Teoria Del Consenso Social

Recordando a Peter F. Drucker

Gestión es hacer las cosas bien, liderazgo es hacer las cosas correctas.

Dr. Estivenson E. Girón D.

Catedrático universitario

El próximo 11 de noviembre se cumple el sexto aniversario de la desaparición física del “Padre del Pensamiento Gerencial Moderno”, Peter F. Drucker, pensador, escritor, profesor y el más grandes filósofo gerencial del siglo XX. Sus ideas sobre la innovación, el liderazgo, la eficacia y la adaptación al cambio seguirán vigentes en la mente de todos aquellos que disfrutan y gozan de la sabiduría empresarial.

Escribir sobre Drucker es sencillo, por una parte, pero complejo a la vez, pues ¿qué se puede decir de Drucker que no se haya dicho con anterioridad? Realmente la intención de este artículo no es repetir toda la grandeza que ya se conoce sobre la figura del gran pensador, sino más bien llamar a la reflexión sobre algunos de sus tantos planteamientos y sus grandes contribuciones, no sólo en el campo de la gerencia, sino también en el contexto de sus observaciones sobre el papel del gobierno, sobre la educación, sobre el conocimiento y algunos otros aspectos fundamentales en nuestros días.

La sencillez de la que hablamos es el resultado de su prolifera producción intelectual, aproximadamente 35 libros y otros tantos textos complementarios; la complejidad se vincula a su aporte, de su intelecto y de su contribución al engrandecimiento de la comprensión del futuro, como parte integral de nuestras vidas, y de su concepción, la cual él entendía como: “Lo único que sabemos sobre el futuro es que será diferente”. Muchos lo consideran un futurólogo por su capacidad para interpretar los eventos gerenciales por venir; por su perspectiva de adelantarse a los acontecimientos o por su identificación con su frase: “La mejor manera de predecir el futuro es crearlo”.

Al respecto y revisando su obra El Ejecutivo Eficaz (HarperCollins, 2002) nos encontramos con un excelente consejo relacionado con la búsqueda del “éxito”. Drucker recomendaba reemplazar la búsqueda del éxito por la contribución, bajo un supuesto interesante; no es ¿cómo lo consigo?, sino ¿en qué puedo contribuir? La contribución de Drucker está vinculada con su aportación al mundo empresarial, con aquella gran habilidad para descubrir y describir perspectivas sobre el funcionamiento del mundo social y empresarial, las cuales la historia después ha demostrado como ciertas.

Desde su primer libro en 1939 “The End of Economic Man”, hasta su probablemente última obra “The Managing in the Next Society” (2002), la intención fundamental de Drucker fue cambiar el mundo desde la “pluma” (el uso de las ideas), ya que según sus propias palabras lo podía lograr a través de ésta o de las armas. Manifestó: “yo escogí la pluma”, siempre partiendo de una acotación fundamental cuando se le preguntaba por su mejor obra; respondía “la próxima”. Existen un sinnúmero de anécdotas y manifestaciones expuestas a lo largo de su carrera, en especial su gusto y admiración por la historia.

Repasemos de manera rápida algunas ideas de Drucker, que aún con el pasar del tiempo siguen vigentes:

• ¿Quién se encarga de los desafíos sociales en la sociedad del conocimiento? No es ni el gobierno, ni la organización empleadora. Es un sector social nuevo y aparte. El gobierno ha demostrado ser incompetente para resolver los problemas sociales. Las organizaciones sin ánimo de lucro gastan menos logrando más resultados que lo que los gobiernos gastan fracasando… El éxito de las organizaciones sin ánimo de lucro socava el poder de la burocracia y refuta su ideología y, lo que es peor, la burocracia se niega a admitir que las organizaciones sin ánimo de lucro tengan éxito allí donde el gobierno fracasa. Lo que se necesita, por lo tanto, es una política pública que ponga a las organizaciones sin ánimo de lucro a la vanguardia en la lucha por resolver sus problemas sociales. (Managing in a Time Great Change, 1995).

• Los gobiernos se han vuelto impotentes contra el asalto de los grupos de interés especializados, han perdido en efecto, la capacidad de gobernar, tomar decisiones y hacerlas cumplir. Las nuevas tareas, la protección del medio ambiente, el combate a los ejércitos privados irregulares y al terrorismo internacional, hacer efectivo el control de armas; todas ellas requieren más, y no menos gobierno. Pero requieren una forma diferente de

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