Similitudes que unen.

Similitudes que unen.

El ejecutivo latinoamericano y el chino tienen mucho en común: conocen la incertidumbre política y predominan las relaciones de confianza personal.

Aunque las mayorías de las empresas de latinoamericanas adoptan principios estadounidenses, existen importantes aspectos culturales que facilitan los negocios entre chinos y latinoamericanos.

En los negocios internacionales el conocimiento, el respeto y la adaptación cultural son factores fundamentales para el éxito. Manejar la cultura es la clave, no se logra un negocio sin comunicación efectiva. La mayoría chinos son multilingües, dominan el inglés e intentan dominar el idioma de la región en la que trabajaran, mientras que el estadounidense solo domina su lengua.

Los asiáticos buscan conocer sus contrapartes extranjeras para construir confianza. Su enfoque es colaborar con los locales y dejar la política en sus manos, mientras que los estadounidenses buscan cambiar a los locales e imponen sus políticas.

Además la visión de negocio de los chinos es de largo plazo, mientras que de los estadounidenses es de corto plazo, estos últimos buscan generar ganancias cada trimestre, sino es así se retiran de la región.

Los chinos están acostumbrados como los latinoamericanos a la incertidumbre política, es por eso que ésta se incluye en las proyecciones y los costos al hacer negocios, sin embargo estas mismas condiciones alejan a los negocios estadounidenses de América Latina.

Las relaciones en la confianza personal dominan la vida de los negocios tanto en china como en América Latina, mientras que el modelo de negocios estadounidense es más frio y concentrado mayormente en las transacciones que en las relaciones.

Por lo tanto la unidad de América Latina con China se basa en las relaciones personales, en las que existe un ambiente de aceptación y respeto por la complementariedad de sus culturas.

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