Sindicalismo en México: Principales consideraciones estructurales y coyunturales
Enviado por Yul Ramirez Monterrey • 14 de Abril de 2018 • Apuntes • 1.972 Palabras (8 Páginas) • 154 Visitas
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Sindicalismo en México: Principales consideraciones estructurales y coyunturales 13/04/2018 Jesús Contreras Hernández |
El sindicalismo como fenómeno de agrupación social es sin duda un tema de enorme importancia que ha sido muy estudiado en diferentes ramas del desarrollo de las ciencias sociales, económicas y administrativas; representa además uno de los pilares fundamentales de la política mexicana actual. En el presente ensayo me permito hacer una descripción de la relación que se guarda entre el sindicalismo y el sector empresarial mexicano, los antecedentes culturales que propiciaron esta relación y la evolución que se desarrolla en el México actual.
Es menester comenzar nuestro trabajo exponiendo lo que habremos de entender en el presente cuando se haga referencia al Sindicato; dicho término quiere dar a entender la acción del trabajador de agruparse en una sociedad que pugne por la defensa y exigencia de más y mejores condiciones para los miembros que se encuentran dentro de dicha agrupación, recordemos que “como organización, el sindicato es una agrupación que busca defender los intereses comunes de sus miembros” (Chiavenato, 2007, p. 370); por lo regular dichos intereses se abstraen en la integridad del humano en su contexto laboral, que va desde la mejora en el salario, prestaciones y lugares más seguros hasta ambientes que cuenten con las medidas propias de salubridad que marque el sistema jurídico laboral de cada Estado.
El sindicato posee distintos medios para hacer presión ante la opacidad de sus demandas sociales, sin embargo y para no errar en el camino de nuestro ensayo solo he de evidenciar aquella que me resulta más interesante y que es mayormente utilizada por los sindicatos, me refiero precisamente a la huelga, que es un “derecho que tiene toda persona a abstenerse de trabajar como medio para presiona al empleador y conseguir una reivindicación de interés general” (Chiavenato, 2007, p. 371); dicha paralización colectiva de labores es bajo lo que considero uno de los mayores y más radicales medios para que se pueda entablar una negociación que rinda frutos en la integridad de la condición de los trabajadores.
Es necesario recalcar que a diferencia de lo que muchas veces se plantea sobre el origen del sindicato y el movimiento obrero “los sindicatos no surgieron dentro de las fábricas sino en pequeños establecimientos de zapaterías, alfarerías, constructoras, etc., cuando esos negocios empezaron a producir para mercados mayores y para la demanda futura” (Chiavenato, 2007, p. 370), dicha premisa nos conduce inevitablemente a la pregunta por el origen y época de la generación de los movimientos sindicalistas, lo cual atenderemos enseguida para dar paso a lo que en este trabajo nos ocupa.
En la línea temporal de hechos históricos sociales, políticos y económicos encontramos que el sindicato y el movimiento que trajo consigo en su momento fueron resultado de la revolución y giro económico que comenzaba a originarse hace dos siglos; en donde el humano comenzaba a experimentar una creciente modificación cultural debido a lo anterior mencionado, es decir, que mientras la actividad laboral exigía cada vez más tiempo del trabajador para satisfacer las necesidades del nuevo y creciente mercado, el explotado disminuía cada vez más el uso y ejercicio de su libertar y con ello apelaba a un nuevo orden sistémico económico y social, en donde comenzaba el golpeteo por el reconocimiento de correspondencia de beneficios entre empleador y empleado, lo cual más adelante sería denominado como “derechos del trabajador”.
Dentro del inevitable análisis sobre el fundamento que dio origen al sindicalismo como agrupación y movimiento social, surgió la necesidad de recordar que hablar del origen del sindicato es hablar del principio mismo de capitalismo, lo cual nos trasladaría al siglo XIX, en donde “los sindicatos surgieron cuando los empleadores comenzaron a quedar oprimidos entre los trabajadores y consumidores” (Chiavetano, 2007, p. 370), dentro de dicho contexto no solo se buscaba mejorar las condiciones laborales del empleado, también se requería y exigía una dignificación del humano y su desarrollo integral es así como a partir de “1800 varios grupos de trabajadores comenzaron a organizarse para luchar contra las condiciones laborales inhumanas” (Chiavetano, 2007, p. 370).
El sindicalismo como movimiento y propagación de los ideales de la defensa de los derechos del trabajador se impregna en la historia como un proceso evolutivo correspondiente entre empleador y empleado, como un cambio paradigmático económico y social, pero sobre todo como un entramado ideológico que muchas veces en distintos lugares ha terminado en con su participación en la política institucional de los países, como es el caso de la nación mexicana en donde “representa una fuerza política que forma parte de la natural lucha por el poder en un régimen democrático” (Chiavenato, 2007, p. 371).
En el caso de México existen notables ejemplos de este proceso de revolución de las agrupaciones, sin embargo es en mi consideración el más sobresaliente es aquel que se desarrolla “el 6 de marzo de 1876 en donde se constituye el Congreso Obrero Permanente” (Espinoza, 2018, p. 4) el cual fue sin duda alguna uno de los primeros intentos que se dan en forjar lo que más adelante tendrá el nombre de sindicato mexicano, lo cual estudiaremos para hacer notar la importancia e injerencia que este modelo estructural de organización ha tenido dentro de la sociedad y la política a lo largo de su existencia en nuestra nación
Existe una relación que habremos de esbozar muy sintéticamente antes de desarrollar la conjunción de sindicato-empresa privada; es precisamente la relación que el sindicalismo guarda con el Estado el primer nudo que debemos exponer; a lo largo de la historia ha sido muy notorio que la defensa de la sociedad en general está a cargo del Estado, sin embargo y como sucede a principios del siglo XIX a dicho ente no le ha resultado tan fácil seguir siendo omnipotente dentro de su propia territorialidad, por lo cual surgen organismos sectoriales que habrán de acudir al llamado de las categorías de la sociedad que estén desprotegidas.
Ante lo anterior el ente estatal a través del tiempo a adoptado distintas posturas respecto a dichos organismos, y en relación al sindicato se mostro desde lo más radical que fue su prohibición y persecución, pasando por su tolerancia, su absorción estructural a través de instituciones políticas y al cabo de su triunfo aplastante sobre el movimiento termino por reconocerlo luego de alterar su verdadero sentido y función, “Las características centrales de la relación entre el Estado y el sindicalismo en México se definieron durante las décadas inmediatamente posteriores a la revolución social de 1910-1920” (Bensusán y Middlenbrook, 2013, p. 31).
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