Silenciados, cuando los maltratados son ellos

En la sociedad moderna, en pleno siglo XXI, la violencia está siendo sexualizada y enfocada en un solo género. La misma sociedad, gradualmente, se ha encargado de construir y permitir un pensamiento totalmente absurdo y erróneo sobre la fuente generadora de violencia y la pertenencia de la maldad y la bondad según el sexo. Además, gracias a este estereotipo y a la prioridad, relevancia y preferencia que existe, esta situación-problema está siendo bastante provechosa para algunas mujeres. Por medio del documental << SILENCIADOS, CUANDO LOS MALTRATADOS SON ELLOS >> dirigido por Nacho Gonzales, se reflejan los sentimientos, pensamientos y opiniones de profesionales consientes ante una situación de gran injusticia a varios niveles, en donde se castiga severamente a una gran cantidad de hombres, por el simple hecho de ser hombres. También, salen a la luz casos de hombres maltratados que permiten sustentar un interesante e inusitado análisis de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, vigente en España desde enero de 2005. Este documental gira en torno a 5 temas principales: la violencia, la Ley Integral contra la Violencia de Género, Corresponsabilidad Parental, Acusaciones Falsas de Violencia de Género y Hombres Maltratados.

Para nadie es extraño ni mucho menos irreal saber que gran parte de las mujeres están siendo maltratadas, violentadas y puestas en sumisión, principalmente y en gran medida por hombres, ya sea física, psicológica y verbalmente. Convirtiéndose esta situación en un fenómeno universal que persiste en todos los países del mundo. Pero por el simple hecho de que sea con mayor prevalencia el maltrato hacía el género femenino, no se puede llegar a pensar que los hombres no somos susceptibles al maltrato y a la violencia como cualquier mujer. Y es aquí donde radica el gran problema.

González señala que muchas veces la ley es injusta, pues por el simple hecho de ser hombres, se les quita el principio de inocencia, lo cual marca sus vidas para siempre. Y tiene razón, socialmente es “difícil” concebir que un hombre sea maltratado por una mujer.

Nacho ha conseguido personificar a través de unos buenos profesionales, como abogados, criminólogos, policías, víctimas de violencia y víctimas de denuncias falsas, victimas al fin y al cabo, de esta otra lacra de la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género (LIVG), el dolor, las vivencias, las dificultades, las barbaridades personales y judiciales a las que se ven sometidos cientos de miles de hombres y sus  familias en este país, solo por su género, por querer separarse o solicitar una demanda de custodia de sus hijos.

Las mujeres movidas por este tsunami del postfeminismo, engañadas con teorías conspiranoicas, con brecha salarial, con desigualdades, con historietas sobre un heteropatriardo que ni es real, ni existe, se les lava el cerebro con futuras promesas, de que denuncien ante cualquier discusión, aunque tú, por ser mujer, faltes el respeto y agredas a tu pareja, si él hace lo mismo denuncia. Si tú espías su móvil, pero también lo hace él, denuncia, ya que tendrás, mujer, la todopoderosa palanca, no de Arquímedes, sino la de ZP, ese que diseño una cruel ley, la 1/2004 que inició su andadura un 28 de diciembre de 2004.

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