Terrorismo En La Sociedad Internacional

EL TERRORISMO EN LA SOCIEDAD INTERNACIONAL DESDE EL ATENTADO DEL 11 DE SEPTIEMBre

Introducción

El atentado del 11 de septiembre trajo a la conciencia general la vulnerabilidad de occidente a pesar de toda su superioridad económica y militar. Desde esta fecha, el terrorismo y las medidas que se han tomado con respecto a él, han permeado todo el mundo occidental, se han empezado a transformar drásticamente las formas de relacionarse entre los países, se han adoptado nuevas leyes y medidas de seguridad internacional que restringen las libertades civiles, se ha empezado a escenificar el riesgo, el miedo y el pánico en las personas, en pocas palabras, las amenazas terroristas han cambiado las distintas formas de relación humanas, no solo a escala regional o estatal sino a escala mundial. Las preguntas que surgen en el siguiente trabajo es ¿Qué es lo que hace que el terrorismo se empiece a concebir como un problema mundial? o ¿Cuáles son las lógicas estructurales en el accionar terrorista que lo convierten en un fenómeno mundial?

El terrorismo deja por sentado, primeramente que somos miembros de una “comunidad de peligro mundial”. Las amenazas terroristas ya no son cuestión interna de cada país, ni un país puede combatirlos solo. Surgen nuevas dinámicas para tratar los conflictos provocados por las desigualdades sociales. Se puede hablar entonces de una “economía internacional del miedo”, el miedo condiciona la vida. La seguridad desplaza a la libertad, las leyes por su parte se endurecen y se convierten en un “totalitarismo anti riesgo”. El ciudadano, desconfiado y receloso, agradece que se le escanee, radiografíe, registre e interrogue por su seguridad.

En pocas palabras, se afirma que el terrorismo desde que entra en escena, cambia totalmente todo lo que se había visto hasta el momento en el escenario mundial, trae unas nuevas formas de relación internacional, unas nuevas formas de cooperación mundial, y una nueva forma de concebir la seguridad internacional.

Por lo tanto, el objetivo del siguiente trabajo será el de analizar el papel del terrorismo en la sociedad internacional desde el episodio del 11/s y también estudiar las nuevas lógicas que se empiezan a configurar en el ámbito internacional con las constantes amenazas terroristas.

Teniendo en cuenta lo anterior, el presente trabajo se dividirá en cinco partes. La primera parte, explicara las principales condiciones de desigualdad y riesgo que se generan con el paso de un mundo bipolar propio de la guerra fría hacia un mundo unipolar propio de la hegemonía estadounidense. Después se analizara la estructura y la dinámica de los grupos terroristas, en el marco de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En la tercera parte se analizara la Estrategia de seguridad Nacional del gobierno de Bush. Luego se analizaran algunas de las leyes promovidas por el gobierno estadounidense después del atentado. Por último se harán las respectivas conclusiones.

Hegemonía estadounidense

La caída del muro de Berlín marca el fin de la guerra fría, lo que significa que Estados Unidos queda como la principal potencia militar, económica, social y cultural en el mundo. Es decir que se pasa de un mundo bipolar a uno unipolar, con una potencia hegemónica dominante.

Ese paso hacia un mundo unipolar permite el inicio de un nuevo ciclo de expansión del capitalismo neoliberal bajo lo que se denomina “globalización”, sin embargo aunque “El mundo parezca unificado bajo el imperio único de los Estados Unidos, su poder no se extiende a todo el mundo ni a todos los campos de actividad y competencia” (Joxe, 2003, p. 13). Por lo tanto su propósito de extender las relaciones neoliberales se ve obstaculizado con nuevas formas de resistencia y contraataque, ya no por parte de otros estados con numerosos ejércitos, sino por parte de micro redes criminales flexibles, dinámicas e ingeniosas en su estructura y accionar que surgen en aquellos estados fracasados, con fuertes conflictos y desigualdades.

Por otra parte, el hecho de que se pase de un mundo multipolar a uno unipolar solo acentúa más las desigualdades estructurales que se vive principalmente en las regiones del hemisferio sur, como en África, Asia central, América latina y el Medio Oriente. Por lo tanto lo que se observa es un nuevo proceso de división de poderes en el plano internacional, en la que se tiene a Estados Unidos como la única potencia dominante con un correspondiente grupo de países y organizaciones como aliados, un segundo grupo está conformado por un grupo de países considerados como “potencias emergentes”, los cuales tienen una influencia importante en la toma de decisiones a nivel global y por ultimo están los países subdesarrollados que básicamente asumen todos los costos negativos de la globalización.

Esta división desigual del poder se encuentra distribuida de dos formas. “De un lado, están el grupo de países considerados como el “nosotros de los decidientes”, estos países obtienen los beneficios y ventajas, haciendo caso omiso de que a causa de su poderosa posición en la sociedad están en condiciones de tomar decisiones de modo relativamente autónomo. De otro lado están el grupo de países considerados como “el nosotros de las consecuencias indirectas”, estos países sufren las consecuencias de la exclusión, tanto de los beneficios posibles de la acción y además de ser condición de la misma”. (Beck, 2002, p. 196). Por lo tanto estos países que tienen el poder de tomar decisiones y recibir beneficios, exportan los peligros y desigualdades a los países de las consecuencias indirectas, en donde persisten bajos niveles de seguridad, bajos salarios, leyes insuficientes y bajo crecimiento económico.

En pocas palabras lo que se afirma es que esa supremacía de Estados Unidos como potencia hegemónica tiene un alto costo que por lo general asumen los países más pobres y desfavorecidos de una forma muy desigual y poco equitativa, por lo cual eso se convierte en caldo de cultivo para que estos países se generen nuevas formas de hacer la guerra como una forma de resistencia ante los efectos colaterales que trae esa desigualdad, uno pensaría que no habría porque preocuparse frente a las diversas reacciones de este grupo de países, puesto que no tienen el poder militar suficiente a comparación de Estados unidos para atacar directamente al sistema, pero eso tan solo es una ilusión, porque aunque estos grupos no tengan el poder suficiente para atacar drásticamente al sistema, se valen de las formas más ingeniosas y sutiles para fortalecer sus organizaciones, por ejemplo, se valen de la adquisición de armas de destrucción masiva o se aprovechan de la misma debilidad estructural de los países para expandir su accionar criminal. Son como

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