Siglo 19

A mediados del siglo 19, la economía del parían estaba en su mejor época, ya que había servicios de bancos, comercios, correos, etc. los domingos era de plaza y, en las calles era imposible caminar por la cantidad de gente que acudía a hacer sus compras. Era una fiesta los fines de semana, las familias salían a pasear al centro del pueblo, los niños jugaban, las parejitas se divertían. Pero, con la privatización de ferrocarriles nacionales de México en 1995… todo eso desapareció.

Sin el ferrocarril… la economía del parían se cayó de un día para otro. La necesidad obligo a los habitantes a emigrar a otras ciudades, poco a poco se fueron yendo las familias, los comercios quebraron, las escuelas cerraron por falta de niños y, nunca más han vuelto a abrir sus puertas.

El pueblo del parían actualmente es un pueblo desolado, nadie camina por las calles, las escuelas lucen en ruinas, ya no se escuchan las risas de los niños. Nadie vende ni compra nada. En el pueblo solo quedan cinco habitantes, que se niegan a abandonar sus casas, casi todos ellos son personas mayores.

Estas personas se alegran cada 21 de junio, fecha de la fiesta del pueblo, donde se festeja al santo patrono, san Antonio de Padua. Muchos de los que nacieron y crecieron en el pueblo aún siguen siendo fieles a esta fecha y, regresan para participar en la calenda, el baile y rememorar sus infancias. La presencia de estas personas le devuelve la vida a las calles, las cuales, el resto del año permanecen solitarias, calladas y tristes.

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