Sociologia Del Trabajo
Enviado por juan.jade • 24 de Agosto de 2013 • 2.469 Palabras (10 Páginas) • 216 Visitas
UNIDAD I LA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA
1. El concepto de Sociología del trabajo
Puntos de vista sobre el trabajo
Con el fin de comprender mejor cómo las actividades del trabajo , conviene estudiarlas desde perspectivas muy diversas e indicar los puntos de vista dominantes a partir de los cuales pueden ser observadas. De esta manera, veremos dibujarse mejor su naturaleza compleja. Vamos a examinar el trabajo desde ángulos sucesivos diferentes, pero se tratará, en cada caso, del mismo fenómeno humano global.
Tomemos el caso de un trabajo industrial y de un obrero, Pablo, tornero en un taller de construcción mecánica. Su trabajo puede ser enfocado desde distintos ángulos de los cuales sólo contemplamos aquí los principales.
1. Un primer aspecto del trabajo es técnico: Este comprende la máquina de Pablo, la fuerza motriz que la alimenta, la disposición de los aparatos, en sí y en relación con las máquinas vecinas, el sistema de alimentación, las intervenciones exigidas del operador, etc. Observemos que el puesto de trabajo se adapta más o menos al operador ( o al vigilante) de la máquina.
Supone pues, en su noción, los problemas de adaptación fisiológica y psicológica (designados en los Estados Unidos por el término “human enginering”) que atraen cada vez más en la industria, la atención de los investigadores y de los especialistas.
2. El segundo punto de vista desde el cual puede considerarse la actividad de Pablo es el fisiológico. Hay relaciones múltiples entre el puesto de trabajo, su medio material (luz, colores, humedad, ventilación, ruido), por una parte, y la constitución física de Pablo, por otra parte; el grado de adaptación del hombre al puesto de trabajo y a su medio físico. La “fatiga” es, en algunas circunstancias y en gran medida, un fenómeno social.
3. Constitución moral.
El trabajo, es una actividad específica de la especie humana, inherente (e inseparable) de toda vida social humana.
Las interacciones entre la actividad de trabajo y la personalidad son múltiples: por ejemplo, las aptitudes condicionan sus actitudes intelectuales y morales, sus grados de conciencia y de satisfacción profesionales, sus opiniones, sus motivaciones, en resumen, su personalidad entera.
Por otra parte, las reacciones mentales de Pablo ante su actividad de trabajo, las opiniones de promoción y de realización que le ofrece –o le niega- influyen también en su comportamiento fuera del trabajo. Un estudio verdaderamente total de los fenómenos del trabajo implica el de los fenómenos del no trabajo; unos y otros suponen relaciones de causalidad recíproca: campo considerable que las ciencias sociales apenas comienzan a abordar.
4.-Pablo pertenece a una gama de colectividades constituidas en o fuera de la empresa. Existe pues, un enfoque de los fenómenos del trabajo desde el ángulo social, una “realidad trabajo” considerada sociológicamente, perspectiva que nos interesa particularmente.
Observemos que muchos expertos en “relaciones humanas” se esfuerzan con honestidad y éxito desiguales, por fortalecer la realidad colectiva de la empresa, de integrar en ella al obrero con el fin de obtener un mejor “clima” social.
Otros grupos exteriores en relación con la empresa, ejercen sobre nuestro obrero una acción que no es menos importante y lo es todavía más, a veces, que la de
los grupos interiores. En primer lugar la familia, cuya influencia sobre sus actitudes en el trabajo no debe ser olvidada jamás. El sindicato, del cual es miembro Pablo, el partido político al que quizá se ha afiliado son colectividades que la sociología del trabajo no podría ignorar. La clase social, cualquiera que sea la posición teórica que se adopte respecto a esta noción, entra en el campo de las fuerzas reales que actúan sobre el trabajo de Pablo, si éste se siente miembro, si experimenta, en cierto grado, una “ conciencia de clase”.
Estos son los grupos “formales”, pero al lado de los cuales, fuera o por debajo de ellos, existirían, según ciertos autores, grupos invisibles, oficiosos, a los que llaman “informales”: son los grupos que constituyen los obreros, los empleados reunidos por la comunidad o similitud de sus orígenes, de sus creencias, de sus simpatías: atracciones de carácter políticas, sindicales, religiosas, profesionales, nacionales, raciales, etc. Estos grupos ejercen también una acción sobre las actitudes y el rendimiento del trabajador.
Este aspecto social del trabajo comprende, además, las relaciones interpersonales que nacen con el trabajo en los diversos grupos mencionados.
Por último, podemos obtener una visión del trabajo concebido como realidad económica.
La actitud relativa y variable, del tornero depende, entre otras cosas, de la estructura de la empresa como unidad económica y, particularmente de su modo de administración.
TRABAJO Y NECESIDADES
Aquí aparece el trabajo en sus relaciones con categorías tales como el valor, el cambio, el mercado, el dinero, el consumo, la necesidad, todos estrechamente ligados a la realidad.
Así, la necesidad, a la que acabamos de referirnos, puede ser considerada como una categoría económica, pero también como una noción con diversas variantes psicológicas y sociales.
El fenómeno del consumo ostentoso, crea una especie de círculo vicioso. Porque hay que mejorar la productividad para aumentar la cantidad de bienes producidos y los salarios. Pero, para aumentar la productividad, hace falta que el trabajador, obrero o empleado en todos los niveles, tenga deseos de trabajar mejor, de mejorar la calidad y cantidad de su trabajo: hace falta que otorgue a la empresa un mínimo de potencial técnico, de su partido moral: lo que supone recíprocamente para él trabajador, un mínimo de salario, de satisfacción, de sentimiento de bienestar.
Cualesquiera que sean la estructura de la sociedad en cuestión, su nivel de eficacia y de rendimiento, la doble ocupación se explica principalmente por el desequilibrio entre el poder de compra
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