Sistema Político Mexicano

SISTEMA POLÍTICO MEXICANO:

El sistema político mexicano se define en la Constitución de 1917 como republicano, federal, representativo y demócrata. Con independencia de cualquier doctrina política.

Es necesario tener presente esa definición, que por más alejada que pueda estar de la realidad es el modelo, que se ha estado manejando desde hace más de 160 años.

Pero México ¿Es en realidad republicano, federal, representativo y democrático?

Bueno se supone que es Federal porque es el gobierno que rige a varios estados, por un estado central.

Es Republicano porque el gobierno es elegido por el pueblo. Pero ¿en realidad nosotros elegimos nuestro gobierno? O ¿solo nos hacen creer que lo hicimos?

Es representativo porque en él Gobierno, hay representantes del pueblo, electos por el pueblo. Como senadores y diputados. ¿Pero estas personas de verdad están representando al pueblo, están viendo por el bien del pueblo?

Y la democracia es el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Y creo que con esta definición queda claro que México será todo menos una democracia.

Hace un par de años, en la secundaria me dejaron una tarea parecida, investigar cómo era el sistema político mexicano, le pregunte a mi papá, para que el me explicara y me conto una historia que me dejo muy claro este concepto. Esta historia no la invento mi papá, es un discurso de Tommy Douglas hecho en 1944 para el pueblo canadiense, pero se adapta muy bien a nuestro sistema político.

“El país de los Ratones, Mouseland”

Había una vez un lugar llamado Mouseland.

Mouseland era un lugar donde todos los pequeños ratones vivían, jugaban, nacían y morían. Y ellos vivían de la misma manera que tú y que yo. Incluso contaban con un congreso, y cada seis años tenían una elección.

Después de obtener regalitos y escuchar propuestas, los ratoncitos iban a las casillas y votaban para elegir su nuevo gobierno. Un gobierno integrado por enormes y gordos gatos negros.

Ahora, si piensas que es extraño que ratones elijan un gobierno de gatos, sólo abre tus libros de historia y mira de cerca los últimos cien años de gobierno en el país.

No es que yo diga que los gatos son malos. Ellos conducían su gobierno con dignidad, siempre aprobaban buenas leyes, leyes que beneficiaban a los gatos. Pero estas leyes que eran buenas para los gatos no eran muy buenas para los ratones. Una de las leyes decía que la entrada a la ratonera tenía que ser lo suficientemente grande para que un gato pudiera meter su pata en ella. Otra ley decía que los ratones sólo podían moverse a ciertas velocidades, para que el gato pudiera obtener su desayuno sin mucho esfuerzo físico.

Todas estas leyes eran buenas leyes… para los gatos. Pero, oh, eran en verdad duras para los ratoncitos. Y cuando los ratones no pudieron soportar más, decidieron que algo

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