Seminario Y Gerencia
Enviado por jehoselean • 6 de Junio de 2013 • 2.714 Palabras (11 Páginas) • 459 Visitas
Universidad Nacional Experimental de Guayana
Coordinación General de Pre-Grado
Vicerrectorado Académico
Proyecto de Carrera: Administración de Empresas
Unidad Curricular: Seminario y Gerencia
Sección: 01
Prof.: Bachiller:
Briceño, Jehoselean
Blanca, Villarroel
Ciudad bolívar, junio del 2013
Determinaste del comportamiento del ser humano en el trabajo:
Todas las organizaciones están constituidas por personas. Las personas requieren de las organizaciones para poder alcanzar sus objetivos personales. Las organizaciones requieren de las personas para alcanzar sus objetivos organizacionales, es por ello que las organizaciones están constituidas principalmente por personas. Personas y organizaciones se necesitan y buscan alcanzar sus objetivos con un mínimo de costo, de tiempo, de esfuerzo y de conflicto.
Sin embargo los objetivos organizacionales y los personales frecuentemente entran en conflicto. Para disminuir los efectos negativos de esta interacción, se requiere del estudio y aplicación de la metodología que nos ofrece el Comportamiento y Desarrollo Organizacional así como la Administración Recursos Humanos, ya que sin este esfuerzo cooperativo no podrán ser alcanzados los objetivos, con sólo el esfuerzo individual. El comportamiento organizacional se encarga del estudio y la aplicación de conocimientos relativos a la forma en la que las personas actúan dentro de las organizaciones, es una herramienta que nos ayuda a comprender mejor la conducta de las personas en las organizaciones. Los elementos clave del comportamiento organizacional son las personas, la estructura, la tecnología y el ambiente. Con la debida interacción y aprovechamiento óptimo de estos elementos, la organización puede lograr el éxito.
Valores:
Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.
Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
Al llegar a una organización con valores ya definidos, de manera implícita asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la organización esperan de nosotros.
En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus objetivos.
Es decir, los valores organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales.
Creencias:
Las creencias son las reglas de tu vida. Son juicios y evaluaciones aprendidas sobre ti mismo, sobre los demás y sobre el mundo. Son principios de acción, si quieres saber qué cree una persona, fíjate en lo que hace, no en lo que dice. Creemos en la fuerza de gravedad y actuamos en consecuencia como si existiera: No tratamos de comprobarla intentando caminar por el aire. Si crees que eres una persona agradable actuarás como tal, abordaras, te mostrarás sociable y disfrutarás compartir con las personas. Las creencias están formadas por los aprendizajes personales para actuar en la vida (experiencias) y las experiencias refuerzan las creencias. En consecuencia, las creencias se pueden elegir, si te gustan los resultados que estás obteniendo, sigue actuando como hasta ahora lo has hecho y mantén tus creencias. Pero si no te gustan tus resultados, actúa de forma diferente y cambia tus creencias.
Aptitudes:
Llamamos aptitudes a las distintas capacidades que una determinada persona tiene para realizar algo adecuadamente. Las aptitudes se refieren tanto al ámbito psicológico como al físico o corporal. Se puede hablar de aptitudes innatas, es decir, que se poseen desde el mismo momento del nacimiento, que dependen de factores constitucionales.
Hay personas que nacen especialmente dotadas para ejercer una labor en determinados campos y, ya desde niños, vemos que tienen una constitución física ideal para algunos deportes, o habilidades manuales, artísticas, sociales, intelectuales, etc.; pero si estas aptitudes no se desarrollan lo suficiente, el resultado final puede ser que estas personas lleguen a cierta edad sin destacar en los ámbitos para los cuales habían nacido especialmente dotadas. Por tanto, hay que considerar también la importancia de los factores adquiridos.
Otras veces, las aptitudes iniciales no sólo no se ven progresivamente desarrolladas, sino que se pueden ver disminuidas por diversos factores a lo largo de la vida, como, por ejemplo, por traumatismos, deficiencias físicas o psíquicas o simplemente por la edad; es decir, las aptitudes pueden sufrir un deterioro.
En la práctica, el desarrollo de las diversas aptitudes individuales se ve influido por circunstancias
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