Stunt: ¿Deporte o vandalismo?

 PLANTEAMIENTO

    En la actualidad, en Colombia el deporte se encuentra en auge y cada vez toman fuerza diversas modalidades deportivas de alto riesgo que aun no se practicaban en Suramérica hace unos años atrás; como el Stunt, un deporte sobre ruedas practicado por primera vez en la ciudad de Bogotá y, luego, se fue extendiendo hasta llegar  a la ciudad de San Juan de Pasto. No obstante, su práctica presenta problema dado que atenta contra la vida de quienes lo ven como de quienes lo practican, e influye negativamente en la movilidad vial de la capital de Nariño.

     Como habitantes de la ciudad de Pasto, se observa cómo va en aumento la comunidad del Stunt, puesto que, se escucha el sonido de motocicletas de alto cilindraje trasladándose en caravana, de manera que tienen concertados los itinerarios que los dirige a los sitios de encuentro para realizar este deporte tanto seguidores como Stunters. Es preciso aclarar, que esta modalidad deportiva no trae consigo problemas si se entrena de forma correcta y con todo el equipo de protección que requiere, sin embargo, dentro de la misma se ven reflejadas situaciones de negligencia por lo que el interés lucrativo por parte de los practicantes está por encima del juego, la diversión, la salud, lo cual, se apropian de las autopistas y en  preferencia La Pastusidad, pista de patinaje que se convierte en el escenario perfecto para realizar los denominados piques ilegales, apuestas de carreras no autorizadas por falta de seguridad y garantías en las cuales la Policía Nacional se ve obligada a responder con operativos en favor de reducir los índices de heridos y víctimas mortales ya sea por esta práctica inmoral o las agresiones física que deja la renuencia a pagar.

     Por otra parte, la comunidad a diferencia de los practicantes no considera el Stunt como arte, más bien como un acto vandálico gracias al estigma que ellos mismo forjan inconscientemente al salirse de los parámetros de un verdadero espectáculo quebrantado por interés personal prevaleciente. Además, las personas que más objeción presentan ante este deporte son aquellas que viven y frecuentan esa zona, forzados a tolerar horrísonos como los ruidos que desatan las motos, las amenazas y palabras vulgares en medio caos, hasta tal punto que son muchas las peticiones tramitadas a diferentes instituciones como Secretaria de Movilidad y Transporte, Alcaldía y el Comando de Policía  para una atención inmediata y eficaz. Ahora bien, otro factor importante para señalar es la falta de diligencia desde la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Pasto, al no brindar espacios propicios para el desarrollo del Stunt, de ahí la importancia del apoyo gubernamental con egresos, infraestructura y eventos que promuevan este ejercicio y ostente el talento de la ciudadanía y la región a través de la competencia sana.

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