocultará el sol por los cocodrilos, y ninguno de estos se apareció por el pantano; Raimico no pudo cruzar el fangoso lodo sin la ayuda de Dinlo, el cocodrilo más rápido y con la cola más larga de todo el bosque.

Raimico desea que todo vuelva hacer como antes por lo cual decide buscar a todos sus amigos, se marcha muy temprano hacia el norte del bosque donde se encuentra la montaña más alta y con mejores vistas. Al aproximarse a la cima del monte, escucha ruidos armónicos, parecidos al cantico de los pájaros, asimismo percibe un olor desconocido nunca antes percibido por su plana nariz. Lleno de curiosidad se dispone a descubrir el origen de estos olores y sonidos. Escala rápidamente el resto de la montaña hasta llegar al tope de está encontrándose con un grupo de tiendas y una sucesión de sombras con formas de orangután, de repente Raimico siente un repentino golpe en su espalda, experimenta una rara sensación de calidez húmeda recorrer su torso a la par que una parálisis de todo su cuerpo, su ser de desvanece sobre la copa de ese frío árbol, desatando un silencio interior contrastado por el aullido desenfrenado de esas sombras.

Emanuel Palacios #/)

1201986

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