Sociología De La Ciudad
Enviado por haroldreyes56 • 18 de Junio de 2014 • 2.326 Palabras (10 Páginas) • 311 Visitas
Universidad Bolivariana de Venezuela
PFG Gestión Social para el Desarrollo Local
Aldea Universitaria “Andrés Bello”
Misión Sucre
Cordero, Estado Táchira.
SOCIOLOGIA DE LA CIUDAD
(Ensayo)
Autor:
Harold José Reyes Ávila
Cordero, Abril 2014
La relación espacio-ciudad ha sido analizada a lo largo de la historia de la sociología. Por lo tanto, dada la importancia que el fenómeno urbano tiene en la sociedad moderna y particularmente en occidente, es hoy día indispensable: en las ciudades nacen los caracteres, los problemas, los conflictos que definen la presente época; en ella se anticipan los temas futuros.
La cuestión urbana constituye, quizás, el principal problema de nuestro tiempo; las contradicciones que desencadena se reflejan directamente en las disciplinas científicas que deberían intervenir para definirla y para preparar concretos procesos de solución que se hacen cada vez más apremiantes. El problema requiere, pues, la aportación de las ciencias sociales y, específicamente, de la sociología, pero a menudo la respuesta que se ofrece es, al mismo tiempo, lapidaria y desalentadora: la sociología de la ciudad está en crisis.
La aportación de esta sociología, dedicada a la elaboración sociológica teórico empírica, quedaría limitada a una multiplicidad de investigaciones sobre los varios aspectos de la vida urbana. Los resultados de estas investigaciones carecerían de un marco teórico de referencia y no contribuirían a su formación en cuanto que a menudo pertenecen a situaciones y a actitudes excesivamente específicas, sobre cuya base es difícil fundar un proceso de abstracción y de generalización. Se sostiene, además, que la tendencia a la superposición entre sociedad urbana y sociedad global privaría a la sociología urbana de su objeto de investigación, hasta el punto de que sería difícil justificar su existencia como disciplina autónoma.
Nos encontramos así frente a un interesante problema, para cuya interpretación la sociología del conocimiento podría ofrecer instrumentos útiles. Por un lado, una realidad concreta, la realidad social de la ciudad y de la metrópoli que transforma y pone en crisis los valores culturales y las instituciones; por otro lado, la crisis de una disciplina y, más en general, del pensamiento que habría de hallar la clave interpretativa de esta realidad para hacerla más comprensible (controlable) a quienes hoy la padecen.
El problema de cómo atender el espacio y los procesos sociales que se dan al interior de las ciudades va a estar en estrecha relación con el enfoque teórico que predomine en cada uno de los autores o escuelas de sociología. Los criterios de cada uno de ellos resultan de gran importancia a la hora de realizar un estudio sobre una determinada situación urbana.
Por ejemplo, en David Harvey encontramos el siguiente concepto de espacio: El espacio es un producto social, un gigantesco sistema de recursos creados por el hombre, de gran importancia económica, social psicológica y simbólica. Aquí se observa como el autor percibe el espacio más allá de lo físico, lo toma como producto de la acción del individuo, de una interacción constante, de su relación con la sociedad en sentido general y como producto de los cambios y transformaciones que se han producido en el transcurso de la historia de la sociedad.
Harvey, considera al espacio como digno de un análisis sociológico, en la medida que se trata de un elemento autónomo, que produce efectos propios, no deducibles de los otros elementos con los que se encuentra interrelacionado, aunque esto no significa que sea determinado.
Tenemos que admitir que el espacio social es complejo, heterogéneo. A veces discontinuo y casi con seguridad diferente del espacio físico en el que trabajan habitualmente el ingeniero y el planificador. En esta cita se percibe la postura del autor en cuanto a la construcción social del espacio, susceptible además a cambios y transformaciones en el transcurso histórico mundial.
Por su parte la autora cubana, Mariana Ravenet, considera al espacio como un hecho social. Con carácter histórico y productor a la vez. Los espacios socialmente construidos se organizan y reconfiguran permanentemente, como resultado de las formas y funciones derivadas de los procesos económicos y sociales. El espacio es para ella una realidad social y no exclusivamente natural ya que la naturaleza es objeto permanente de transformación por la actividad humana, es naturaleza socializada. Además esta autora concibe el espacio en relación con lo humano, como entorno, como lugar de ocurrencia y manifestaciones del conjunto de relaciones materiales y simbólicas producidas por el hombre, es decir, que forma parte y es al propio tiempo expresión de la práctica, la cultura, entendida esta ultima como cultura material y espiritual.
Para nadie es un secreto que muchas de las cuestiones actuales en materia de estructura urbana y formas espaciales tienen su punto de partida, su origen, en el pensamiento teórico de dos de las figuras relevantes de la Sociología: Max Weber y Karl Marx.
Weber introduce la perspectiva económica en los estudios sobre ciudades. Basándose en su método histórico-comparativo, realiza una comparación entre ciudad occidental y oriental, tomando como variable a medir la estructura social, el tipo de mercado y la posesión del suelo en las mismas. Estas variables iban a determinar el tipo de ciudades y los cambios y transformaciones físico-sociales del espacio urbano.
Es significativo distinguir la principal diferencia que establece entre estos dos tipos de ciudades, el derecho del suelo urbano y la posición jurídico personal del habitante de la ciudad occidental, esta última, el suelo podía venderse libremente, se convierte en instrumento de crédito y al adquirir valor de capital ampara la función mercantil ya prevalente y permite la libre edificación de la ciudad, modificando así los espacios de la misma y creando posteriormente un nuevo tipo de sociedad.
La principal limitante, a mi entender, la propuesta de Weber consiste en la omisión que hace del lugar central de las clase y de sus luchas en la formación del espacio urbano, la capacidad que tienen las mismas para producir cambios en la estructura espacial y por tanto urbanística de cualquier ciudad.
Por su parte Kart Marx y Federico Engels, perciben a las ciudades como producto cultural consecuente con la acción económica
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