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Sociologia y culturizacion

gill77Resumen22 de Septiembre de 2018

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TEMA II

ORGANIZACIÓN SOCIAL

2.1.1        PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN.

¿Qué son los procesos de socialización?

Los procesos de socialización son todas aquellas interrelaciones ,hechos y fenómenos mediante los cuales se pretende que los integrantes de una agrupación humana se integren, compartan valores, principios, intereses, costumbres, hábitos, lengua, cultura y demás elementos que caracterizan y distinguen a una sociedad de otra; con la finalidad de identificarse, la socialización es la interrelación de uno con otros.

  1. Procesos de socialización de las personas o individuos.

Los procesos de socialización o asociativos o de interrelación, inician desde el origen mismo de nuestra vida, nos concebimos acompañados, ya nuestra madre es nuestra compañera espacial.

     A partir de ahí, nacemos y en nuestra más tierna edad, con la familia o entorno del hogar y sus integrantes, son las personas con quienes primero nos interrelacionamos y comenzamos el proceso de socialización. Seguimos con el proceso de socialización que inicia etapas de complejidad, observamos más pautas de diversas costumbres y hábitos diversos a los que se nos habían inculcado en el hogar.

La persona, conforme crece, se independiza, comienza a autorregular sus procesos de socialización, los primeros son forzosos, obligatorios o inducidos y empieza a realizar sus propios procesos de socialización y de discriminación.

Los procesos de socialización implican convivencia, aceptación de otros parecidos o diferentes, lo cual implica tolerancia o márgenes de discrecionalidad de ir aceptando las distancias entre lo que se quiere o pretende hacer y lo que es posible realizar.

Los procesos de socialización deben estar muy bien cuidados, si se convive con personas viciosas, pueden conducir al sujeto socializante al fracaso, a la frustración, a la inconformidad, al nihilismo o al escepticismo, por tratar de encuadrar algunas figuras que son contrarias al proceso de socialización.

Así, el proceso de socialización es el ensenarnos el que debamos aprehender a cómo comportarnos en una sociedad o en agrupaciones humanas.

Como ya se apuntó, todo proceso de asociación o socialización, puede entrañar su disociación, individualización o no socialización, según circunstancias que se den, por ejemplo, el matrimonio, es una interrelación, que inicia con el conocimiento de una persona de sexo opuesto, después, le sigue el noviazgo, que implica un proceso socializador más profundo e íntimo, en el cual si el (o ella, o ambos) novio (novio=no vio), con quien se metió, entonces, el paso hacia el matrimonio puede ser riesgoso, ya que “si quieres conocer a Inés, vive con ella un mes”, lo cual, es contrario a muchas normas y costumbres religiosas, familiares y sociales de nuestro país, por ello, todo proceso de socialización se da dentro de una circunstancia especifica en la cual se debe apreciar su Nomológica.

De lo anterior, se desprende que los procesos de socialización, son formas de inducir al sujeto socializante a valores, principios, intereses, costumbres, hábitos, usos, prácticas y demás elementos culturales, lo cual significa que el proceso de socialización también implica un proceso social de culturización.

Las familias en México tenían una organización tribal, ya que a inicios del Siglo XX, las familias eran de 10 a 20 hijos, para que trabajaran en el campo; a partir de 1950 a 1970, las familias decrecieron de 5 a 10 hijos con las políticas implementadas por el Estado mexicano desde 1970 a la fecha de reducir la tasa de natalidad que era de 3.5% anual, ahora es inferior al 2%, tenemos que las familias ya no son tan numerosas, ya casi no se reúnen los abuelos, padres e hijos, ahora se interrelacionan padres e hijos, en el mejor de los casos, cada vez más se atomiza la familia.

Lo anterior implica que el núcleo básico de socialización que en el país eran las familias (bipersonales de mujer y hombre), ya no es el esquema “normal”, más que en las normas religiosas y jurídicas, no en los hechos; esto provoca efectos en el sentido que ya es más común ver que los niños se interrelacionen solo con uno de sus progenitores, lo cual no es conforme a la familia monogamica, entonces, estamos ante procesos socializantes disfuncionales, distintos.

En los espacios donde se conservan algunas tradiciones o usos sociales, es en los pueblos, delegaciones, rancherías o municipios, ya que existen “las fiestas del pueblo”, la celebración de las “fiestas patrias” y las “navideñas”, de manera principal, casi todos se conocen y si se socializan en familias y entre vecinos.

En las grandes ciudades las celebraciones muchas veces son motivo de violencia, de tomar alcohol, etc. De estos hechos, podemos inducir que a mayor población, que en las sociedades más numerosas, existe menos socialización, las interrelaciones son efímeras, superfluas, convencionales, con fines específicos y no se estrechan los lazos entre personas, no se construyen valores, principios e intereses comunes.

