Soberania Protagonismo
Enviado por jorgeB.guillen • 23 de Septiembre de 2011 • 2.109 Palabras (9 Páginas) • 864 Visitas
1. Definición de Democracia
Tratar de definir la democracia resulta ser un trabajo excesivamente arduo, pues esta palabra ha adquirido distintas connotaciones y es usada por diversas ideologías que pretenden bajo su sombra lograr cierto fulgor de legitimidad. Según Alf Ross la Democracia puede ser definida como:
Aquella forma de gobierno en que las funciones políticas son ejercidas por el pueblo con un máximo de intensidad, efectividad y latitud en los métodos parlamentarios.
Por intensidad entiende la dimensión del grupo que participa. Así el ideal es el voto universal de todos los adultos. Por efectividad el grado en que el pueblo puede influir en la decisión. Así ésta es grande en la democracia directa, pero si se usa la democracia representativa la efectividad depende del grado de control que puede ejercer la población sobre sus representantes. Por último la latitud se refiere a los ámbitos en los cuales se ejerce la intensidad y la efectividad, así es distinto si sólo se elige y controla el parlamento que si ello incluye al poder ejecutivo y/o al judicial.
Para muchos la democracia es un simple mecanismo. Al ser un mecanismo pareciera aséptico en cuanto a valoraciones, pues debería admitir cualquier política material concreta, con tal que la misma respete el mecanismo democrático. Para esto la democracia comporta unas valoraciones determinadas. Estas valoraciones se resume en dos conceptos fundamentales: libertad e igualdad.
La democracia requiere de un conjunto de medios necesarios para su existencia. Esto supone un modo a través del cual el pueblo ejerce la titularidad de la soberanía, ya sea mediante mecanismos directos o mediante el control y elección de sus gobernantes, lo que supone al menos elecciones periódicas. Tales elecciones suponen al menos cierta igualdad formal que permita a la población adulta su participación, pero a su vez la democracia necesita tender a crear mayores niveles de igualdad material que permitan cierta paridad en el acceso a las oportunidades de participación. También supone la suficiente libertad como para asegurar la disidencia política en el marco de una competencia libre y policéntrica. Esto nos lleva a los mecanismos que aseguran tal libertad que no son otros que el respeto a los derechos humanos, en especial a través de su garantía fundamental que es la existencia del estado de derecho.
La entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el mes de diciembre del año 1999 trajo consigo profundos cambios paradigmáticos en el concepto de democracia que hasta el momento se conocía. En efecto, hasta el año 1999, la democracia venezolana era concebida como representativa, producto del llamado Pacto de Punto Fijo, que estableció un sistema caracterizado por el bipartidismo y que agotaba la participación popular en los asuntos públicos con el ejercicio del derecho al sufragio. Este modelo concentró en manos de los partidos políticos el poder en la toma de decisiones, lo que generó que se desarrollara en la población venezolana una marcada apatía frente a los asuntos públicos, los cuales se entendían inherentes únicamente al Estado y no a los ciudadanos.
En este sentido, se establecía en el artículo 4 de la derogada Constitución de la República de Venezuela (1961) que: “La soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce, mediante el sufragio, por los órganos del Poder Público”. Las elecciones eran realizadas para designar a los representantes de los órganos fundamentales de los Poderes Ejecutivo y Legislativo en sus diferentes niveles: nacional, estadal y municipal. De esta forma se limitaba la participación ciudadana, quedando la población excluida de cualquier mecanismo de formación, ejecución y control de la gestión pública.
Luego de varias décadas de vida política con el sistema representativo, este dio señales de agotamiento entre la población generando su descontento. En el año 1989, una comisión bicameral (conformada por diputados y senadores) designada por el Congreso de la República, se encargó de estudiar las bases de la participación ciudadana en los asuntos públicos, en un intento por salvar y oxigenar el decadente modelo representativo iniciado en 1958.
Dicha comisión propuso concretamente establecer en Venezuela signos de una democracia participativa a través del establecimiento de la figura del referéndum nacional para leyes, tratados y acuerdos internacionales y dándosele además un nuevo carácter a la iniciativa legislativa de los ciudadanos. Posteriormente, en el año 1992, fue suspendido el debate sobre la participación popular debido a la falta de acuerdo político y a las grandes polémicas y contradicciones que generó el tema, lo que imposibilitó el refrescamiento del viejo sistema democrático.
La aprobación en referéndum nacional de la nueva Constitución en el año 1999, supone producir cambios de fondo que pueden observarse a lo largo de su texto, en el preámbulo, el cual se caracteriza por ser una introducción o texto orientador de carácter filosófico, religioso e ideológico en la cual el legislador expresa claramente su voluntad de establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, de lo cual se desprende el cambio cualitativo que se le da a la República.
En este mismo orden de ideas, en su artículo dos establece que Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores de la democracia.
Se establece en el artículo 3 como fines del Estado el ejercicio democrático de la voluntad popular, y se reafirma en el artículo 5 que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, y que éste la ejercerá de forma directa e indirecta, ejercicio que resulta novedoso y que pasa a jugar un papel determinante al coexistir junto a la democracia representativa, el principio de la democracia participativa y protagónica, a través del cual el pueblo ejerce de forma directa su soberanía. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) dedica buena parte de su contenido de forma específica a la participación como derecho y los medios de participación y protagonismo en lo político, económico y social para ejercerlo, en los artículos 62 y 70
Democracia es una forma de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es que la titularidad del poder reside en la totalidad de sus miembros, haciendo que la toma de decisiones responda a la voluntad colectiva de los miembros del grupo. En sentido estricto la democracia es una forma de gobierno, de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que le confieren legitimidad a los representantes. En sentido
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