TRIBUTO AL ARTE CALLEJERO
Enviado por • 11 de Julio de 2014 • 412 Palabras (2 Páginas) • 286 Visitas
Ningún reto mas grande se presenta hoy en vuestra Policía Nacional que la erradicación de la cultura de la violencia y la instauración de una nueva cultura de la tolerancia y la paz, inspirado en los valores cognitivos de cada uno de sus actores.
El episodio del grafitero Diego Felipe Becerra, muerto a bala en circunstancias confusas que se complican por la presunta manipulación de los hechos, es una clara muestra de intolerancia irreflexiva con los personajes que dejan su huella pictórica -válida o destructiva, no importa- en paredes, columnas o estatuas.
"Vándalos", les dicen, y casi siempre con razón: algo va del grafiti artístico al adefesio catastrófico, especialmente si afecta señales de tránsito o bienes de interés cultural como esculturas o edificaciones, por ejemplo. Las normas vigentes que regulan el grafiti parecen inefectivas cuando la propiedad privada es atacada furtiva e intencionalmente.
La Policía debe convocar a todos estos actores a una exposición de actitudes, con el compromiso de vivir el arte como el mejor aporte a la superación de la cultura de la violencia y de la muerte.
Estoy convencido de que el grafiti es una de las manifestaciones culturales más desarrolladas del nuevo siglo y debe ser tratado como una práctica artística y no como una situación de crimen o de inseguridad, donde las personas sean mas importantes que las cosas y la vida sea venerada como un don sagrado.
Es importante ofrecer un reconocimiento a la memoria del muchacho por su invaluable expresión artística callejera, como un sencillo aporte que creo será útil para que personas y comunidades reflexionen sobre los valores necesarios para construir paz desde el arte: esperanza, dialogo, tolerancia, no violencia, justicia y respeto por la vida, y que a la postre se convierte en el legado de los pueblos.
Los invito a partir de este pequeño comentario a comprometernos en un proceso de conversión, que comenzando en el interior de cada uno de nosotros, se exprese luego en cambios auténticos y profundos en las relaciones que constituyen nuestra vida social.
Pido a Dios que la memoria del grafitero Diego Felipe Becerra, de inicio al propósito de colaborar en la victoria de la vida sobre la muerte y la plena satisfacción de estar armados de esperanza, con actitud ni violenta, abiertos al dialogo, dispuesto a la tolerancia y comprometidos con la justicia para construir la cultura de la vida, por el arte en camino hacia la paz.
Que así sea: Fernando Ocampo Solis
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