Teología de la liberación ensayo

Teología de la Liberación

Examen final

¿Cuáles son las principales características del Reino de Dios y cuál es la relación entre el Reino de Dios y los pobres?

Jesús siempre tuvo presente en su mente y en su corazón la idea del Reino o del Reinado de Dios. Por esto, a medida que Jesús iba adquiriendo una mayor fe y su vínculo con su Padre se hacía cada vez más fuerte. Las ideas que tenía respecto a este tema se esclarecieron y sintió que él era el encargado, o mejor dicho, el enviado a entregar este planteamiento del Reino de Dios y así anunciarlo a toda la gente que estuviera dispuesto a escucharlo.

Cuando Jesús empezó a predicar sobre este Reinado, con un absoluto convencimiento, señalaba que éste Reino, el cual manifestaba una promesa de salvación para la comunidad, no sólo era un compromiso, sino que era algo más que eso, era una realidad. Desde el momento que Jesús comentó esto, se generó un gran impacto en la sociedad, donde había personas que lo escuchaban y le creían, mientras que otros rechazaban e ignoraban sus palabras. Sin embargo, aunque muchos no aceptaron lo que profetizaba Jesús, dicho Reino de Dios, estaba presente, porque Dios era testigo de todo, su presencia estaba impregnada en la sociedad con las acciones que daban cuenta que el reinado del bien se comenzaba a manifestar y se dejaba de lado el reinado del mal, ya que el primero tenía poder sobre el último.

Lo señalado anteriormente, Jesús lo tenía bien claro, ya que así lo demostraban sus palabras y acciones. En ellas, señalaba que por medio de él era Dios mismo quien actuaba en el mundo, entregándoles a las personas un amor salvador, el cual debían recibirlo y acogerlo, ya que quienes lo aceptaran serían capaces de alejarse del pecado y mantener viva su esperanza de que siempre encontraran un futuro mejor para ellos.

Debido a lo antes señalado, es que podemos definir de manera más concreta que lo significaba el Reinado de Dios para Jesús, tenía un estrecho vínculo con los oprimidos de la sociedad, ya que son éstos los que podían ser salvados y aceptar ese amor que quería entregar Dios. En otras palabras, según Jesús el Reino de Dios pertenece a las personas incapaces de defender sus derechos, a los desposeídos, a los hombres y mujeres indigentes, a los incapacitados, los enfermos, gentes a las que nadie hace justicia, personas para las que no hay sitio en las estructuras sociales.

Por lo mismo, la reacción que tiene Jesús frente a le gente que es víctima de la opresión es de afecto y comprensión. Así se deja desvelado en el texto Jesús de Nazaret, el Cristo liberador:

Jesús responde ayudando al pueblo en sus necesidades vitales fundamentales: salud y comida; rompe el círculo excluyente de la propiedad y critica proféticamente a los ricos, subvirtiendo los polos de valoración humana: el centro no es el acumular y el tener, sino el compartir; por eso serán los pobres los que poseerán el reino y también la tierra. Desde esta convicción diseña la utopía igualitaria del reino: la abundancia para todos, basada en la gratuidad del don del Padre para todos sus hijos. (Bravo, pág. 556)

Tras lo anterior, Jesús no sólo nos dice que de cierta manera protege a los oprimidos, sino que el Reino de Dios tiene por característica principal que los pobres serán quienes dominaran este reinado. Por lo tanto, se puede señalar que         Jesús cuando anuncia este Reino de Dios, lo hace dirigido especialmente a los pobres.

Sin embargo, por qué éste reinado va para los pobres y no a otro grupo de personas en particular. La respuesta es simple, Dios no puede reinar entre los hombres sino haya la justicia en la sociedad. Sólo al desmascarar las injusticias impuestas, se puede lograr un Reinado de amor salvador que propone Dios. Y por lo mismo, debido a que los pobres son abandonados y rechazados de maneras injustas, son los que merecen pertenecer y ser resguardados por Dios, en su Reino.

Estas injusticias que va desvelando Jesús, tienen relación con el hecho de que él no acepta que haya gente que sea esclava de las riquezas. Debido a que las personas que son dominadas por el dinero, sólo les importa eso y no ven a la gente que tiene menos recursos, por lo mismo, los sujetos que sólo fijan su vida en el dinero, no podrán servir a Dios. Y no pueden tener ambos elementos, o es la fortuna o Dios.

Por consiguiente, la gente que lleva una vida donde su principal factor es la riqueza, no puede anunciar el evangelio a la gente que tiene menos recursos, ya que ellos no pueden ponerse en el lugar de estas personas pobres al tener una perspectiva desde el poder y la satisfacción de la fortuna. Sin embargo, Jesús, quien siempre tuvo una cercanía con los pobres sí puede comprenderlos, ya que él también formo parte de esa comunidad toda su vida, desde el momento que nació hasta la instancia que se produjo su muerte, en otras palabras, vivió la misma suerte que los pobres. Así que por esto, Jesús defiende los derechos de esta gente y contribuye a construir una sociedad llena de solidaridad y fraternidad.

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