En México las tradiciones como el “día de muertos”, “día de los santos reyes” o poner el nacimiento se han ido perdiendo, por la influencia de la cultura de los EUA y demás propaganda del norte que se complementa con las escuelas con hegemonía de la misma cultura. Así los niños se asocian y se disocian en ambos efectos, lo cual no es benéfico en un proceso de integración o de socialización. No contamos con procesos de socialización permanentes, sino que más bien son esporádicos, temporales, efímeros y no le dan mucha consistencia o identidad a nuestra sociedad, no se compacta y por tanto, no se crean afinidades sociales.

  1. Procesos de socialización de la colectividad hacia las personas.

Los procesos de socialización del ente colectivo hacia el individuo o en las personas, son aquellas interrelaciones de la familia o núcleo familiar, parientes, vecinos, escuelas, maestros y compañeros de aulas, iglesias, así como de las estructuras o instituciones formales, informales o no formales de un país o Estado, que tratan de formar a la persona conforme a los valores, principios, intereses, costumbres, tradiciones y demás elementos culturales de una comunidad o sociedad en un contexto histórico determinado.

En México, no hemos podido, construir procesos sociales de nacionalismo, patriotismo o de socialización.

Algunas de las razones históricas del por qué, son porque al hacerse la conquista de México, se impusieron, de manera hegemónica, pautas de comportamientos a los aborígenes o autóctonos, lo cual no fue aceptado o bien visto por los grupos dominantes, acciones obligadas que a los grupos dominantes no les importo.

Las Leyes de Indias, confeccionadas desde la península ibérica, fueron realidad por personas que desconocían realidad de nuestro continente.

Así, se inauguran las interrelaciones políticas y religiosas, culturales y sociales en México del doble discurso, de la doble moral o del doble lenguaje.

En cuanto a los aspectos religiosos, los que nos decimos católicos, lo somos de nombre, en encuestas realizadas en las aulas de clase a los alumnos católicos, a la pregunta expresa de cuantos han leído una sola vez en su vida La Biblia completa es casi nula.

Nuestros padres autóctonos eran fanáticos politeístas, nuestros ancestros europeos o ibéricos eran fanáticos monoteístas, y sigue vigente en México, lo cual contribuye a disociar a nuestra sociedad.

La Iglesia y el Estado son lo mismo, de ahí las grandes dificultades de intentar separar o secularizar el Estado y la Iglesia en México, objetivo que aún no se logra.

Así, la política en México es un factor de división, de intolerancia, de enconos de posiciones encontradas e incluso radicales, en extremos, que en el mejor de los casos, por lo que opta la mayoría, sobre todo la menesterosa, es de adaptarse al nuevo amo, al nuevo dueño, al nuevo partido en el poder; con un doble lenguaje y de manera cínica, no hay ideales políticos, convicciones o lucha por un proyecto político común, la lucha es por ganar el sustento de cada día y se es fiel con quien da de comer.

Entramos en el nihilismo, en la paranoia de aquí en mi México lindo y querido la vida no vale nada.

Hasta nuestra actualidad, se han fomentado estereotipos en el sentido de que el autóctono o aborigen (mal llamado “indio”).

Los medios que forman la opinión publica en México, no socializan, sino que individualizan.

Sus fines concretos son enajenar a las personas hacia el consumismo, que el individuo se vuelva narcisista.

La educación es un proceso de socialización por excelencia, el cual no se ha cumplido en México como se establece en la Constitución de la Republica. La educación es el proceso de socializar a la raza en valores comunes, en conocer la historia de la patria y de la matria (patria chica), nuestra geografía, recursos, tradiciones, arte, música y demás elementos que conforman una conciencia colectiva, identidad y nacionalismo, lo cual no existe en México.

Los mexicanos no somos solidarios, solo en pocos momentos como en el terremoto de 1985, el pueblo salió de sus lugares para auxiliar a las personas, pero las propias autoridades, el ejército y demás cuerpos de auxilio, impidieron apoyos ciudadanos.

El mexicano en lo general no se distingue por auxiliar al prójimo, por lo anterior, los procesos de socialización se están aminorando, lo cual nos lleva al individualismo.

Como ejemplos ilustrativos, tenemos el “albur” y el “machismo”. Se considera que el origen del albur en México parte de la idea de que los españoles hablaban en castellano y los autóctonos en maya, náhuatl o alguna otra lengua similar, entonces, en ambos sentidos, no se entendían y requerían de traductores (Malinche); los traductores le daban otro sentido al lenguaje o el que les convenía.

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