Teoria De Keyness
Enviado por Ivan Niño • 21 de Abril de 2019 • Resumen • 10.708 Palabras (43 Páginas) • 147 Visitas
LIBRO I: INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1
LA TEORÍA GENERAL
Los postulados de la teoría clásica sólo son aplicables a casos especiales, esto debido a que las condiciones que supone son un caso extremo de todas las posiciones posibles de equilibrio. Las características del caso especial por la teoría clásica no son las de la sociedad económica en que hoy vivimos, razón por la que sus enseñanzas engañan y son desastrosas si intentamos aplicarlas a los hechos reales.
CAPÍTULO 2
LOS POSTULADOS DE LA ECONOMÍA CLÁSICA
La teoría clásica de la ocupación descansa en dos postulados fundamentales:
1.- El salario es igual al producto marginal del trabajo: Esto es, el salario real de una persona ocupada es igual al valor que se perdería si la ocupación se redujera en una unidad. Esta igualdad puede ser perturbada si el mercado es imperfecto.
2.- La utilidad del salario, cuando se usa determinado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad marginal de ese mismo volumen de ocupación: Esto es, el salario real de una persona ocupada es el que basta para provocar la ocupación del volumen de mano de obra realmente ocupado, quedando esto sujeto a la condición de que la igualdad para cada unidad individual de trabajo puede alterarse por combinaciones entre las unidades disponibles, de modo semejante a como las imperfecciones de la competencia condicional el primer postulado. Por desutilidad debe entenderse cualquier motivo que induzca a un hombre o a un grupo de hombres a abstenerse de trabajar antes que aceptar un salario que representa para ellos una utilidad inferior a cierto límite.
Pero los postulados clásicos no admiten la posibilidad de una tercera clase de desocupación, que define Keynes, como "involuntaria"
El volumen de recursos ocupados está claramente determinado, conforme a la teoría clásica, por los dos postulados. El primero nos da la curva de demanda de ocupación y el segundo la de oferta; el volumen de ocupación se fija donde la utilidad marginal del producto compensa la desutilidad de la ocupación marginal.
La lucha en torno a los salarios nominales afecta primordialmente a la distribución del monto total de salarios reales entre los diferentes grupos de trabajadores y no a su promedio por unidad de ocupación, que depende de un conjunto de fuerzas diferentes. El efecto de la unión de un grupo de trabajadores consiste en proteger su salario real relativo. El nivel general de los salarios reales depende de otras fuerzas del sistema económico.
Todo sindicato opondrá cierta resistencia, pero como ninguno pensaría en declarar una huelga cada vez que aumente el costo de la vida, no presentan obstáculos a un aumento en el volumen total de ocupación, como pretende la escuela clásica.
CAPÍTULO 3
EL PRINCIPIO DE LA DEMANDA EFECTIVA
Keynes comienza dándonos los términos “básicos” para poder entender mejor la teoría de la demanda efectiva, estos términos siempre serán vistos desde la posición del empresario.
Existen dos tipos de gastos, en primer lugar las cantidades de paga a los factores de producción por sus servicios habituales a los cuales les llama “Costo de Factores del volumen de la ocupación” y en segundo lugar las sumas que paga a otros empresarios por lo que les compra, aquí se incluye a su equipo para no dejarlo inactivo y este se denomina “Costo de uso del nivel de ocupación dado” el siguiente término que emplea es el “Ingreso del empresario” que se conforma del excedente de valor que la producción resultante de la suma del Costo de factores y el Costo de uso.
En otras palabras, se puede decir que el Costo de Factores es el ingreso desde punto de vista del empresario y si a este le sumamos las ganancias del empresario nos dan en lo que Keynes llama “El Ingreso Total”. Llama “Producto de la ocupación” al ingreso global que resulta de un volumen dado de la misma, por otra parte la oferta global de la producción resultante de esta es la expectativa de los resultados que piensa obtener y que hará costeable a los empresarios conceder dicha ocupación.
La doctrina clásica es el sostén de toda teoría ortodoxa, en la cual se expresa que “la oferta crea su propia demanda”, implicando que el precio de la demanda global se ajuste al precio de la oferta global, de tal forma que cualquiera que sea el valor de N, el producto D adquiere un valor igual al del precio de la oferta global Z, que corresponde a N.
Por lo tanto, la demanda efectiva jamás tendrá un valor de equilibrio único sino, una escala infinita de valores donde todos ellos serán igualmente admisibles y en el que el volumen de ocupación será indeterminado salvo en la medida de que la desutilidad del trabajo marque un límite superior.
Si esto fuera cierto, la competencia entre los empresarios conduciría siempre a un aumento de la ocupación hasta el punto en que la oferta en conjunto cesará de ser elástica, esto quiere decir que cuando un nuevo aumento en valor de la demanda efectiva ya no fuera acompañado por un crecimiento de la producción se obtendría la ocupación plena.
LIBRO II: DEFINICIONES E IDEAS
CAPÍTULO 4
LA ELECCIÓN DE UNIDADES
En este capítulo Keynes se ocupa de un tema el cual él considera no es el central en su investigación, pero que genera gran confusión en el momento que está construyendo su obra, por eso detiene su mirada sobre la dificultad en la elección de unidades para realizar análisis económico que existe en ese momento y considera fundamental resolver este tema con absoluta rigurosidad.
Como sabemos el pensamiento económico se apoyado en la construcción de modelos, los cuales son una abstracción de la realidad que permiten sintetizar los diferentes fenómenos sociales, económicos y convertirlos en teoría, para esto Keynes considera que se debe realizar una elección de unidades cuantitativas apropiadas, que sean homogéneas y nos permitan desarrollar el pensamiento económico sobre una base sólida.
De esta forma Keynes cuestiona algunas unidades de medición que son utilizadas en el momento por los economistas (Marshall, Pigou), como lo es el dividendo nacional que intentaba medir el volumen de producción corriente o ingreso real, sobre este concepto el autor tiene una importante cuestionamiento puesto que la producción de mercancías y servicios presenta como característica, el no ser homogénea lo que dificulta la posibilidad de tener mediciones precisas sobre esta, que sirvan como base cuantitativa para realizar comparaciones entre el equipo empleado nuevo y el viejo y poder llegar así a análisis más certeros sobre el incremento de la producción, por esto Keynes expresa que a pesar de lo anteriormente dicho, conceptualmente el profesor Pigou tenía razón, pero necesita un conjunto de unidades más sólidas para su planteamiento.
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